martes, 30 de noviembre de 2010

Níscalos en salsa, leopardos y caqui-tas

Acaba por fin el abominable mes de noviembre, de cambios hacia la época oscura que decían los celtas, mes de bruma, frío y oscuridad, días acortados por el cosmos y por el hombre, y días de recuerdos de tragedias.



Acaba al fin al mes en el que hace ya 10 años que te perdimos. El día de tu aniversario, la casualidad nos puso por delante unos magníficos níscalos, de frutería claro, y a 4 euros el 1/4 de kilo. Sonreí pensando en ti. Qué poco o qué nada pagaste tú nunca por unas setas.



Sonreí pensando en la fiesta que se organizaba en casa cuando traías, de tu propia recolección por el pinar tus propios níscalos, o por regalo de algún amigo. Máma (acentuada llana) haciendolos en salsa, y nosotros relamiéndonos mientras se hacían, con ese delicioso aroma y anticipando el sabor. Tú los limpiabas, y mama iba arreglando el guiso para incoporarlos.



Sonreí pensando en nuestra comedia habitual cuando no eran níscalos, y traías algún puñado de setas.



-¿Qué setas son esas?-inquiría mama

-Unas setas que me he encontrado

-Pues yo no las como, ni te las pienso guisar, te mueres tú solo

-¿A que tú si que te las quieres comer conmigo hija?-te sonreías de medio lado mientras me guiñabas un ojo

-Pues claro ¿de donde son?

-Que me las he encontrado-y no te bajabas del burro, nunca reconocías que sabías perfectamente que eran setas de cardo, que no tenían peligro, por supuesto que no.

-Allá vosotros-sentenciaba siempre mama, siguiendo la misma comedia, mirando por encima de las gafas de cerca mientras continuaba la labor.



Níscalos en salsa:



Picar cebolla, ajo, choricito rico, jamón y bacon si tuviéramos. Lavar lo justo los níscalos. Si los habéis encontrado, como sean, hay que cortarlos con cuchillo y dejar el pie en el monte para que se reproduzcan al año que viene, y los que nos llevemos, ha de ser en una cesta de la que pueda irse cayendo espora mientras paseamos, así favorecemos la reproducción. Si se compran, hay que procurar que sean pequeños mejor que grandes. Los pequeños son jóvenes y tienen más conservado y concentrado el sabor.





Nos sentamos la nena, el santo y yo a disfrutar del cambio de menú en la cena. Hemos salido de nuevo a por más pan caliente para poder mojar bien agusto en la deliciosa salsa que nos ha quedado. En la misma frutería hace un rato, con los níscalos, la nena me pidió caquis para llevar mañana de almuerzo al cole.



Me como el primer níscalo, y el sabor a bosque y a tierra me llenan la boca. Nada como un níscalo para sentir el sabor del otoño.
Pienso en ti, y la casualidad de comer hoy, justo, en tu aniversario, este plato que era tu principal delicatessen. La nena interrumpe mis pensamientos y me pregunta como se llama la fruta que hemos comprado, que no se acuerda:



-Caqui

-Papi, papi, ¿sabes lo que voy a llevar mañana de almuerzo al cole?

-¿El qué, hija?

- ¡CAQUI!

- Ta-termina él



La nena se ríe-nooooooooooo, papá, caqui-

-ta-completa él de nuevo



La nena cree que su padre la toma el pelo, o peor, que es tonto y no la entiende, e insiste:



-Caqui

-Ta-vuelve a terminar su padre, para su desesperación



Y ella insiste, e insiste, e insiste. Y hasta le silabea:




-Mira, papi, di: Ca

-Ca-repite mi santo voluntarioso

-Qui-marca ella, creyendo que toca el éxito


-Qui...ta-vuelve a terminar él

-Nooooooooooooooooo-se lamenta, frustrada y divertida la nena, pero no cejando en el empeño.



Se sofríen la cebollita picada y el ajo en aceite de oliva, y se añade en este orden el choricito, le damos una vuelta y añadimos el bacon, otra vueltecita, y el jamón. Poner un poquito de guindilla, o mucha si nos atrevemos. Doramos todo junto, añadimos una cucharada colmada de harina y pimentón de la vera si se quiere, aunque con el del chorizo va bien servido. Removemos y añadimos agua, poca, hasta cubrir, ya que los níscalos soltarán también la suya. Ponemos los níscalos, y dejamos cocer 10 minutos. Aunque parezca poco líquido, y los níscalos duros, enseguida cederán y menguarán, no añadir más agua. Retirar y servir. Imprescindible mucho y buen pan para pringar.



Y yo no dejo de reir viéndoles luchar, con el convencimiento de tu nieta de que doblegará a su padre. Caqui (ta)
Y veo tu guiño a través de los años. Y recuerdo que yo debía tener la misma edad más o menos que mi nena ahora, y tú y yo peleábamos de la misma manera:



-¿Y eso que te has puesto que es?

-Unos leotardos nuevos que me ha comprado mama - Y tuerzo las piernas coqueta para que los veas bien.

-¿Unos leopardos? vaya cosa más rara

-Noooooooooo, unos leotardos.

-Eso he dicho, leopardos

-Leotardos

-Leopardos

-No papa, le-o-tar-dos

-Eso, le-o-par-dos



Jamás en mis 25 años junto a ti te oí llamarlos de otra forma. Leopardos.



Río viendoles porque es realmente divertido, y sonrío porque sé que mi hija nunca olvidará este momento con su padre, y porque sé que jamás volverá a comer caqui, sino caqui(ta) aunque su padre no esté cerca para completarlo.



No lo olvidará, como yo no te olvido a ti.



Y vuelvo a sonreir.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Día internacional contra la Violencia de género

Por vosotras, las que desgraciadamente no conoceréis los pequeños pasitos en los que vamos avanzando.

Que se respete la vida de personas como tú, mujer, que te fue sesgada por una falsa pasión, por un falso amor, por un verdadero abuso de poder y superioridad, sobre todo física.

Ninguna lucha es válida del todo, si no se empieza por respetar la vida...

martes, 23 de noviembre de 2010

Crema de calabacín ¡o me encanta mi panza!

Es gigante, escandalosa, gloriosa ¡la voy a echar de menos! pero apenas nada, porque tengo unas ganas enormes de ver a su habitante.

En todo caso, esto, aún parida, tardará en bajar...ya lo veréis. Y menos con la dieta que manejo en algún rato tonto.

El primer trimestre fue el de los pepinillos
El segundo trimestre el de las napolitanas de chocolate
El tercero está siendo el de los polvorones en fin de semana (ligeramente solapado con napolitanas entre semana ¡¡ups!!)

Como las porras que se mueven a mi alrededor vaticinan que yo no cumplo la semana 40...estoy preparando comida en el nido: ayer hice gran perol de crema de calabacín, del que ya he congelado parte, y mañana pongo cocido-cocidazo, que me da mucha alegría encontrarmelo luego en el congelador ¡hum!

Receta de la crema de calabacín (para muuuuucha crema):

-5 calabacines grandes
-5 patatitas pequeñas
-7 quesitos (chiste: ¿qué hay detrás de la vaca que ríe? pues el toro que...la piropea ¡ejem!)

Pelar y poner patata y calabacín en trozos a cocer con no demasiada agua, apenas una cuarta parte de lo que ocupen los trozos en la cacerola, ya que el calabacín soltará mucho líquido. Cuando la patata esté cocida, añadir los quesitos (pelados) y dos vasos de leche (si eso, desnatada, para compensar) y pasar por la batidora. Añadir leche si lo queremos más fino, o copos de puré de patata si quisiéramos espesarlo.

Corregir de sal ¡Delicioso!

Una matrona me ha dicho que no tengo pinta de pasar de la próxima luna llena. Ahora que sé que mi niña cada vez está más madura, y va ganando cada vez más peso...el pensamiento de verla antes me hace especialmente feliz, y me hace de nuevo caminar sobre nubes....

No tengo foto de la crema de calabacín. Pero esta foto, me gusta mucho más:



¡Abrazos!

sábado, 20 de noviembre de 2010

¿Buscabas porno infantil? III Cibercampaña 2010 contra la Pornografía Infantil

Pederasta, te equivocaste de sitio.


Para todos los demás, uníos hoy a esta campaña contra esta lacra. Hoy es el día internacional del niño, y tenemos que conseguir sembrar los buscadores con entradas falsas de lo que andan buscando LOS CERDOS.

En youtube, en este enlace, puedes darle a "compartir" y añadirlo a tu Blogger para que se publique

¡Uneté!





La pornografía infantil en la Red es una lacra imparable que ensucia nuestras vidas cada día. La presión policial con macrorredadas no es suficiente para detener las malas prácticas de estos individuos --que actúan desde el anonimato que pueden brindar Internet y las redes sociales-- golpeando las vidas de cientos de niños, incluso bebés, en busca de un deseo sexual depravado y enfermizo. Por eso entre todos los internautas debemos ponernos manos a la obra y volver a meter el máximo de ruido en el ciberespacio.

El objetivo de esta III Cibercampaña 2010 contra la Pornografía Infantil es que el próximo 20 de noviembre del 2010 --Día Universal del Niño-- miles de internautas escribamos un texto con el título «Pornografía Infantil NO» para sembrar los buscadores de Internet de severas críticas a esta vergüenza humana y social. De esta forma conseguiremos que las ciberbúsquedas de las palabras Pornografía + Infantil al menos golpeen la conciencia de tanto depravado.

En el texto podéis colar términos de búsqueda empleados por los pederastas y pedófilos como "angels", "lolitas", "boylover", "preteens", "girllover", "childlover", "pedoboy", "boyboy", "fetishboy" o "feet boy" para llegar adonde queremos llegar.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Pe-lechuga (u operación P-olvorón)

Jueves 22.25 de la noche.
Comienza la operación P de Polvorón, en la que dos individuos, quiero decir, individuo e individua atan los últimos cabos.

Contrariamente a lo que se pueda llegar a pensar por el título, dicha operación no tiene nada que ver (por desgracia para sus maquinantes) con orgías, sexo o todo junto. El bichín se mueve tanto...que tres son multitud ¡qué mal rollo!



Continuamos...22.25. Sujeto masculino masculla "Mañana es viernes"
Sujeto femenino responde: "Comienza fin de semana"
Sujeto masculino informa: Día de polvorones
Sujeto femenino confirma: ¡Día de polvorones!
Sujeto masculino pregunta: ¿Qué tenemos para mañana?
Sujeto femenino contesta: Hay pechugas descongeladas
Sujeto masculino adelanta: Te las preparo ricas ricas para cuando llegues
Sujeto femenino intuye pechugas hipercaloricas y deliciosas, y, teniendo en cuenta este imprevisto en la operación polvorón, corrige planificación:

-¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!! ¡Para correcta preparación operación polvorón, sólo pechuga y lechuga!

-Pe-lechuga
-Pe-lechuga, eso.




Pues eso, que ya están aquííííí....y añoro aquellos largos años en los que no sólo no comía ningún dulce de navidad, sino que me preguntaba quien demonios los compraba y hasta los zampaba. Si en todas las casas había una bandeja con turrón cortado y polvorones que tal y como se ponía el 20 de diciembre, parecía que se retiraba en las mismas condiciones el 7 de enero.

En todas las casas se ofrecía. Y nunca nadie comía.

¡Ay! ahora cuando los veo a finales de octubre...me da en el mismo segundo un pinchazo de alegría, y otro de horror. Intenté esquivarlos una semana. Pasé por su lado torciendo la cabeza y poniendo una mano para no mirar. La segunda semana, la primera de noviembre, fue superior a mi debilitada voluntad de embarazada voluble. Compré polvorones. De los de papel blanco. Y turrón duro de Alicante, nuestro favorito. Y nos duraron al santo y a mí el increíble...rato...de ¡¡¡3 horas!!???? Tal vez fueron 6. El caso es que el domingo no había.

Y esto no puede ser. Y si hubiera un saco, un saco caía. Así que, visto que estamos aún en noviembre, y que yo no puedo, ni debo, engordar 25 kilos en 2 meses a base de manteca de cerdo envuelta en papel blanco...pues decidimos comprarlos sólo en fin de semana.

Pues eso, que se acerca el finde y con él de nuevo ¡¡¡la operación polvorón y pe-lechuga para compensar!!

Aunque a lo mejor este finde, caen dos bolsas, para celebrar. Hoy fuimos a la ecografía de diagnóstico prenatal, que es más extensa y profunda, para analizar bien el "quiste". No afecta a nada, no está pegado a nada, ni a la bebé, ni a la placenta, ni al cordón umbilical. Tiene pinta de que fue un hematoma que se ha quedado así, como en una burbuja, y ahí está...sin estorbar a nadie. Tan bonito ha dicho el ecógrafo que es (al menos las mil fotos que le ha hecho) que dice que las van a usar para publicaciones científicas. Mira, me alegro que al menos el disgusto por su presencia hasta saber que no es nada, le sirva a alguien; ya que como sabéis, mi principal preocupación fue aquella frase del primer gine que lo vió: es que es raro...nunca lo había visto en la placenta por fuera, por dentro sí, pero por fuera, nunca.

Pues mira, para otra que le pase, ya hay literatura científica.

Una pelotita que tiene ahí para jugar mi bebé, que tiene el increíble, inimaginable, y tranquilizante peso de ¡tachán! 2 kilazos, aproximado y que puede variar ¡pero como consuela!

¡Si es que no hay nada como un buen polvorón!


Pd. Jueves noche, en algún lugar de la Comunidad de Madrid. La operación pe-lechuga, diseñada para neutralizar los efectos de la operación P-olvorón se ve amenazada por Gooooogle. Al buscar foto representativa se encuentra página de pedidos directamente a fábrica de Polvorones y Mantecados San Enrique, propietarios de la foto, y que amenaza seriamente la promesa de llevar a cabo la operación P-olvorón en fin de semana ¡Jiuston, jiuston, güi jav a P-roblem!

martes, 2 de noviembre de 2010

Las apariencias engañan (o acelgas extremeñas de gala)

¿Cuántas veces lo hemos oido? Cienes y cienes de veces, que las apariencias engañan, y que no hay que juzgar a un libro por sus tapas.


Pero nos tira también el "cuando el río suena agua lleva" y una cosa nos lleva a la otra, y el juicio, o ni siquiera eso, sin ninguna maldad, la verdad para nosotros está servida, y nosotros la damos por buena, sin más. Descubrir lo contrario suele dejarnos con la boca abierta por nuestro propio convencimiento, esa "economía cognitiva" le llaman con la que tratamos de organizar nuestro mundo.


¿Por qué digo todo esto? Llevo días pensándolo. Mucha gente está contenta, verdaderamente contenta viendo mi barriga crecer. La mayoría sabían del intento fallido anterior. Alguna mamá de compañeros de mi nena hasta se emociona tocándola por lo gorda que va, alegrándose sinceramente de que así sea.


Por otro lado trabajo rodeada de mucha gente. La conozco a toda, a algunos los veo más, a otros menos. Muchos se están sorprendiendo de este embarazo, y más todavía cuando les digo que es el segundo, y que ya tengo una nena de 6 años. Su cara es un poema...así que directamente les aclaro mi edad. Sé que es, porque ya me pasó con alguien que lo verbalizó, porque por lo visto aparento menos edad de la que tengo (ahora 35) Aquella persona, un día al ver la foto de mi nena, que entonces tenía un año, no podía creer que fuera mi hija. Y casi con pena dijo:


-¿Tan jovencita y ya tienes una niña de un año?

-Bueno...-respondí yo-en realidad mi madre piensa que ya está bien con 30 años, que ya era hora.

-Ay perdona, ¡es que me parecías tan jovencita!


Yo me puse más ancha que larga, la verdad. No me importa cumplir años (siempre es mejor que no cumplir) mientras siga aparentando 10 menos ¡por lo menos!


Así que gracias a la sinceridad de esta persona, al menos sé interpretar esas miradas de pena...de saberme madre "cuasi adolescente" por segunda vez, y con una niña de 6 años nada menos.


Y pienso entonces en qué otras cosas de mi vida, pongasé por caso, pueden llevar a confusión. Y observo los objetos que llevo en mi coche día tras día, el que aparco en la puerta del trabajo, y que todo el mundo puede ver. Llevo colgado del retrovisor de dentro un rosario que fue de la fallecida abuela de mi santo, muy antiguo, muy usado y muy rezado pues era muy devota. Y como mi coche fue antes el de mi santo, el rosario vino en el paquete, ninguno de los dos quiso moverlo de ahí...pura superstición, o cariño. Cualquiera podría pensar viendo mi coche que soy católica practicante, pero no es cierto. Soy cristiana muy muy creyente que sigue buscando su propio camino hacia Dios, y que se niega a que la actual iglesia católica adoctrine a mi hija en el colegio. Su padre y yo preferimos darle nuestra versión. Rara que es una....


También llevo en el mismo retrovisor un manto de la Virgen del Pilar, de la bandera de España que mi suegro nos trajo de Zaragoza, y que tampoco pienso quitar, pese a que alguien pueda llegar a pensar que por llevarla soy fascista. No lo soy, ni he votado nunca a la derecha, con todos los respetos para el que lo haga. Afortunadamente, la Roja, por una vez, ha hecho que esa bandera además, sea la de todos.


El otro día por sincera creo fui malinterpretada. Conversación con otras madres, una de ellas embarazada de nuevo. Describían el embarazo como un estado ideal, una experiencia irrepetible e indescriptible. Opinión que no dejo de compartir en los breves períodos en los que no estoy preocupada por llevarlo a término y en las mejores condiciones. Pero es que en ese momento me salió del alma decir que es un estado que ojalá se pasara lo antes posible, y tuviera ya a mi beba en los brazos, sana y salva.


Me miraron un poco raro, la verdad. Menos mal que saben que es un embarazo deseadísimo, porque debieron pensar que era una insensible. Es difícil explicar que me resulta difícil relajarme y disfrutar del camino, cuando otros caminos fueron tortuosos y terminaron mal. Así que alterno los miedos por las malas experiencias, con los buenos augurios, porque con mi primera nena al final todo fue bien. Va con la persona. Soy optimista por naturaleza, pero la edad también me va poniendo mis pesas de realismo...


Estoy un poco oscura, pero tras una etapa de luz, las sombras vuelven con un quiste en la placenta. La buena noticia es que es de la placenta, no es nada de la niña, y por lo visto no le afecta a su desarrollo. La mala es que es raro porque está fuera de la placenta y no dentro, y que tampoco nos dicen nada más, sólo esperar. Los fetos se alimentan de las placentas, y las placentas, a mi escaso entender, deberían ser perfectas ¿no? Pues esta tiene falla, así que no estoy tranquila.


Dentro de unos días vamos a que nos den una segunda opinión. Cada semana es una semana ganada, una semana en la que nuestra bebé crece más. Ya sólo quiero que se termine este largo, larguísimo embarazo observado desde antes de producirse, para tenerla entre mis brazos.


Nada podría asegurar que una vez nacidos los bebés todo vaya bien...pero al menos la sensación de impotencia, supongo, es algo más llevadera que cuando no ves nada...


En fin. A comer, que no se diga que a este blog se viene a comer y no se come. Que he puesto acelgas, pero para que esta palabra tan insípida: acelga (¿nadie ha oido la expresión "tener cara de acelga"?) no tenga connotaciones de sosez, pues me di una vuelta por el mundo virtual y encontré esta maravillosa receta, algo calórica pero bien rica: Acelgas a la extremeña. Pinchando podréis ver la receta original, yo la hice así (la foto es mía):




-Hervir las acelgas limpias y cortadas en agua y sal. Escurrir

-Mientras freimos en una sartén como para una tortilla, cebolla picadita y patatas cortadas en cuadraditos. Cuando están fritas y crujientes, escurrimos y reservamos.

-En una sartén grande doramos ajo picado, añadimos pimentón y enseguida antes de que se queme (apartamos del fuego un segundo) añadimos las acelgas y la patata frita y le damos unas vueltas para que se mezcle todo.


Una delicia ¿quién lo diría de unas acelgas?