viernes, 21 de agosto de 2015

Puntillitas, ortiguitas, chocos y puestas de sol

La niña chica se agacha, y busca,remueve, observa durante minutos, trae pequeños tesoros al cubo que cada vez pesa más. Así durante horas. Sin juguetes, muñecas, ni tablets. Sólo agua, arena, piedras, conchas...casi nada.
Brisa, aire, viento, sol. Agua, mar, océano, y hoy la punta del boquerón, al fondo, desde la desconocida playa de Sancti Petri.
El santo bucea con la niña grande, a la que he de volver a cambiar este nombre en el blog por el de mujercita. No muy grande, sólo mujercita como aquellas de L.M. Alcott. Espero que sea mujercita mucho tiempo más antes de usar el "grandutivo" mujer.
La niña chica tiene el vicio de quitar el diminutivo de donde no debe quitarse, siendo así que en Chiclana nos sentamos bajo la "sombra" amarilla (amara le pareció demasiado incorrecto), nos pican los moscos, y comemos puntas y ortigas, que suena bastante mas duro que puntillitas y ortiguitas. La mujercita dice que todo lo pone en "grandutivo", y me hace reir.
El sol hace plata al mar a estas horas, antes de hacerlo rojo, y rosa, y naranja. El tiempo pasa rápidamente lento e intenso. Qué fácil es desconectar viendo a la niña chica recolectar tesoros durante horas cuando no hay mochilas que preparar comidas que congelar,  horarios que cumplir y sueño que matar para cumplir la rutina.
A ver si es posible llevarnos algo de este observar porque sí, que nos dure el invierno. Aunque haya de preparar mas tarde la ropa, la mochila, o congelemos un taper menos.