Me están cundiendo estos días de vacaciones, en los que tenemos tiempo para todo, y que, afortunadamente al final, puedo compartir con el santo y las niñas.
En cuatro días terminé este libro, La verdad sobre el caso Harry Quebert de Jöel Dicker, una novela de suspense muy bien construida, con mucha intriga, en la que el autor te lleva y te trae por donde quiere. Me encanta la manera de comenzar cada capítulo, una enseñanza de escritura y de vida. Me ha gustado éste especialmente, y que tiene mucho que ver con el miedo a escribir sin nick, a que te lean conocidos, a que te lean desconocidos y pierdas el control de lo que haces ¿se mantiene alguna vez?
"El peligro de los libros, mi querido Marcus, es que a veces se puede perder el control. Publicar significa que lo que ha escrito usted en compañía de la soledad se escapa de pronto de sus manos y desaparece entre la gente. Es un momento muy peligroso: debe usted conservar el control de la situación en todo momento. Perder el control de su propio libro es catastrófico"
Un libro estupendo y fácil para leer en verano, aunque me haya recordado en ciertos aspectos a aquella famosa serie, Twin Peaks, ¿Quién mató a Laura Palmer? atención, y aquí un poco de espoiler: dar demasiadas vueltas al asesino final, llevándote de un lado al otro como si al comenzar el libro no hubiera sabido como terminarlo. Cosa que también va avisando a lo largo, con lo cual, no sé si es criticable...
En fin, recomendable en todo caso, aunque no sea tan redondo como Doña Agatha Christie, mi favorita en el ramo.
También me he leido de Albert Espinosa Todo lo que podríamos haber sido tú y yo, si no fuéramos tú y yo.
Es rara. Bueno, no, es rarísima. Yo conocí a Albert Espinosa con El mundo amarillo, y me encantó, sin ser un libro de autoayuda, ves las cosas de otra manera, muy recomendable.
En este libro (muy corto) hay un montón de frases, de mensajes, y de sabiduría o como quiera verse, pero la historia que se monta para envolverlo es floja y no justifica llamarse libro, y menos gastarse dinero en él. Aunque como digo, tiene alguna frase memorable, es un libro prescindible. Quizá útil para juveniles.
El caso contrario es el de Gerald Durrell y el libro Un novio para mamá y otros relatos. Es como cuando en un círculo de amistades tienes un historial de anécdotas, y alguna de las mejores pretendes compartirlas en otro círculo. La falta de historia común, la falta de detalles que van completando los protagonistas originales, puede hacer caer esa anécdota en un espantoso ridículo, donde no tiene ni la mitad de gracia, y la gente no comprende por qué era tan graciosísimo.
Aún me lo estoy leyendo, pero Durrell en este libro consigue que eso no suceda, y toma muchas anécdotas reales, propias, y ajenas de sus amistades, y enmarca cada una en un relato con esa narración magistral que consigue hacer que disfrutemos de cada una de ellas. Durrell, como siempre, hace gala de un sentido del humor finísimo que me hace disfrutar de cada relato completo. Tanto que gana más protagonismo el relato en sí, que la anécdota misma. Un placer, muy muy recomendable. Ya le conocí por Mi familia y otros animales, que comenté aquí, y quiero continuar con Bichos y demás parientes y El jardín de los dioses.
Ahora voy a comenzar con éste. Dicen que es un imprescindible, parece crudo y no sé si podré con ello. Es una trilogía, empezaré con Si esto es un hombre, de Primo Levi.
Y vosotros ¿qué estáis leyendo?