lunes, 14 de diciembre de 2009

MeMencionando a chicas majas

Bueno, pues por fin he sido nominada para un MeMe (como me explicó Uma, mi nominadora, un meme es la unidad más básica de información). Tengo que contestar a estas preguntas, y luego nominar a otras tantas personas para que hagan lo mismo en sus blogs. Pero antes hoy quiero me-mencionar a otra chica maja, que está un poco bobona, y que, hablando de cocina (porque yo siempre tengo que hablar de cocina y del comer....) me encantaría tomar sus cenitas sin planificar, de esas que se ponen en los platos de todos los días, pero con el amor que se le puede poner a un jamoncito sobre un pan amb tomaquet (¿sí, bien sita Pluvis?)
Bueno, pues que quiero agradecerla que comparta hallazgos como éstos, que me parecen de muchísimo amor y cotidianeidad ¿a que sí?

Lavar las tardes con besos de espuma,
enjuagar las mañanas con caricias,
cenar y recoger la noche,
tender al cielo los poemas
y las almohadas hundir.
Plegar el corazón, barrer el tedio,
hornear el amor por aquel lado,
aclarar la tristeza o echarla al cubo,
centrifugar el miedo a no quererte,
comprar pasión que apenas queda,
abrir la ventana de par en par
que se vaya el olor a casa sola.

Antonio Llamas

Jo, es que es un poema precioso. Te lo dedico de vuelta, hada Pluvisca, y a todos los que me honráis con vuestra visita y cometarios.

Y ahora por fin, el meme de Uma (uy, ¡como me ha sonado a el bebe de Uma! ¡el inconsciente se me adelanta!


1. ¿Qué es aquello que siempre logra robarte una sonrisa?
Yo tampoco soy muy original...mi santo y sus cosas. Hace 5 minutos me lo cruzo por el pasillo. Llevaba sus alpargatillas al revés, e iba andando él solo como Charlot mirándose los pies ¡me lo como! Siempre me hace reir...con intención, o sin ella.


2. La persona con la sonrisa más bonita del mundo es…
Indudablemente y para mí, mi hija. Le sonríe todo, la boca, los ojos ¡hasta las orejas si me apuras!


3. La última vez que te quedaste sonriendo embobad@ fue…
Cuando mi hija me cuenta algo, o cuando muy seria me echa la bronca y me da explicaciones. No doy crédito a como habla (sí, ya sé que tiene casi 6 años...pero es que nació anteayer)

4. ¿Qué canción tiene un efecto mágico en tu sonrisa?
La canción del elefante de Moulin Rouge es mágica. Ese popurrí con todo lo mejor, me encanta. Increíblemente (para Uma especialmente) Amaral es uno de mis favoritos, y la canción El Universo Sobre mí me hace sonreir y recordar cuando sentí eso: la primera vez que tuve a mi hija encima de mí, tras haber estado dentro.

5. Regálanos una imagen que te guste para que podamos sonreír todos juntos

Os dejo ésta: como poner cachondo a un hombre con un plato "¿¡afrodisíaco!?"



Genial....¿eh? Que no se diga que mi blog no habla de cocina también....

Y bueno, pues ahora nomino a contestar a este Meme a: Pluvisca, Azul, Carmen, Gonza, Pequitas y Lilith

¡Un abrazo!






martes, 8 de diciembre de 2009

La ilusión de la lotería (y me voy a por turrón)

¿Y esto que es lo que es? pues que desde el Blog Alas de Plomo (los nominados a continuación tienen que clicar)

que es quien decidió montar todo el tiglado, compartimos lotería (gratis) entre blogs. Una iniciativa preciosa en esos momentos de crisis y demás derroche navideño. A mí me ha nominado y elegido para seguir repartiendo suerte, mi querida Cruela de mis entretelas, como la dicen por ahí (y a la cual copio textual de su blossss)


Las bases para poder participar....y las reglas son


1) Dejar un comentario en el blog de Alas de Plomo, pinchando el link que he puesto arriba con enlace de nuestro post al respecto del décimo de lotería, después de ésto nos darán el número de participación



2) Elegir 5 blogs para seguir repartiendo suerte



Y yo elijo a..... (cuento con que a los que no elijo, sean nominados por amigos comunes ;))

Pluvisca, para que tras la cortinilla de lluvia le salga el sol, ¡te mando este pedacito de ilusión!


Carmen, mi Carmen, que tiene hijos en edad de merecer, y de hacer buen ajuar

A Pedro, que seguro que lo comparte con su contraria Adi ¡vaya para los dos!

A Valdomicer, para que si le toca, pueda seguir organizándose esas escapadas con su chica que tanto hambre dan cuando las cuenta.

Y por último, pero no por ello menos importante, a mi Pequitas, tan contenta ella que ya se produjo la llamada.

A todos los nombrados, y a los que no, ¡os echo mucho de menos! He empezado un master (¡quién me mandaría a mí meterme en obras!) que me encanta, pero que he empezado más tarde que los demás, así que tengo que correr muuuucho para ponerme al día. ¡Con deciros que casi ni cocino! pero eso sí, lo necesito tanto, que lo poco que hago, me sale absolutamente delicioso, creo que en ninguna época antes lo hice con tanta calidad. De alimentarnos el resto del tiempo...se ocupa mi santo.

Deseando leeros, y poder contaros mis últimos platillos, os mando un abrazo muy fuerte y apretao, y todo mi amor.

Nota: Estamos a 8 de diciembre y ya hemos comido 4 tabletas de turrón duro (lo mejor de lo mejor), 2 de polvorones de almendra, y 3 de almendras rellenas. Y solo es 8. Ya me oiréis llorar en Enero.

¡Muac!

viernes, 27 de noviembre de 2009

Demostración Empírrica de las bondades de los churros y las porras


El otro día una compañera fue a hacerse análisis, y como represalia por el pinchazo (digo yo, que o también lo hago así), decidió poner fin al ayuno obligatorio que los análisis imponen, pues compartiendo con todas nosotras, para nuestra alegría, bolsón de churros, bolsón de porras.
Siempre encontramos alguna cosa que celebrar y aprovechar para zampar así, algún desayuno "light", cualquier ocasión es buena, aunque últimamente habíamos perdido un poco las buenas costumbres.
El caso es que las porras y los churros estaban ¡cómo estaban! no exageramos nada al decir que en ninguno de nuestros pueblos respectivos, comemos porrerío tan bueno como el que, para nuestra desgracia, tenemos bastante cerca de nuestro trabajo.
En esas estábamos, disfrutando. Una de las compañeras no comía, amparándose en el osado comentario de que "eran insanas"
¡Uy! pues la tuve que corregir. Uno: porque mi otra compi tenía la boca llena,
y dos: mi razonamiento ya estaba ahí, y era impepinable:
Las porras y los churros son verdura. Sí señor, porque vamos a ver, ¿de qué están hechas las porras y los churros? de harina, agua y sal. ¿Y la harina de qué está hecha? pues de trigo, o de maiz, y de muchas más cosas VEGETALES. El trigo crece de la tierra ¿no? verdura es. Seca, molida, aplastada...pero verdura.
-Sí, frito en grasaza-dijo mi compi
Pues sí, o pues no. ¿Dónde se fríe? en aceite de oliva, o de girasol ¿y eso que es lo que es? Verdura otra vez. Zumo de verdura para freir.
Creo que ya entiendo porqué en Andalucía les llaman "Tallos" a los churros. Ellos ya debieron descubrir mucho tiempo antes, que las porras y los churros deberían ser parte fundamental de cualquier dieta, especialmente la vegetariana.
Mojarlos en chocolate ya es el complemento perfecto de una perfecta equilibrada comida compuesta toda por VERDURA, eso sí, tiene que ser chocolate de cacao puro, y sin leche, o sea, grano de cacao (grano, de planta, de verdura de nuevo)
Y encima, en el orgasmatrón del 1 al 10 ¡12 por lo menos!
Esto no es una hipótesis. Es una verdad verdadera y absoluta, sin puntos débiles. Si os atrevéis a rebatirla, ¡¡no oséis jamás de los jamases volver a saborear un churro!!
Y es que, la que no se consuela...es porque no quiere ¡Abrazos!

lunes, 9 de noviembre de 2009

Tortilla a la francesa (o el amor de las personas humanas

Independientemente de que mi santo cocine, la que manda en la dieta, soy yo. Soy la directora general de régimen alimenticio en casa, la que decide, contra viento y marea (aunque a veces salga mojada y con las greñas colgando y enmarcando mi contraido rostro) cuántas veces y en qué orden tomaremos pescuda y verdaro a lo largo de la semana.

Y lo decido yo, porque más o menos pienso las cenas fijándome en el menú del comedor de la nena, para que sea variada. De la misma forma a veces comemos lo mismo que va a comer ella, y así los tres equilibrados perdidos.

¿Soy una mandona? Sí, ¿y? Soy carnívora, y mi santo más, pero él, angelico mío, no comería pescado nunca si por él fuera. Bueno, seguro que salmón ahumado sí...pero eso no cuenta. Si comes solo ese pescado, no hay variedad, que es de lo que se trata. Así que tengo doble trabajo, doblegar mi voluntad para no cenar carne cada día, y doblegar la suya además, y que de paso no
me contamine a la nena con sus comentarios, que si ella no oye nada pues se come lo que sea mientras no lleve "negro" o sea, berenjena, o "cepolla" (sic)


Pero esto no es el imperio del terror siempre. Los fines de semana son más laxos, y siempre hay alguna pizza o hamburguesa casera, y los domingos tenemos cena libre, así que cada uno cena lo que quiere. Bueno, reconozco que la cena de la nena está ligeramente dirigida...ya hace tiempo que ella, todos los domingos, cena un sandwich blanquito y blandito con una tortilla a la francesa con queso dentro. Y eso es bueno.


Para mí también suele ser el día en que aprovecho y me hago como ella, pero en bocata. Un hermoso bocadillo de tortilla francesa, con su poquito de sal, y queso por dentro. Luego en el pan le pongo premio además: o jamón serrano, o mortadela, o salchichón...algo. Y si hay coca-cola, peco, que por una vez a la semana, no pasa nada....


Puede que haga en estos días (puede que hoy mismo) 9 años que una mujer, mi madre, con tal de pasar hasta el último minuto con su marido, mi padre, se llevaba también un bocadillo de tortilla con lonchas de jamón a la habitación de hospital donde él estaba ingresado. Con ojos golosones él siempre la miraba comer. Sólo miraba, las circunstancias de su enfermedad hacían imposible comer algo que no fuera dieta blanda: caldo-puré-compota o también compota-puré-caldo. No es que los médicos le impidieran comer otra cosa: es que él no podía aunque se lo ampliaran (que lo ampliaron cuando él lo pidió, aunque tuvo que volver a su caldo-compota-puré)


Digo que debió ser ahora mismo, puede que esta misma noche hace 9 años, unos días antes del final de sus manos entre nuestras manos. Mi madre cenaba a su lado en la habitación su bocata de tortilla francesa con jamón. Como todo el mundo sabe, en los hospitales se come poco menos que a las horas de una guardería, así que la cena raramente era más tarde de las 19,30 de la tarde. Mi padre de nuevo mira ese bocata de tortilla a las 10 u 11 de la noche y dice que se muere por comerse una tortilla francesa calentita de mi madre en casa. Y me pide si puedo ir a la cafetería a pedirle una tortillita, que va a intentar comerse. No me atrevo, dada la rigidez en las normas de no introducir comida de fuera para los enfermos, y en éstas nos encuentra la enfermera, que dice que no hace falta que metamos nada de estrangis. En 10 minutos, cual hotel de 5 estrellas y servicio de habitaciones, con todo el amor a las 11 de la noche le suben de las cocinas que deberían estar cerradas ya, una hermosa tortillita a la francesa, amarillita. Las habitaciones de este hotel son viejas, feas y compartidas además, pero el servicio es impecable. No sólo sus trajes son impolutos, también sus corazones son hermosos y piadosos.


Los deseos de mi padre son órdenes y recibe su tortilla, pedida por un ángel y elaborada por otro sin demora; con chispas en los ojos. Deseo cumplido. No quiero, ni tampoco hace falta imaginar como se solicitó esa tortilla. Algo tan inaccesible para el resto de los mortales, tan interiorizadas teníamos ya las normas del hospital, que una, dos o varias personas con el poder en sus manos hacen realidad.


No todo el mundo anda siempre tan humano en esos lares, más bien equivocado que malo, diría yo. No es fácil hacerse cargo del dolor ajeno. Pero hoy sí va por esas personas, mayoría, sí, mayoría; que se esfuerzan tanto en su formación por el motivo simple de ayudar a los demás, esos que tienen que hacer esfuerzos en la siguiente habitación, porque no se les note en la cara los dramas humanos que vieron en la anterior.


El dolor de esos días y siguientes me impidieron ir a buscar a todas las personas que cumplieron ese deseo, pero no lo olvidé nunca. Esas cosas son las que me hacen mantener que Tol mundo é güeno, y que el amor no cesa nunca y es una red que nos cubre a todos, pasando de persona a persona. Pero desde aquí quiero agradecerlo, y también a esa otra persona humana que decidió, en el departamento de becas de la universidad, que me la iban a volver a conceder pese a que por estas circunstancias personales, me habían quedado más asignaturas de las que se permiten para poder acceder a una beca.


A esos desconocidos, médicas y médicos, auxiliares, enfermeros, enfermeras y personal de las cocinas de los hospitales, también al personal de la sección de becas, gracias. Gracias por el amor de esas personas humanas que con pequeños movimientos hacen la vida fácil a otras.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Tortitas de sabores (o cómo introducir nuevas costumbres para Los Santos)




Esta foto tan rica no es mía...pero las que yo he hecho sí han salido así de bonitas. Esta foto la he robao, así sin permiso ni nada de este blog, que además es de recetas sin gluten, por si hay algún celíaco/a.

Pero la receta, no, la receta la he cogido de este pedazo de cacho de trozo de blog, En Serio y En Broma que además de alimentar el cuerpo, alimenta el alma, y el buen humor, y por el que os recomiendo que paséis. Ahora, si de verdad queréis comer bien y en condiciones, mejor en el de su "contraria" Adi ¡¡¡Es broma, Pedro!!! La verdad es que recetas de él ya he replicado dos, y de Adi...solo la limpieza de la bayeta....¡¡Aún no he ido al CRADOMANE a por la sal para marinar pescado!!

Hoy en casa hemos inaugurado una nueva costumbre revolucionaria para celebrar el día de Todos los Santos. Mi nena pidió tortitas (un poco sargento: "Cuando me levante de la siesta, me tienes tortitas preparadas, vale maaaama") Toma ya. Esto hay que detenerlo cuanto antes. Pero mientras me he ido calmando haciendo las tortitas con la receta de Pedro.


En mi pueblo íbamos, bueno, al ser pequeñas acompañábamos a hacer el arreglo de las tumbas, limpiando y poniendo flores (¡ay ese Almodóvar, que ya lo inmortalizó para siempre en Volver!), y yendo a misa en el cementerio el mismo día 1 (y también tener que escuchar a las cotillas ¡uy mira que no venir los de éste, o los de aquel...si es que pillar pillaron y nunca más se supo, o mira como tienen la tumba...si es que guarra, guarra ha sido siempre...) Que no aguanto, claro, y que me pone peor cuerpo si cabe. Hoy ya me ha terminado de encender el comentario que se ha permitido la enviada especial de A3 a un cementerio: Hay gente que no quiere a sus muertos ¡¿Cómo se atreve?!

Bueno, yo sigo….Tras la misa en el cementerio, nos íbamos corriendo a casa antes de que anocheciera. Antes de llegar, parábamos a comprar churros. Esto era muy especial, ya que la churrería del pueblo sólo abría por las mañanas hasta las 10.00. Y sólo abría por la tarde el día de Todos los Santos para tomarlos en casa, en familia, con chocolate caliente, para luego pasar el resto de la tarde comiendo castañas asadas hasta no tener hambre de cenar.




Durante todo el día quedaban encendidas lamparillas flotando en aceite, una por cada difunto amigo o de la familia, y si se apagaba alguna ¡no se volvía a encender! porque era que el muerto no quería luz. Y nunca debía ponerse una lamparilla "por el que no tuviera a nadie para ponérsela" puesto que ése, era el diablo ¡qué cosas!

Para mí es una fiesta triste y lúgubre, de reflexión sobre los que nos faltan (que no día de limpiar la tumba por cojones, aunque lo hagamos días antes o después) y que no me ha gustado nunca por lo mismo, y por los que critican a los que no lo hacen (o hacemos o dejamos de hacer) Por lo mismo, por esta educación en la lugubridad, no soporto muy bien lo que me parece superficialidad en Halloween, y digo que reconozco que es por mi educación, que ando a caballo entre las dos, apreciando y despreciando a las dos por igual. Tiene lo mismo de superficial disfrazarse en este día para mí triste, que limpiar y visitar una tumba por hipocresía y convención social (y que conste que le he dejado flores a mi padre, y sobre todo a mi abuela, porque sé para ella era muy importante)

Pero si volviera a nacer, si tuviera que quedarme con alguna de las dos maneras de celebrarlo, y dado que de mis muertos me acuerdo más de una vez al año....indiscutiblemente me quedaría con HALLOWEEN, que tan divertido es para mi hija y mi marido (hoy no quiero llamarle mi santo…¡¡que yuyu!!)
El chocolate no faltó este finde, que celebramos con mi madre, como debe ser, y con las niñas, que tuvieron su chocolate caliente (con pan…el viernes no había churrero vespertino)

Y desde hoy, inauguramos en casa la celebración de Todos los Santos con Tortitas con Nata y chocolate (o lo que se tercie). Aunque, igual que me acuerdo varias veces de mis muertos…pues probablemente repitamos las tortitas.

Abrazos perezosos de domingo (que no menos sentidos)

sábado, 24 de octubre de 2009

Mi santo me hace Sushi (y tilín también)

Hace años abrieron por aquí cerca un restaurante de comida oriental (que no chino, que los tenemos trilladitos también). Los dos nos moríamos por probar sushi y similares, y para allá que nos fuimos. La verdad es que era todo tan zen que daba gusto zen-ar allí. Somos muy sencillitos los dos y huimos sin querer de los ambientes recargados, así que allí estabamos como pez en el agua (o fuera de ella y en el plato)


Sea como fuere, no nos resultó tan fácil ir allí: en nuestra vida habíamos comido Sushi, ni sabíamos como comerlo, ¡ni como pedirlo! Menos mal que nos guardamos la vergüenza en el bolsillo, declaramos abiertamente que no teníamos ni idea y que nos pusieran lo que buenamente les pareciera bien.

Nos asesoraron muy bien, explicándonos qué era cada cosa, nos pusieron una especie de degustación de la cual nos gustó absolutamente todo. Bueno, todo no. Yo probaba lo que me habían dicho que era Jengibre...y la verdad, me parecía como comer fairy en láminas, además de la sensación rarísima que me dejaba en la boca....la pobre maitre se acercó corriendo para explicarnos que eso sólo se toma un poquito entre platos, para limpiar el sabor anterior y probar el siguiente: algo así como el sorbete de champán que ponen en las bodas ¡ay lo que hace la ignorancia!


También aprendimos que el Wasabi (creo que se escribe así), una salsita verde que ponen, y que pica como mil demonios, no se come tampoco tal cual, sino que se deslíe un poquito en un vinagre especial, donde luego irás mojando levemente los trozos de sushi. Aunque algunos valientes por lo visto lo toman aplicado cual pomada directamente encima ¡pufffff!
La verdad es que eso de comer pescado crudo a la gente le puede echar un poco para atrás: no fue nuestro caso, porque realmente no había apariencia de pescado crudo, y si lo había era tan fino que era inapreciable esa condición, no así su sabor ¡excelente!

El caso es que nos gustó muchísimo, tanto que probábamos las diferentes marcas de sushi fresco que venden por ahí en bandejitas. Las hay mejores, y las hay más secas...hasta que ya por fin, mi santo encontró un estupendo pack para hacerte ¡tu propio sushi en casa! Lo venden en el Supercor, o supermercados de El Corte Inglés, y hombre, luego puedes comprar en el chino de tu barrio los ingredientes por separado, pero para empezar y situarte, por 6 euros (pescado aparte) no está nada mal.

En el pack, si mal no recuerdo, viene la esterilla para luego enrollar, láminas de alga secas, dos paquetitos de arroz especial (aunque luego con SOS se soluciona la papeleta), vinagre de arroz...y creo que nada más. Los rellenos ya los preparas tú muy finitos y con mucho amor y paciencia, tal y como hace mi santo, que se entretiene un porrón de rato seleccionando, cortando, colocando...


Una vez tenemos cocido el arroz según las instrucciones, añadimos un poco de vinagre de arroz para compactarlo y que no se despegue.





Se extiende la lámina de alga, y con los dedos húmedos se extiende para que quede moldeable, y se coloca el arroz por encima.


En un plato tendremos preparadas tiritas de pepino, zanahoria, palitos de cangrejo, salmón (crudo o ahumado), una pequeña tortillita a la francesa etc, las cuales colocaremos en una fila a lo ancho de la lámina, para posteriormente ir enrollando y compactando ayudándonos con la esterilla:


Una vez enrollado se quita la esterilla, y se corta en rodajas cual morcilla, con mucho cuidadín:
Así va quedando emplatado
En cuenquitos de salsa individuales se presenta un poquito de vinagre, donde cada uno desleirá el wasabi que desee, y donde como dije antes, se irán mojando poco a poco (y con palillos ¿¡eh!?) los diferentes trocitos, además de el jenjibre.
¡Riquísimos, y una forma diferente de comer sano y ligero, además llenan muchísimo!
Nuestro reto es aprender más formas de sushi, ya que esta no es ni mucho menos la única presentación ¡lo que se estará riendo de nosotros algún japonés si nos lee!
Pues eso: que mi santo me hace tilín...y si hay algo que me gusta más que cocinar, es comerme lo que él me cocina.
¡Que tengáis un gran finde!











jueves, 22 de octubre de 2009

Espaguetti con Salmón (O tenemos gripe...¡¡Ahhhh???!!!)


Pues sí, pues sí. Parece que existe. No sabemos si es la A, ni falta que hace. Es gripe, y punto. Más floja que la otra (al menos a mi santo), pero gripe.
Yo estoy como un torete de bien...la verdad es que anginas he tenido siempre todas las del mundo, pero gripe, nunca. Es mi nena la que está hecha polvo, con la voz como un gatito (de ronca, no de mansa, si es que un gato puede ser manso) y con la fiebre que la va y la viene...claro que por poder, está pudiendo más mi niña que la gripe. Nena 1-gripe ¿A? 0
Bueno, hoy ya no fue al cole. Ayer que estaba pochilla de la garganta sin fiebre, sí, con lo cual estarán todos infectados. Camino al pediatra nos hemos cruzado con uno de su clase que ya venía y que nos ha gritado desde la otra acera ¡Qué, ¿tú también tienes gripe?!
Buenoooooooooo. Pues nada, que eso, pues que existe y que mucho ojo con los grupos de riesgo...pero vamos, igual que la tienen que tener con la gripe normal y estacional. La pediatra no se moja, ni le pone letra, ni falta que le hace. Nos ha largado el folleto por si empeora y va a más, y un camión de Dalsy, Apiretal y Flutox por si las moxcas.
Y yo que la veo tan pocha, que me da un agobio multiplicar este sufrimiento por dos en estos momentos (y eso que esto no es nada, no me quejo). Bueno, pues que pienso como animar a mi nena...pero no mañana, el sábado sabadete, porque ahora está comiendo poquito poquito y por compromiso y obligación. Pues eso, que hay un plato que nos ilumina a los tres la cara. El plato que siempre que nos preguntamos en voz alta en fin de semana (entre semana ella tiene comedor) ¿Y qué comemos mañana?
Bueno, si es domingo, lo más probable es que sea pollo bailarín. Pero si no, la nena propondrá gritando ¡Espaguetis con salmón! y la moción será aprobada por mayoría absolutísima, que hasta la hija pelúa (la perra) dará saltos de alegría...porque algo siempre cae.
Y es que, hombre...light light, lo que se dice light, no son...pero tenemos que sacrificarnos por ella, nuestra nena, pobrecita, que come poco y gasta mucho. Y si hay que hacer espaguetis con salmón, pues se hacen y punto. Que no hacerlos por adelgazar, es tontería.
Como veis, definitivamente nos pasamos la privación...por el acueducto de Segovia ¡ay!
Este es un plato...de mi suegra no...yo cuando lo conocí lo hacía cualquier miembro de la familia de mi marido...son varios hermanos y hermanas, y todos han cocinado indistintamente. Reconozco que cuando los probé tenía un amor-odio por ellos. Me repelía tanto sabor a limón, pero el regustillo final me impulsaba a seguir comiéndolos.
Total, que yo los hago con menos limón, y santas pascuas. Lo bueno y lo mejor, es que a mi santo y a mi niña les encanta así. Este ya es NUESTRO plato.
Venga va, la receta es facilona facilona. Para 3-4 personas:
-1/2 litro de nata para cocinar (o dos bricks pequeños) NO AGITAR, QUE SE OS MONTA!!!!! (aunque basta que quisieras que se te montara, para que se quedara liquidorra liquidorra)
-Espaguettis para 3 ó 4 personas (qué queréis, yo siempre me paso, o no llego....)
-Agua para cocer los espaguetis. Aceite para que no se peguen. Poquita sal (que no sabemos como quedará del salmón)
-Ralladura de un limón (mis cuñadas le ponían además zumo, pero a mí no me gusta)
-Un trozo de mantequilla (para dietas un trocito)
-200 gr. de salmón ahumado y cortar en trozos (o sustituir por una rodaja gorda al horno, o a la plancha y deshacer en trocitos)
Pues nada, que mientras se cuece la pasta (a fuego fuerte, destapada, moviendo con cuchara de madera siempre) en una sartén derretimos la mantequilla, y añadimos la ralladura de limón. Enseguida ponemos el salmón y le damos unas vueltecitas para que coja colorcito de la sartén, y añadimos el medio litro de nata. Movemos con cuidadito, dejamos dar un hervor. Si quedara muy espeso (depende de la nata) le podemos poner un poquito de leche, para recalentar si sobra al día siguiente lo mismo, con un pelín de leche.
Bueno, pues cuando tenemos la pasta ya un poquito lavada y escurrida, en la misma cacerola se pone el preparado de nata y salmón, y se revuelve todo.
La foto que he encontrado no es mía, es de un blog bien chulo de Wanchuzri, y que amablemente me ha prestado. En esta foto tiene hasta huevas ¿buena idea no?
Riquísimos, facilones, ideales para grandes comidas acompañado de ensalada de tomate aceitunas negras y mozzarella ¡y aparentes!
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lunes, 19 de octubre de 2009

Palparse y Mamografías ¡Ar! (o como asegurarse comer y cocinar muuuuuuuchos años)

¡Ay leche...odio los reconocimientos médicos a partir de determinada edad...y languidez!
Síiiiii, hoy me hice una mamografía ¿Cómo lo has sabido?
No reina, no te preocupes...no se nota nada...



Lo mejor es ir practicando los días previos con la puerta del congelador...

¡La belleza desaparece, pero la silicona permanece!



Bueno chicas...de 30, de 40, de 50 y 60 y 70 y afortunadas de 80, 90 y más...Reconozco que se me olvida, y cuando me acuerdo me da grima palparme, como dicen, una vez al mes después del período...pero tenemos que hacerlo, es nuestra obligación, por los que nos quieren. Debemos prevenir si podemos. Y si ya estamos en edad...acudir a las mamografías obligatorias...no dejarlo pasar por miedo o pereza como nos suele pasar. Y para hacerlo bien, lo mejor es animarse antes, y premiarse después con lo que más nos gusta, y si lo tenemos medio prohibido a nosotras mismas, mejor...unos bombones, unas patatas fritas, una tortilla de patata para tí sola...¡porque nosotras lo valemos!
Hoy un abrazo en la distancia a las mujeres hermosas que están tratando de salir del cáncer de mama. Todas conocemos alguna ¿a que sí?





¡Pst! La receta de hoy...es esa...darse un pedazo de capricho culinario ¡ea!
Modifico: Mi santo al leerlo me dice ¡vaya, un post sólo de chicas!
Pues no, ea, chicos lectores de 30, 40 y siguientes....animad a vuestras reinas y princesas, a reconocerse a palparse (no, vosotros no vale, que os distraéis), a pedir cita, a acudir a las mamografías y ¡a acompañarlas y comprarles el premio de después!


domingo, 18 de octubre de 2009

Salchichas con chucrut (o de cuando cayó el muro de Berlín)

Me encanta el País Semanal.

Hoy su portada es la foto del muro, con un chico subiendo, otro mirando hacia arriba y muchos más arriba del todo, acaballados en él con una pierna en RDA y la otra en RFA. Es el lado del muro pintado.

En la portada: BERLÍN AÑO VEINTE CUMPLEAÑOS FELIZ. El acontecimiento me sigue poniendo los pelos como escarpias, de emoción, porque en mi interior no reconozco violencia más extrema que la de coartar la libertad de movimiento, o de pensamiento. Hoy al estremecimiento se suma la cuenta ¡Veinte años! vamos para viejos...sí, ya sé que estoy apenas en la treintena, pero ¿veinte años? ¿yaaaaa?

Hace 20 años empezaba 1º de BUP (Bachillerato Unido Polivalente, para que me entiendan los hijos de la ESO), y el Super Pop, al que era entonces tan adicta como lo soy ahora al País Semanal, nos regalaba un trocito de piedra del recién abierto y derribado Muro de Berlín. Recuerdo que venía en una cajita de plástico transparente con tapa de cartón negro por detrás. En la revista publicaban fotos de como habían traído una sección de muro. Recuerdo las fotos de los camiones (serían, o no serían verdad....) y recomendaban que sacáramos el trocito que nos regalaban, lo apretáramos fuerte entre las manos y sintiéramos las historias que no habían podido ser hasta ese momento y las que a partir de ahora serían...o algo así.

Por supuesto, no abrí la piedra, ni la estrujé. Y digo por supuesto, porque mi madre, en uno de sus arranques de Mr. Proper si la hubiera encontrado sin cartón por mi caótico cuarto la hubiera tirado sin contemplaciones al grito además de “y hasta piedras tenías en el cuarto, como cuando eras chica en la mochila”…pobre, si ahora hasta la entiendo….

Y digo también que por supuestísimo no lo abrí, porque ya con 14 años además de ser muy muy soñadora, también era bastante bastante realista. Ya bastante emotivo era el hecho en sí, y el trozo que se habían molestado en traer desde Alemania, y romper en trozos, y envasarlos para compartir con naturalmente-hormonadas adolescentes algo más que consejos sobre besos con lengua. Pues digo, que ya bastante emotivo era el acontecimiento…yo no necesitaba además apretujar el cascote pequeño, gris, de hormigón.

Dos años después conocí al amor de mi vida. Sí, así con esta seguridad lo digo, porque pase lo que pase, lo será para siempre, aunque no viviera con él. Que vivo ¿eh? Es mi santo, el que me cocina y con el que ya llevo la friolera de 17 años, 7 de ellos compartiéndolo todo. Siempre fuimos aves raras, y pasábamos horas, y horas, días y días, semanas y semanas, meses y meses ¡hasta años!….buscando huequitos donde poder charlar todo el tiempo que pudiéramos. Con 30 años diréis que es normal…pero se reían bastante de nosotros con 16 años.

Por aquella época no éramos buenos clientes…la verdad.
Pasábamos las horas en bares con dos cafés con leche con dos azucarillos cada uno y dos vasos de agua. Algunos fines de semana íbamos a un pub-cervecería con sillones grandes de mimbre que tenía poco jaleo, y una gran cristalera que miraba a un descampado al pie de las montañas, donde casualmente 10 años después construirían el bloque donde tenemos nuestra casa…¡estoy cayendo ahora en la de horas que pasamos mirando sin querer nuestro futuro hogar!
He comenzado hablando de Alemania, y por ahí continuaré (o uniré historias). A veces en esta cervecería nos tirábamos el moco con las 2000 pelas de paga semanal (12 euros al cambio, me muero de la risa) y nos pedíamos el plato típico: Salchichas con chucrut que ya no me acuerdo como se llamaba en la carta, pero que sonaba mucho más Subanestru Jenbajen.



No eran como las de la foto. Era un plato finísimo con una única salchicha blanca, grande y cortada a lo largo y dorada a la brasa, con una cucharadita de chucrut, un poquito de puré de patata y mostaza especial. Cuando yo digo finísimo me suelo referir a que te deja con hambre, si no diría “elegante”. Estaba bueno que te cagas (que poco elegante, podió), pero nos llegaba a un diente…y no te digo nada cuando la paga se había agotado y nos pedíamos un plato para picar los dos.
Lo recuerdo tan tierno como en Dos en la Carretera…me dan ganas de llorar de amor cuando lo recuerdo y también cuando vi la película…tienen que dormir de emergencia en un hotel carísimo y como no quieren comer nada para poder pagar la noche, hacen como aquel que dice de faquir, engañando al hambre para descubrir al día siguiente que el hotel tenía una oferta en la que el desayuno iba incluido con el alojamiento….
Lo bonito, o triste, con los años es que volvían al mismo hotel, él ya siendo arquitecto de renombre…Qué poco valoramos lo que conseguimos, qué poco comparamos con lo felices que nos hacía lo poco. Sólo tratamos de superarlo, que sea mucho y “hartarnos”. Sólo con el paso de los años valoras lo poco como una eternidad de grande ¡ay!

Como decía, la deliciosa y agradable salchicha me dejaba ligeramente insatisfecha (Uy podió ¡qué mal ha sonado eso!) por la falta de poder adquisitivo quiero decir (bueno, creo que esto ya ha quedado fatalmente fatal)

Años después aquella cervecería cambió de dueños…y con ellos de carta. Las salchichas blancas con puré de patata y chucrut (col hervida finita que venden en lata) son un plato muy rico y socorrido. Lo ponemos abundante…nos quedamos hartos, pero no señor, no tiene el sabor de aquellas tardes de salchicha y dos cafés con leche con dos azucarillos y vaso de agua.
Pero nos queda el recuerdo compartido ¡que es un mundo! Y que tengamos muchos años para recordarlo de la mano.
La receta es bien fácil: Salchica blanca, a mí me gusta abrirla a lo largo, y hacerla a la plancha-brasa (tal y como la conocí), un poquito de puré de patata (seguir receta del de Polvo de Maggi) y chucrut. Se compra la lata, y se rehoga poca cantidad (cunde mucho) en una sarten en la que habremos dado unas vueltecitas en mantequilla unos taquitos de bacon y manzana cortada chiquitita. Servir acompañado de nuestra mostaza favorita (con Uncle Williams desluce un poco, la verdad) Es delicioso.

Esto ha quedado largo de la leche, pero me he quedado bien agusto también. Hacía mucho que no escribía. Termino con “el lado pintado” que mencionaba arriba. Mi santo me llevó en nuestros primeros años de novios, siendo adolescentes, a su antiguo barrio, donde está el Parque de Berlín. Me había dicho que allí habían llevado ¡por supuesto!, secciones del muro tras su caída. Ya me lo había contado…pero la impresión no fue por ello menor. En un lado había grafitis (de la época de Alemania ¿eh? No de Madrid), lo normal, vamos. Rodeé el “monumento”. El otro lado estaba completamente limpio y gris. La tristeza invadió mi corazón, la violencia de ese muro limpio me golpeó aún sabiendo previamente lo que iba a encontrar.

Las lágrimas aún acuden. Y aún lo hacen porque todos los esfuerzos, todos los símbolos a los que nos aferramos (la piedra del Superpop, traer una sección al Parque de Berlín, y demás manifestaciones) no sirven para evitar que se levanten muros nuevos.

¡Paf! Manotazo a la tristeza. Hay que arremangarse y seguir luchando por mantener el equilibrio.
¡Feliz tarde de domingo!

domingo, 11 de octubre de 2009

Pudin de corazón (o cómo tanto celebrar como consolar)


Hay un blog bien resalao que el otro día me acercó a la receta del budin, pudding o pudin (Ya ves, Pedro, que fui alumna aplicada y lo hice enseguida) Para la receta más "pura", y sin duda más graciosa, ir aquí, que yo por mi parte...hice lo que pude con lo que habia...
No puedo decir exactamente cuánta leche lleva...puesto que tomé la medida del molde más fácil que tenía para poder meterlo al baño maría en el horno, así que para no pasarme, puse 3/4 partes de leche (desnatada) de la altura del molde de corazón de silicona (utilizado otras veces aquí) puse esta leche a calentar con azúcar y canela (al gusto) y un poquito de azúcar avainillada que también tengo siempre. Un poquito de ralladura de limón, y empapé un trozo de pan duro (lo único que tenía, Pedro, ni siquiera quedaba reciente ¡mardita dieta!) y unos bizcochitos de esos duros que solo llevan harina, agua y huevo...muy sanos. Bien empapadito todo, y haciendo un espesor razonable, añadí 2 huevos batidos (la receta original lleva 4, pero la mía es más pequeña)
Pues nada, todo eso al molde de silicona (si no es así, engrasar y enharinar para que no se pegue) y al baño María, al horno precalentado, a 200 grados, 30-40 minutos. Delicioso, un éxito...era la primera vez que lo hacía. Tal vez le ponga más huevo la próxima vez.
Mi chico que andaba desanimado cuando se lo hice se alegró un montón...y es que no hay alegría con la tripa vacía ¡y qué tendrán los dulces que lo suavizan tanto todo!
Ya sé que estábamos a privación...algo laxa ya que hemos perdido "hinchazón". Con las modificaciones del ritmo de comida (procuramos desayunar más fuerte, para no cenar tanto) mi santo ya ha perdido 5 kg. Yo paso de pesarme, que me deprimo. Sigo la ley del espejo: Salgo de la ducha me miro, me veo maravillosa, chicha incluida, y a otra cosa mariposa por hoy. Por cierto...tuve que devolver la bici maravillosa, que no lo era tanto. El ejercicio me gustó, pero tenía razón mi cuñada...lo barato sale caro, y esta me duró 10 días. La oferta del carrefour de la bici elíptica resultó ser una patata que tenía más holgura que un pantalón de payaso, y a la décima sesión chirriaba y se movía más que yo. Defecto de fábrica...todas eran iguales y fallaban por el mismo sitio, así que me devolvieron el dinero y en esas estamos, en buscar en un sitio especializado una de verdad y en condiciones (y que cuestan un cojón, claro...) De momento me voy a andar rápido y a correr (poquito-poquito)...que es gratis.
Otoño benigno, hacía tiempo que no estaba tan marcada la estación. El sol ayuda a recuperar el ánimo, todo parece posible y no tan difícil. Aquella familia cercana que tanto nos preocupaba, ve la luz...las pruebas dan todo limpio y sin órganos afectados. La felicidad y la estabilidad vuelven a abrirse paso entre nauseas y escalofríos de la santa puta quimio que aún les dura...El milagro fue posible...la vida se abre paso.
Y eso andamos esperando también, pero de otra forma ¡menos mal! esperar que nuestro pequeño milagro se produzca y también se abra paso y me ponga gorda, gorda pero de verdad...
De momento, y otra vez, como los danone cuando éramos pequeños...la desilusión de levantar la tapa y leer entre líneas un "siga buscando"
Feliz domingo de puente ¡¡si salisteis, sed prudentes!! (y sin haberlo querido, un pareado me ha salido)
Un gran abrazo

viernes, 2 de octubre de 2009

Tengo una corazonada


Porque sin sueños y sin ilusiones la vida es pesada que te mueres....y porque además cuando estos sueños son colectivos, el placer es triple....YO TAMBIÉN TENGO UNA CORAZONADA (manque la puñetera razón me diga que Río)

sábado, 19 de septiembre de 2009

Enseñarás a comer (o comer de todo y ¡dando gracias!)


Mi hermana, menor que yo, fue mamá antes, así que eso que gané en cuanto a dudas. Y recuerdo que cuando mi niña era pequeñita, y yo le iba introduciendo nuevos alimentos (con cuentagotas, ya sabéis que precavidos son los pediatras ahora con las alergias e intolerancias) mi hermana me decía:

-No olvides que tendemos a no darles lo que no nos gusta a nosotras mismas, y tienen que comer de todo.

¡Era verdad! Sin querer ya en sus purés yo estaba evitando todo aquello con lo que no estaba familiarizada, o no me gustaba...calabaza (no me gusta el dulzor en las comidas saladas) y otras. Bueno, reconozco que no he llegado a darle remolacha jamás (ver gilipolleces al respecto aquí) pero sí me hizo reflexionar en su momento sobre como condiciona la educación de nuestros hijos (comidas incluidas) nuestras propias convicciones culturales. Puede parecer una perogrullada, pero ya sólo con la gastronomía, imaginad, si sólo te voy a enseñar lo que a mí me gusta...que limitaíto va a ser tu mundo, hija mía.

Son esas frases "básicas" en la vida, al menos en la mía. Esas frases dichas por alguien especial, en un momento concreto, que suponen un punto de inflexión en tu mundo y tu manera de ver las cosas respecto a algo. Quiero decir, que ésto me lo dice sin tener yo hijos, y a otra cosa, mariposa.


Infinitas veces nos hace falta el contexto para entender bien las cosas, la empatía práctica será cientocincuentamillonesdeveces más eficaz (e inesperada, y automática e inconsciente) que la empatía teórica, forzada y políticamente correcta.

Desde entonces, en el caso que nos ocupa ahora, que es la comida, intento hacer el esfuerzo y mirar los productos que jamás compraría para mí, y aunque siempre trato de hacerle platos "de niño" (con deliciosas calorías que les hacen falta), también le pongo una muestrecita de todo lo que "no suelen comer los niños" ensalada, setas, verduras no tan infantiles etc ¿cómo si no hubiéramos descubierto que adora el pulpo? Ya digo, siempre una pequeña muestra testimonial en su plato. Siempre la digo que intentaré si no le gusta, ponérselo menos veces, pero lo tiene que probar. Y así también ha descubierto que no le importa comer calabacín a la plancha porque "no sabe casi a nada, máaama"

¿Y por qué todo esto, hoy? Pues por hablar de mi hermana, en primer lugar, que me hizo con esta frase de "maestra de vida" y porque además pronto trabajará en lo que quiere trabajar (sólo 10 puestos para el gran día) y está en mi pensamiento todo el rato, y en el momento que me llame para decirme ¡por fin llegó!

Y porque en este blog tan chulo, encontré este poema de la Madre Teresa sobre los hijos que me ha parecido precioso:

Enseñarás a volar,
pero no volarán tu vuelo.

Enseñarás a soñar,
pero no soñarán tu sueño.


Enseñarás a vivir,
pero no vivirán tu vida.

Sin embargo...
en cada vuelo,
en cada vida,
en cada sueño,
perdurará siempre la huella
del camino enseñado.
Madre Teresa de Calculta


Dulces sueños.
Por cierto, hoy cenamos Sepia a la plancha (con ali-oli, por supuesto, que para eso me monto en la bici elíptica) ensalada de canónigos con ajito, aceitunas negras picaditas, tomate y anchoa con un Lambrusquito Caviccioli rico rico (dado que no hay churumbel en mi barriguita ¡cachis!).
¡¡Para que luego digan que la privación no sabe buena!!

jueves, 17 de septiembre de 2009

Hamburguesa sin pan (ni falta que le hace...y sigo pedaleando)


Esta es la bici (parecida, la mía es más baratilla y de andar por casa) que me he comprado. Sudo cual gorrina aún pretendiendo hacerlo suave. Esto marcha.

He pensado añadir una nueva etiqueta a los post para cuando necesite recordar ideas de comidas ricas, y que no sean ni muy elaboradas, ni ultracalóricas para épocas de privación. Así que utilizaré esa etiqueta "Privación que no dieta" en post que contengan este tipo de recetas ricas pero sanas. Ah, y muy importante...casi todas respetarán el principio de la dieta disociada, es decir, sobre todo no mezclar en la misma comida hidratos de carbono (pan, patatas, pasta, arroz etc) con proteinas (huevo, pescado, carne) Esto no significa que haya que eliminar los carbohidratos de la dieta, es sólo que hay que comerlos en otro momento, y acompañar las proteinas con ensaladas, verduras o frutas (snif, adiós tortilla de patata, hola melón con jamón)




La verdad es que de plancha parece que te hartas rápido (sí, de ambas, de la de ropa y de la de comer) pero tenemos que contar que sabores hay cientos, y eso es lo que tenemos que explotar. Hoy por ejemplo hemos cenado Mero a la plancha (jugosísimo) con espárragos verdes y setas blancas de bandeja, todo a la plancha también. Los espárragos buenos, además nos encantan, pero os aseguro que las sencillas setas con este pescado era todo un placer al paladar (vamos, que estaba bueno que te cagas)

Pero hoy iba a poner además mi última invención: Hamburguesa sin pan...y os aseguro que no eché de menos ni por un momento ni el pan, ni las patatas fritas...Tengo foto, así que la pongo que asín me explicoteo mejor:







Este día llevaba de acompañamiento brócoli...porque estaba en la nevera y había que gastarla, y le vino de perlas, pero vamos, que se le puede poner un poquito de ensalada.


Y la hamburguesa que veis, no lleva más que lo que se ve:


-Una capa de setas grandes a la plancha. Al gusto, ¡generosos!

-Una capa de tomate fresco cortado finito ¿qué tal un poco de orégano? se me está ocurriendo ahora...

-El filete a la plancha de carne picada de ternera, o pollo, o cabra o avestruz, lo que os salga de...la nevera

-Otra capa de tomate cortadito

-Y terminamos con otra capa de setas a la plancha


Aplastad bien con la paleta en el plato, y os recomiendo al comer, cortar trocito que tengan todos los ingredientes ("El bocado perfecto" de Barbra Streisand en la peli El Amor Tiene Dos Caras)


Ya me contaréis...

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Pisto sin pan (y me he compradounabicieliptica)



¡Cómo me gusta el pisto! Y es que va con todo...pisto con huevos, o para hundir un buen bacalao, o atún ¡¡hummmm!! o con una simple barra de pan.
La foto ha sido cedida, como otras veces que no es mía, por San Google, así que si la ve su amo y le molesta, por favor, que me lo diga y ya la estoy quitando o nombrando autor, a elegir.



Ayer hice el mejor pisto de mi vida. Que sí, a lo mejor suena subidito, pero visto el que yo hacía, y el que ya por fin, he copiado literalmente de mi madre...vamos, que no hay color.


Tradicionalmente yo hacía el pisto poniéndolo todo a cocinar a la vez (ojo, que no está malo). Definiendo "todo":


-2 kg de tomates maduros (o de bote)

-2 cebollas importantes

-3 dientes de ajo
-Un calabacín hermoso o dos pequeños
-Una berenjena buena

-Un pimiento verde

-Un pimiento rojo

Yo antes lo rehogaba todo cortadito, en aceite de oliva, y por último le añadía el tomate (y una cucharadita de bicarbonato para eliminar la acidez, o también azúcar, pero a mí no me gusta tanto) y ¡hala!, a cocer despacito una horita larga.

Como decía, quedaba todo más o menos homogéneo (y más si le pasas la turmix o el pasapurés, claro) y todo deshecho, y el calabacín ni le ves.

En verano, en casa de mi madre volví a comer su idolatrado pisto...y sus trocitos impolutos de calabacín, pimiento y berenjena


-¿Cómo es que no se te deshacen máaaama?



-Porque primero frío el tomate y la cebolla, y cuando ya está hechito, le añado todo lo demás, cierro la olla exprés y que se termine en unos minutitos.


Pues no tiene más, este es el truco del pisto de mi madre. Y sin desdeñar además que se conservan mejor las vitaminas de las verduras que hemos añadido en los últimos minutos.

Delicioso. Y bastante consolador cuando una se está privando de un montón de cosas elaboradas y riquísimas. Hoy la pechuga a la plancha con el pisto se bastaba y se sobraba para saciarme. La verdad es que hambre no paso, ni siquiera entre horas porque como fruta, pero sí ansiedad y ganas de guarrerías...

Lástima de pan con el pisto....(sólo tomo pan en el desayuno) pero bueno, como decía en el título, me he comprado la bici elíptica que ha puesto el Carreflús de oferta. Aunque mi cuñada, pesá como ella sola y voluntariosa ¡eso sí! que lleva dos años la tía sin faltar mínimo 3 veces por semana a su gimnasio, se opone, y dice que la compre buena que esa tiene poco nivel "de sufrimiento" ¡¡¡mira tú que bien, porque yo, que nunca hago nada, con esto voy sobrada!!!
Pues como decía, que muy a su pesar, la he cogido barata...porque no sé cuanto me va a durar el arranque de sudar porque sí, así que, si me porto bien y la rompo porque la saco todo su jugo, estupendo, ya me compraré otra buena-buena. Y si no...más vale dejar una bicicleta elíptica nueva y barata que no cara ¿no?
A ver si mañana cuelgo mi hamburguesa especial sin pan...absolutamente deliciosa.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Lubina tibia (o ya me hablo con el pescadero, aunque él aún no lo sepa)


No sé como empezar este post. No sé si contar como hice la lubina, o cómo la terminó de disfrazar mi santo, o cómo he vuelto al redil de mi pescadero habitual, o el porqué dejé de hablarle.


Bueno, para romper el hielo, pongo el resultado final de la lubina, y ya voy contando todo lo demás. Total, hay confianza para leerme y decirme ¡vaya rollo!, o hasta ni terminarlo, pero eso sí, comentar y decir "Tita, hoy estás intragable"



Buena pinta ¿eh? Pues es bien facilón. La foto es mía, pero que la coja quién quiera (eso sí, si alguna vez gana dinero con ella, que reparta con las oenegés por favor)

Somos muy raros. Compramos en mil sitios. Porque nos gusta la carne de aquí, la leche de allá, el helao del mercadona...en fin. Hago la compra grande del mes en un sitio, y la carne y el pescado en otro diferente...bueno, hasta que el pescadero se pasó de listo, y yo me cabreé como una mona. Resulta que en esta pescadería están por turnos, un día el dueño (el listo) y al siguiente el dependiente, un chico encantador y muy muy buen profesional. Pues fui un lunes a por unos mejillones, que somos muy mejilloneros nosotros y se los pido al chico "ponme 2 kilitos de mejillones, anda" y me dice el chico en bajito "ni hablar, ¿como vienes hoy lunes? estos son del sábado, vente mañana"




Decido declararle mi lealtad eterna a esta buena persona, y me voy dándole las gracias. Al día siguiente vuelvo, pero no está el chico, está el dueño. Yo noto que hay pescado fresco, pero también está mezclado lo de ayer lunes, o sea, lo del sábado. Y pese a ver que la caja de mejillones parece tener la misma cantidad...me arriesgo y le digo ¿Son de hoy los mejillones? El dueño duda en un microgesto minúsculo, y me dice mintiendo (ahora lo sé) descaradamente SI. Pues venga, dos kilos.

Alguno habría fresco, no lo niego. Pero juro que los cocí al vapor, y tuve que tirar según los abría más de la mitad. Y los que llevé a la mesa solo pudimos comer dos, uno mi santo, otro yo, si siempre los has comido frescos y en buenas condiciones...los otros cantan un montón. Así que los guardé en una bolsa, absolutamente indignada, y se los llevé al día siguiente ¡lástima, estaba el dependiente, claro! así que le di las gracias a él, y le dije que le dijera a su jefe que estaban en mal estado. No esperé más, me fui volando a trabajar.



Como la carnicería está al lado, y a esa siempre vuelvo, otro día no tardó el dueño de la pescadería en pedirme explicaciones ¡él a mí! que amablemente le di. Él, claro, no sabe que juego con ventaja, y que sé por su dependiente que mezcló los buenos con los atrasados. Pero no puedo exponerle, le digo que confío en su palabra, tú me dijiste que eran buenos ¿no? pues en Mercamadrid te deben haber colado los malos, señor mío. Y no vuelvo más, prefiero las pescaderías que tienen que cerrar a media tarde porque se han quedado sin género, a las que compran de más, y por no tirarlo (normal) te lo van metiendo al día siguiente, y al siguiente, y al otro...

El resultado es que tuve que emigrar buscando nuevas alternativas, lo cual no es fácil. Soy muy muy exigente con el pescado, y además, con tanto olfato como tengo...cualquiera regular me expulsa sin querer. Las pescaderías buenas, buenas, las frescas, tienen un olor muy agradable a pescado fresco y a mar, no sé si me explico. Que no molesta, vaya.



Las lubinas no son del señor este ¿eh? no vayáis a creer. Son de la pescadería de mi lugar de compra grande habitual. Llegué justo cuando estaban sacando el pescado recién traido y la lubina estaba tan fresca que me dió los buenos días y todo: Juzgar vosotros mismos, escamas brillantísimas, ojo brillante y sin hundir (en la foto no se ve muy bien) y las branquias bien coloraditas. Además, las congelé, y mirad su aspecto una semana después:



Pues eso. Hice la compra del pescado, y contentísima, ¡qué fresquitas, las lubinas, las doradas, los bacaladitos, el salmón! Una señora arrampló con la última merluza mientras yo la decía adiós con lágrimas en los ojos...



Y a los pocos días fui al otro sitio a por la carne. Y al pasar por la pescaderíadondenomehablabaconelpescadero veo el género que tiene el muy....y como está tan fresquito, y para mí eso es un imán, y total, como no está él, que está el dependiente....pues mira, trago saliva y me guardo la dignidad en el zapato; así que no resisto la tentación y arramplo también con sepia, mero y termino suplicándole al mancebo "no le digas a tu jefe que he estado aquí ¿eh?" el chico se ríe y se hace el tonto, y dice que no pasa nada que las clientas también tienen preferencias, "tú dí que prefieres que te atienda yo y ya está". Yo le recuerdo lo que pasó, y el chico hace lo que no hizo el agarrao de su jefe en su día, me pone gratis (bueno, bien pagados estaban hacía meses) más o menos un kilo de mejillones que con un guiño me dice "Ya verás como éstos no los tienes que tirar". Vergüenza ajena me da que la gente pierda clientes por ganar 4 euros que costaron aquellos mejillones ¡jolín!



Ya le dije al chico, "cuando tú pongas pescadería, allá que voy de clienta" Se ríe, y dice que ni hablar, se duerme más tranquilo trabajando para otros que para uno mismo, es cierto y eso es otra historia...



Y ya digo yo ahora...esto prometía ser largo, pero ya llega la hora de la receta. Me gusta la lubina porque es muy fina y elegante (no porque la pongan en sitios finos, sino porque su tacto y sabor es lo que me sugiere), y facilísima de hacer de cualquier manera. Pero como mi santo es un poco lagarto lagarto para casi todos los pescados excepto los que no saben a pescado....pues pienso en hacérselo un poco ameno, y no presentarle la lubina recién sacada de la sal, así en plan campamento, que queda como rústico (además tenía tripa y todo, que es lo suyo para hacerla a la sal:


¡Bingo! Tengo esos mejillones ultrafresquísimos, y gordos que te mueres que me ha regalado el mancebo de la pescadería, así que los limpiamos por fuera y los ponemos en una cacerola tapada (sin agua ni nada, solo lo mojado de la cáscara) a fuego medio unos minutos, hasta que el vapor los abre y les ves ligeramente cocidos, entonces sin quemarte, les ponemos limón a chorro por encima y los sacamos de su cáscara y reservamos....porque voy a limpiar en trocitos la lubina asada a la sal, y voy a hacer una ensalada tibia con estos mejillones.

El plato hasta aquí podía haber quedado fenomenal. Lo hubiera regado con un poquito de limón más y aceite de oliva, unos tomatitos cherry y tirando, pero claro, la que está a dieta soy yo, no mis amores. Así que preparé un revuelto de esos de plancha de verduras (variadito, buenísimos), y una salsita decente de esas que a mi santo le vuelve loco pringar. La salsa naranjita que veis llevaba lo siguiente:

-Un ajito muy picadito

-Unos piñones picaditos también

-Un brick de nata pequeño, para cocinar

-Un chorrín de whisky

-Tres cucharadas de tomate frito

-Sal al gusto

Rehogué los piñones con el ajito, y añadí el whisky (hizo fluussss, bien, que se vaya el alcohol, solo sabor) y la nata. Solo iba a usar la mitad, solo por mojar un poquito la lubina con la salsita, pero mi santo me pidió que fuera generosa, que no quería verlo mono, sino pringar bien. Venga, todo el brick (bueno, yo siempre puedo ponerme solo unas gotitas de salsa, ¿no?) Y cuando ha dado un hervor, añadir una cucharadita de tomate para teñirlo, y probar. Si queréis, poner más, pero ir probando, que no pase del límite y solo sepa a tomate tapando todo lo demás. Quedó exquisita.

¿Habéis hecho lubina a la sal? Fácil de la muerte para quien no. Buscar pescadería de confianza, y comprar las lubinas (una si son muy grandes, pero tiene que haber unos 300-350 gr. por persona en crudo) frescas, que no las abran ni quiten tripa, solo raspar escamas. Se lavan y se ponen en una fuente de horno sobre una cama de sal gorda bien generosa. Se tapan con más sal y se deja solo la cabeza y la cola fuera. Se ponen a horno fuerte y precalentado como 20 minutos, no mucho más, puesto que se nos secarían. De todas formas ir tocando, si la costra de sal está dura ya, y dorada no digamos, sacadlo, romped la costra (como en la foto de arriba) y sacar el pescado. Se abre por el centro, retirad la tripa y la piel y coged los trozos tratando de que estén limpios sin espina.
Inexplicablemente esta manera de hacer el pescado nunca lo deja ni soso ni salado...
Bueno, pues eso, luego lo decoramos artísticamente en el plato. El resultado penúltimo fue el de la primera foto: como si fuera de restaurante, y a 28 € el plato, con un poquitín de verdurita de acompañamiento y un chorrín así como casual de salsa, y no como si hubiéramos estado pensando un rato como quedará más bonito y cÁsual (jamía)
Pero mi santo tenía que tapar el sabor a lubina (y añadir más verdura, claro) y por el camino, disfrazó toda la lubina con la salsa también en mi plato en un descuido mío, y en un olvido suyo de que estoy controlando mi dieta ¡ainsssssssss! Así es que, así es como al final nos comimos esta deliciosa ensalada tibia de lubina y mejillones...encharcada:


Observesé la cantidad de salsa que chorrea mi creación. Eso significó media barra de pan pringando por lo menos. Por cierto, para los y las amantes de los mejillones, empieza su temporada...RecordaR que los mejores se compran en mes con R

Un abrazo perezoso de domingo (que no menos sentido) para todos.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Puaffff (o sea, gallitos al horno)


Hay tres pescados que no soporto: los gallitos (por sooosos), las truchas (por ese dulzoramargorsosorrr) y las sardinas (tengo demasiado olfato para soportarlo, lo siento). Con esta clasificación quiero decir que puedo comer un gallito si no hay más remedio. Comeré una trucha bajo coacción. Pero jamás jamás comeré otra sardina (pero en lata, sí)


Pues resulta que para descongelar ya el congelador de una vez por todas (yo es que veo otro tipo de pescado fresco, o carne buena...y no lo puedo evitar, compro, congelo, acumulo) y sólo quedaban 6 gallitos congelados de 2 en 2 para mi nena (sí, a ella sí se los doy). Pues ¡ea! Todos fuera del congelador y a usar.


Mi santo, comparte como yo estos tres odios ancestrales (no gallo-no trucha-no sardina) y no consigo engañarle para comerse dos gallos. Y yo que estoy en plena vorágine dietil, decido hacérmelos al horno, con un chorrete de limón y aceite para no pasarlos por harina y freirlo, que tendría más calorías.


¡Qué poca alegría tenían los jodíos! Les pongo un tomate, que se ase algo, un poquillo y me alegre un poco, aunque sea la vista. Menos mal que se lo puse...era lo único con sustancia.


Bueno...su mérito tuvo. Sólo comí pan en el desayuno, y 2 litros de agua, y toda la fruta que me apeteció durante el día. Para gastar los putos gallos, me los volví a asar por la noche. Arggggg ¡qué poca alegría! Podría comer siempre así, la verdad ¡¡pero que tristeza de vida!! prefiero el bacalao...


He perdido 1,200 Kg...(biennnnnnnnnnnnnnnnnnnn)...mañana o pasado cuelgo la lubina disfrazada, y mi reconciliación (por la espalda) con el pescadero ¡Ejem!

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Me muero por un helado (o como castigarse con la báscula)


He sido mala. Malísima.


Me estuve cuidando bastante, con la dieta equilibrada en meses anteriores al verano ¡y no por el bikini! que me da igual, sino por fortalecer la espalda (ya hablaremos otro día de los titulares de hoy, y el reposo o no reposo del lumbago), y no estar demasiado fondona para quedarnos embarazados (ea, ya lo he dicho claro clarito ¡espero que no se gafe!) Además que habiendo dejado de fumar, no era cuestión de dejarme llevar por la ansiedad...


Y también como no, para no controlarme tanto durante las vacaciones. Queríamos comer pescaito frito y similares sin angustia.


Bueno, pues lo temido llegó. Pese a haber hecho más ejercicio que el resto del año, es decir, nadar en la piscina todos los días, bajar con los achiperres a la playa, o a las calas por esas escaleras eternas, dar laaaaaargos paseos por el parque de atracciones, y el zoo, varios días y tardes, además de pasear por el pueblo (eso sí, con una parada en la heladería, cucurucho grande, dos sabores, bola gorda)


Yo que estaba en el límite de un peso normal (con un poco de barriguita) antes justo de una obesidad ligera...voy y la fastidio...la puñetera báscula (¡¡¡hay que matar al mensajero de malas noticias!!!) dice que he ganado 2 kilazos justos, ni un gramo más, ni uno menos. Y esto por la mañana y después de ir al baño ¡ejem!


Así que con gran esfuerzo trato de reconducir nuestros hábitos alimenticios previos a agosto...¡y como cuesta!! juro que durante agosto no le di un segundo pensamiento a comer medio kilo de helado, o unas pastitas de te. Me las comía y punto ¡y qué rápido se acostumbra una a lo bueno!


Así que recopilando recopilando, más o menos esto es lo que he venido a sobrepasarme en 1 mes. Los nombro como a participantes de unas vacaciones hermosas, cálidas, suaves y dulces...¡que nos quiten lo bailao! y con una promesa ¡Nos veremos...pero poco a poco, cuando vaya bajando y de uno en uno de finde en finde!! ¡Fue bonito mientras duró!


Gracias a:


-5 kilos de helado de Mercadona de Vainilla con nueces

-8-10 raciones de "Puntillitas" en Cádiz (chopitos)

-Más de atún encebollao con más pan..

-Más o menos las mismas de deliciosos calamares rebozados, claro

-Tortillitas de Camarones

-Ortiguitas de mar (Algas rebozadas)

-4-5 Paellas de 2 personas (enooooooormes) que nos comíamos mi enana y yo..o sea, que yo me comía lo de una persona y media...y bien generosas que eran las paellas

-Pasteles del pastelero de La línea que llevaba a media tarde a la playa ¡ainssssssss!

-1 caja de helados Drácula que la menda se ha comido sola en todo el mes.

-Más o menos 10-12 donuts, de los normales (que nunca compro)

-Varias barras de pan con el pisto de mi madre.

-Idem pringando salsa de Pollo en Pepitoria de mi madre también.

-Coca-colas varias (madre mía, yo que no compro nunca)

-3 barbacoas con su pancetita con pan incluida
Por cierto, para que no se diga que no pongo receta o truco...me he enterado que ese rebozado ligero tan maravilloso que hace tan ricas las puntillitas y los calamares, es de Harina de Garbanzos. Ya lo probaré y os cuento. Eso sí, si podéis confirmar si esto es así, ¡espero vuestras respuestas!

Seguro que algún pecadillo se me olvida...en fin
Guarreridas: me hicisteis feliz mientras duró...¡adiós, verano, adiós!

sábado, 1 de agosto de 2009

Tu tortilla Vs Mi tortilla


Mi mejor amiga, en sus primeros y terribles meses de casada (no habían convivido antes, y como en casi todos los inicios de convivencia, fue terrible) me contaba hace tiempo una de sus peores discusiones.
La tortilla. Bueno, la verdad es que visto así, no parece tan grave ¿verdad? Pero si detrás de la palabra tortilla van las palabras: Suegra o Tu familia...la cosa se complica. Sobre todo si las suegras respectivas se empeñan en abastecer de tortilla la casa.
La verdad es que hasta para eso hay que tener suerte. Yo envidio a las que/los que se llevan fenomenal con sus suegras ¿por qué los suegros son de otra forma?
Ella me contaba que, tratando de hacer una tortilla de patata, empezaron a discutir sobre la manera de hacerla. Él de una manera (como su madre) ella, de otra (como la suya). La cosa iba a mayores, pero tuvieron los suficientes reflejos como para cortar, mirarse y decidir hacer una tortilla nueva.
Nada de copias. Nada de sucedáneos. Nada de importación.
"Hicimos nuestra propia tortilla ¿te das cuenta?"-me decía mi amiga con los ojos iluminados-"los dos juntos, creamos una tortilla nueva y diferente y no imaginas lo rica que estaba, y cuánto nos gustó a los dos por igual"
A mí me daban ganas de llorar de la emoción. Nadie que no haya tenido esas tensiones intra-matrimoniales por causas extra-familiares (de las respectivas familias me refiero) suele entender estas grandes victorias del AMOR.
Quería compartirlo. Siempre he pensado que es una de las historias más románticas que me hayan contado nunca...."Hicimos nuestra propia tortilla ¿te das cuenta?". Esto si que es Amor y Cocina Cotidiana...y la receta es bien fácil. Coged a vuestra pareja o ser querido que tengáis más cerca, e inventad vuestra propia tortilla.

lunes, 27 de julio de 2009

Menú por 1 euro al día por persona (o cómo pasar más hambre que el perrounciego)


A mí desde pequeña me enseñaron que con las cosas de comer no se juega ¿verdad que no? pues eso. Que yo vi la publicidad del establecimiento éste y la verdad, que yo no creo en la maldad ajena, y pensé que la cosa iba en serio y no dejaba de preguntarme ¿estaré derrochando dinero en la comida?


Pues eso, que me moría de la curiosidad, y dando por supuesto que sería algo serio, y estudiado, me busco en internet a ver de qué va la campaña (no sea que resulte que es que han puesto comedores sociales, y yo en la inopia). Por supuesto, no es así, es una lista que ellos han elaborado de productos con los que se supone que una familia de 4 miembros (dos adultos y dos niños) debe sobrevivir. Y la primera en la frente, el primer enlace que me encuentro es el de un estudio de la OCU que mira que son rápidos, ya lo han analizado y es claramente insuficiente. Aquí el enlace para que veais la lista. Hombre, mi niña no es de mucho comer, y ya dije que mi santo es un mago de la imaginación con cuatro cosas de la nevera...pero con esta lista, ni con esas.


Lo primero que me llama la atención, es que solo hay 5 litros de leche en la cesta. Para las que estais criando...seguro sabéis que los niños han de tomar mínimo 1/2 litro por niño/día. Vale, pues entonces, esos dos niños solo cubrirán 5 días de la semana. Los otros dos días los vamos a cubrir con los 8 yogures naturales (naturalmente marca 1, la peor marca blanca que yo haya probado con diferencia) 2 yogures por niño y día del fin de semana, que es el que nos quedaba por cubrir de calcio. Observesé que los adultos, en pos del buen crecimiento de sus niños, no probarán ni gotita de leche, ni de yogur. Y si es pareja heterosexual, bueno, el padre que se aguante, pero la madre, a este ritmo, no se va a cuidar nada su futura y cantada osteoporosis....¡y que se cuide muy mucho de quedarse embarazada, claro, que se la van a quedar los huesos como palillos) Y si es pareja homosexual de mujeres, multiplíquese el problema osteoporosis por dos.


Seguimos. El desayuno de los niños lo tendremos que completar con una rebanada de pan de molde con aceite de girasol. Solo una rebanada, porque en 600 gr. tampoco entra tanto para toda la semana. Los padres/madres que no coman, que no va a llegar. Resultado del desayuno: Niños cubiertos de calcio, y semicubiertos de cereales (no es el más sano, mejor pan fresco pero bueno...) y grasa vegetal...bueno. Padres Cero patatero. Que disfruten viendo a sus retoños comidos y a trabajar con el estómago vacío, que no es tan malo.


Comida. El lunes macarrones. Solo hay 500 gr., o sea, que para hoy pero no sobra para mañana, así que nada, toda la bolsa ¿con qué? con nada. Bueno, con aceite de girasol y un tomate aplastuflado (uno de los del único kilo que tenemos para toda la semana). Le vamos a poner dos latitas de atún de las 3 que tenemos para la semana, por ponerle proteinas y eso.


Como los macarrones con aceite y atún van a ser poco, ponemos una ensalada con media lechuga iceberg (solo tenemos una) y dos tomatitos (ay, que ya sólo quedan 4)


De postre, como solo tenemos 12 piezas de fruta (los yogures no valen, se reservan para el desayuno de los niños el finde), pues se corta una manzana y una naranja PARA TODOS. Esto será así todos los días de la semana, excepto el domingo, que no habrá. Bueno, a partir del jueves ya no habrá naranjas, puesto que solo era un kilo, y de manzanas 2 kg.


Buffffff qué esfuerzo...primera comida resuelta. La cena del lunes. Tenemos 4 truchas de 300 gr. cada una. Antes de que huelan, nos las vamos a comer. Así que las asamos en el horno, con una patata pequeña para cada uno, intentando que en total las patatas no superen el medio kilo (sólo tenemos 5 kg de patatas para toda la semana). Hoy sin contemplaciones, le damos una leche al niño que proteste por el pescado...realmente no hay otra cosa. Ni postre tampoco. Irse a la cama rápido antes de gastar energía.


Observesé que no ha habido merienda. Bueno, a lo mejor podíamos darles otra rebanada de pan de molde con aceite de girasol otra vez. No hay más relleno. Las salchichas las dejamos para otro día.


Día 2. Segundo día de los pa-mamás sin desayunar. Comida: Lentejas con arroz y costilla. Tenemos Medio kg de lentejas, 1 kg de arroz y 650 gr de costilla. Eso significa ¡albricias! que podemos comer lentejas 3 días ¡sí! Pero hay que estiraaaaaaaaar mucho. Así que cocinamos utilizando 1 sólo tomate. Sin ajo. Sin cebolla. Digo que cocinamos el medio kilo entero de lentejas (4 bocas ya son respetables) y 1/4 de arroz y la mitad de la costilla. Ponemos otras 4 patatitas pequeñas, que no hagan 1/2 kg a cocer también. Ya sólo nos quedan 4kg de patatas. Ya sólo nos quedan 3 tomates...a lo mejor hay que replantearse usar ese tomate cocido en las lentejas. Definitivamente no, guardamos ese tomate para tener 4...nos va a hacer falta. Racionar generosamente la cacerola que nos salga, para poder sacar 12 raciones de ella (4 miembros para 3 días)


La cena del martes...pues empieza el marrón...a ver, hacemos una tortillita de patata escasita, de 4 huevos de la docena que tenemos (y son pequeños) y ensalada de lechuga sola, la media que nos quedaba. Se acabó la lechuga. Repetir operación, a la cama zumbando, sin gastar energía, porque habrán tocado a bocaito y medio de tortilla. Recordemos que son ¡¡4 miembros!! Recordad no gastar más de 1/2 kg de patatas (unas 3 ó 4 medianas)


Día 3: Desayuno, para los niños, lo mismo, su leche y rebanada de pan con aceite de girasol y los padres una de lo mismo, nada de nada. Además empezamos a pensar, que si queremos darles de desayunar, no les podemos dar de merendar la otra rebanada...Comida, lentejas otra vez, que a estas alturas, nadie está en condiciones ni de dejarlas, ¡¡ni de plantearlo siquiera!!


La cena del miércoles. A ver. Tenemos 2 kg de traseros de pollo, que son unas 6 piezas aproximadamente. Venga, va, a derrochar. Hacemos una pieza por persona al horno, con otra patatita asada y ya, a la cama corriendo. Nos tienen que sobrar 2 traseros, y ya sólo nos quedan, si no recuerdo mal, 3 kg si no menos, de patatas. Y es miércoles. Buffffffff. No olvidar la manzana y naranja de todos, a ver si encima de poca, se va a estropear la fruta.


Día 4. Desayuno, lo mismo de lo mismo. A estas alturas sin café y con el aliento mañanero, la tensión materno-paterna es evidente, pero los niños, en serio, tienen cubierta su ración de calcio. Comida...pues lentejas otra vez ¡y gracias! Y la cena...pues vamos a poner las acelgas que se nos van a poner pochas. Dicen que un manojo de 1 kg...ja! serán 750 gr. si llegan...pero bueno. Teniendo en cuenta que en mi casa, siendo dos adultos y medio moco nos trincamos de primero casi kilo y cuarto de acelgas cocidas...esta gente va a pasar muuuuuucha hambre. Cocemos con patata, una mediana por persona más o menos. Ya no nos quedan acelgas. Sólo nos quedan 2,5 kg de patatas. Pelar la manzana y la naranja. Adiós naranjas, adiós. A la cama.


Día 5 ¡Al fin viernes! ¿Al fin viernes? Esto se acaba. De comer hacemos un arroz hervido con los dos traseros de pollo que nos quedaban acompañado por un tomate cortado por persona. Se acabó el pollo. Se acabaron los tomates. Se acabó el arroz. De cena hacemos otra tortilla de patata, sólo 4 patatitas medianas-pequeñas y sólo 4 huevos por supuesto. Nos quedan 4 huevos. Nos quedan 2 kg de patatas. Jodeeeeeeeeer.


Día 6. Sábado. Ya no hay leche. Los niños desayunan yogures, dos cada uno, y una rebanada de pan con aceite de girasol. Los padres de nuevo, de miranda. De comida patatas con costilla, la que nos quedaba y que habremos congelado, claro, si no, apestará. Cocidas no cunden tanto las patatas, utilizamos sin querer casi un kilo para los cuatro. Pelar dos manzanas para todos. Adiós manzanas, adiós.


O sea, que sólo queda 1 kg de patatas. Y 1 paquete de salchichas frankfurt marca 1, que al increible precio de 0,36 cent...no son las gordas, no, sino las 7 chiquininas. 1 lata de atún. 5 ó 6 rebanadas de pan de molde. Y 4 huevos.


Vale, no desanimarse. El sábado cenamos otra tortilla de patatas, de nuevo escasita, con los 4 huevos chicos y 4 patatas medianas, ya sólo nos quedan 1/2 kg de patatas.


Día 7. Domingo. De ayuno para los padres por Séptimo día consecutivo. Los niños acaban con sus yogures, obligatorios por supuesto, y con su pan de molde. Solo queda una rebanada.


De comer haremos un caldo con los huesos de los pollos, que, previsores nosotros guardamos viendo venir el percal. En ese caldo cocemos el medio kilillo de patatas que nos queda. Añadir las 7 salchichas en trozos, que quede repartidito.


Sorteamos la rebanada de pan de molde con la lata de atún de postre.


De cena, nos bebemos por turnos lo que queda en la botella de aceite de girasol.


Pretendía ser irónica, y hasta divertida. Y me muero de pena pensando en lo bien que comemos, al menos en mi casa, y en la cantidad de familias que posiblemente estén sobreviviendo con menos de este dinero a la semana.


Y a los del carreflus...un poquito más de por favor. Que como dice mi santo...."A ver si esta lista está confeccionada para gente, que antes incluso comía menos o peor"


Pues va a ser que o son gilipollas estos del carreflús, o que mi santo tiene más razón que un idem...