viernes, 31 de diciembre de 2010

Adiós 2010 Adiós

¡Adiós 2010!



¡Bienvenido 2011!

domingo, 26 de diciembre de 2010

15 ó 40 (O cómo curar un lomo)

Aquí sigo. Creo que lo que mejor describe como me siento desde hace dos días, es esta foto:





De todas formas, este león marino al menos tiene pinta de dormir...cosa que yo no hago, creo, más que en tramos de 45 minutos, tal vez una hora ¡estoy cansada! Al menos ya tengo vacaciones, y no tengo que ir a trabajar, lo cual es un gran alivio, además de no tener que madrugar para llevar al cole a la nena ¡bien!
La navidad me trajo unas piernas como troncos, pero no me quejo. Eran una cosa así más o menos, con tobillos completamente invisibles:


hinchazón, de la nochebuena a la navidad, que fuimos a urgencias, por miedo a una preeclampsia. Pero todo estaba bien, tensión, proteina...nada. Todo sigue en orden salvo estas patorras como troncos, aunque gracias a beber mucho agua y tenerlas en alto, se ha reducido un poco.


Ojo, que no tengo nada en contra de las uñas rojo-pasión-locomotora....pero éstas, las de la foto NO SON MÍAS, porque no son mis pies. Me negué a fotografiarlos, así que agradezco a quien los publicó para que yo los encontrara en google.

Fue tan repentina la

Tenemos un lomo curándose en el tendedero, donde le dan unas corrientes heladas y secas, propias de nuestra tierra, que nos lo van a curar que da gusto. La receta original, la idea, la podéis encontrar en casa de Valdomicer; al que hemos seguido "casi" al pie de la letra.

Mi santo no estaba muy convencido ¿seguro que esto no se pudre? ¿Cómo va a ser tan fácil curar una cabezada de lomo?

Yo me lancé. A unos 40 días más o menos de que se levante la veda por toxoplasmosis, es decir, el tiempo máximo que aún podría estar embarazada, ya no lo pensé más, y me fui a por una cabezada de lomo a mi carnicero de cabecera. Pesó casi 2 kilos, 1,700 para ser exactos, lo cual influye, según Valdo, en el tiempo que tendrás que tenerlo en la nevera con la sal.

Pese a las reservas de mi santo, se lanzó a "ayudarme" es decir, a intentar llevar la batuta como siempre que me meto yo primera en la cocina (dos chefs al fogón...no se llevan bien)

Al final, como digo, se salió con la suya, y se puede decir que fue la mano ejecutora en todo momento, y que como casi todo lo que planeamos y hacemos, al final lo hicimos juntos...

Este era el bicho:



Nos permitimos modificar la receta de Valdo, elaborando un adobo de pimentón de la vera, aceite de oliva virgen extra, y 8 dientes de ajo machacados en el mortero. Lo extendió bien, masajeandole con mucha dedicación...El carnicero había tenido a bien atarme un cordón muy fuerte arriba para que luego pudiéramos colgarlo. Así quedó con el adobo:



Buscamos la fuente más larga que teníamos, pero aún así, tuvimos que "torcerle" un poquito para que entrara. Pusimos una base grande de sal gorda, el lomo, y lo cubrimos bien de sal. Al pesar casi dos kilos, lo tuvimos 24 horas en la nevera. Según Valdo, si es menor de un kilo, tal vez fuera demasiado tiempo en sal, por lo que no convendría tenerlo tanto si fuera menor.



A las 24 horas, sacarlo de la sal. Tendrá esta pinta:


Como vemos, ya empezó el proceso de "secado" puesto que ha reducido su tamaño al empezar a perder líquido interno por la acción de la sal. Truco: es el mismo principio por el que no se debe salar un filete crudo, porque empieza a perder el agua. Hay que hacerlo cuando una de sus partes ya está frita, cuando le damos la primera vuelta, vaya. O lo mismo de porqué la lechuga queda lacia a los pocos minutos de aliñarla, por eso no hay que hacerlo hasta justo el momento de consumirlo.

Lavamos muy muy bien el lomo para quitarle todos los restos de sal, y lo secamos muy bien. Insistir en los pliegues que pueda haber, como con los niños chicos.

Envolver con mimo y cuidado en un paño limpio, y poner en la nevera durante 3 días. Así nos quedó, pues hasta le pusimos malla por fuera (no se la pusimos al lomo antes, puesto que el carnicero nos aconsejó que si se la poníamos antes se clavaría en la carne, absorvería el adobo y no nos arreglaría nada...Ponérsela al trapo fue una tontería nuestra para que quedara compacto. Vaya si quedó:



Y a los 3 días, desenvolvimos nuestro proyecto de lomo curado, y lo colgamos en el tendedero...y a esperar.

Y yo, como siempre, no pude evitar establecer la relación con nuestras vidas y lo cotidiano. Cuando lo colgamos pensé en que, como la curación total del lomo, unos 40 días, podría yo, dadas las fechas, estar todo ese tiempo aún embarazada. Que bien podría nacer el 15, que en esos 40 días...con sus 40 noches. Lo cual no sería extraño puesto que con la nena, fui muy tardona para parir también. Y pensé en como, mi santo y yo, como todo, acabamos asumiendo las cosas juntos de la mano, creando y llevando a cabo proyectos juntos...

No es lo mismo adobar, lavar, cuidar, secar y curar juntos un lomo, que tener otra hija...pero es que todas esas cosas, de menor, o mayor importancia...las hacemos juntos.

Espero que la próxima foto, sea la de nuestra bebé ya. De momento, la del lomo en curación:



Espero que hayáis tenido una feliz, feliz navidad, y que 2011 sea un año de lo más bueno y bonito para vosotros.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Feliz día de la Madre (o para Uma con amor)

¿Fue casualidad regalo tan grande? Fue el fin de semana del día de la madre cuando nuestra Uma nos dió la noticia que no podíamos creer, y que podéis recordar aquí. Cuando acababa de cambiar, desesperada el nombre de su blog, que entonces era Proyecto BB 2010 por El diario de Uma.






Tras leer y acompañarla en sus cuitas con el P.P (o plan procreador tan cumplido a rajatabla) ¿tanta resistencia es posible?, los negativos acumulados, los bajones entre ciclos, los secretos sólo contados al blog...compartía con nosotros ¡los primeros! la gran noticia.



Su bolica llegó a anunciarse un día de la madre, y vendrá a nacer el día de la salud y de la felicidad (para todos aquellos a los que no visita don dinero del Gordo de Navidad)



Esta navidad, que se presenta tan bonita, mi querida Uma, tan emocionada estoy por ti que no podía evitar dedicarte este post, donde además me permito contarte lo poco que he aprendido de mi primera maternidad, y que espero me sirva para disfrutar más de la segunda:



1. Un bebé sólo necesita para calentarse la piel y el abrazo de su madre o de su padre. Entonces ya hay bastante ropa en su armario.



2. Un bebé nace y tiene su primera leche disponible. Sólo tiene que llorar para que tus pezones se pongan erectos y la leche acuda rauda, es una llamada de la naturaleza. Los biberones son un lujo extra del que nuestros hijos, afortunadamente, pueden disponer en caso necesario. No son una condena, ni un fracaso. No en nuestro mundo, no podemos ser desagradecidos con algo que otros niños no pueden ni soñar ante el seco pecho de su madre en la hambruna.



3. Un bebé sólo necesita un poco de agua y las sonrisas, y las babas de sus padres mientras le bañan. No importa el modelo de bañera que le hayas comprado.



4. Un bebé aún no sabe leer, ni tiene su vida escrita en su libro. Sólo en tu naturaleza, en la suya. Después de leer todo lo leible, que es realmente bueno hacer...abre el libro de tu instinto y tu naturaleza. Mira a tu hija a los ojos, ponte en su lugar. Poco a poco también sabrás enseñarla a que ella también tiene que ponerse en el tuyo...en el de los demás, el inicio del respeto mutuo.



5. Jamás serás buena madre salvo para tu hija. Sólo ella te pedirá cuentas a los 16 años, y sólo a ella tendrás que dárselas. Olvidaté de las opiniones de los demás (incluida estos consejos míos). Si algo tiene que haber en este mundo, es oportunidad de equivocarse uno mismo, y no tratar de corregirse aconsejando a los demás (que como verás, estoy haciendo antes de que nazca mi segunda hija, corrigiendome de los patones que metí con mi pobre primera)



6. Decidid que valores queréis que aprenda vuestra hija, muy en serio, y mostrádselo.



7. Mi madre no es perfecta, ni mi padre lo fue, pese a lo cual me tengo por sana y buena persona, además de quererles y admirarles pese a sus defectos. Mis suegros me consta, tampoco fueron perfectos y mi santo sano, santo y bueno es. No olvides estos sentimientos cuando dudeis de la educación que le estáis dando a vuestra hija. Preocuparse por si uno lo está haciendo bien es una de las primeras garantías de que no va por mal camino, y si va, ya se está observando para corregirse.



8. No permitas la crítica gratuita y destructiva. Pero practica la autocrítica.



9. Los bebés necesitan sol, aire libre y padres relajados. No casas impolutas, que además maleducan a sus defensas, que les abandonan porque no las necesitan. Cualquier esterilizador, incluido el inexistente, es por lo tanto bueno. En nuestro pais podemos abrir el grifo y beber sin morir de cólera.



10. Olvidaté de todo lo anterior que acabas de leer y disfruta de lo que está a punto de pasarte. Tu vida va a cambiar por completo, se va a dar la vuelta del revés, a veces tendrás ganas de llorar ¡seguro que te sientes mala madre, pero no será verdad! serás madre ya para siempre pero aún así, siendo tan cansado y a veces tan inseguro, con toda seguridad sentirás que es lo mejor con diferencia que te ha pasado en la vida.



11. Pero pese a todo...no olvides que el verdadero amor está no en realizarte tú como madre, que es un pago que se nos da como regalo...sino en aceptar el vuelo de tu hija, que desde que nace...dejará de pertenecerte. Así que ¡no dejes de achucharla todo el tiempo que se deje, porque te la mereces!



Gracias Uma, por compartir con todos nosotros este vuestro camino, que fue pedregoso y que ahora es pradera. Sé que vais a ser muy felices, que ya lo estáis siendo, por lo que os deseo que se mantenga esta felicidad que os embarga ahora. Lo bueno, es que lo mejor está por llegar.



Estaremos pensando en ti el día 22. Este día tendrá un nuevo significado para los que te conocemos, seguro. El día de los sueños y de las ilusiones cumplidas.



No quiero terminar sin las palabras de la Madre Teresa de Calcuta:



Enseñarás a volar,

pero no volarán tu vuelo

Enseñarás a soñar,

pero no soñarán tu sueño

Enseñarás a vivir,

pero no vivirán tu vida.



Y sin embargo,

en cada vuelo,

en cada sueño,

en cada vida,

perdurará siempre la huella del camino enseñado.

jueves, 16 de diciembre de 2010

El Pedete (o perlas indiscretas I)


Hoy me he reido grande grande con este post dedicado a una de esas perlas infantiles, esas indiscreciones que te vienen, como un sartenazo, que te ponen la cara colorada, tan imprevistas que te demuelen y no sabes ni donde meterte, porque no hay bastante tierra que te trague. Las perlas de nuestros hijos e hijas.

Y me he reido tanto, que me ha recordado una de las peores que recuerdo de la mía, de mi nena, así que para no olvidarla, aquí la traigo, y si además sirve para haceros reir dos veces (la primera por la del enlace que me inspiró) pues mejor.

Ibamos por la calle, solitarias las dos. A lo lejos, viniendo hacia nosotras, un señor. Se me cae (porque yo no lo tiro) un pedete. Y la nena se pone tiesa:

-Mamá ¿te has tirado un peo?
-No hija
-Sí, sí, que lo he oido yo

Y el señor, que evidentemente no había oido el pedete, cada vez más cerca.

-Que sí, mama, que te has tirado un peeeeeo
-No. Calla hija.
-Que sí, que yo lo he oido ¿a que te has tirado un peeeo?

El señor está realmente cerca de nosotras, ya se va a cruzar en nuestro camino. Se está mordiendo los labios de la risa. Sí, lo estoy viendo.

-¿A que sí mama?
-¿Has sido tú, hija?-le digo con la voz queda, y la pregunta la sorprende
-¿Yoooooo? noooooo
-Pues eso, hija, si no has sido tú,y estábamos solas ¡¡¡¡para que me preguntas!!!

Yo creo que el hombre aún se está partiendo de risa de mi.....

Bueno, hoy no hay receta. Espero vuestras perlas ¡no vayáis a dejarme sola!

Abrazos

martes, 30 de noviembre de 2010

Níscalos en salsa, leopardos y caqui-tas

Acaba por fin el abominable mes de noviembre, de cambios hacia la época oscura que decían los celtas, mes de bruma, frío y oscuridad, días acortados por el cosmos y por el hombre, y días de recuerdos de tragedias.



Acaba al fin al mes en el que hace ya 10 años que te perdimos. El día de tu aniversario, la casualidad nos puso por delante unos magníficos níscalos, de frutería claro, y a 4 euros el 1/4 de kilo. Sonreí pensando en ti. Qué poco o qué nada pagaste tú nunca por unas setas.



Sonreí pensando en la fiesta que se organizaba en casa cuando traías, de tu propia recolección por el pinar tus propios níscalos, o por regalo de algún amigo. Máma (acentuada llana) haciendolos en salsa, y nosotros relamiéndonos mientras se hacían, con ese delicioso aroma y anticipando el sabor. Tú los limpiabas, y mama iba arreglando el guiso para incoporarlos.



Sonreí pensando en nuestra comedia habitual cuando no eran níscalos, y traías algún puñado de setas.



-¿Qué setas son esas?-inquiría mama

-Unas setas que me he encontrado

-Pues yo no las como, ni te las pienso guisar, te mueres tú solo

-¿A que tú si que te las quieres comer conmigo hija?-te sonreías de medio lado mientras me guiñabas un ojo

-Pues claro ¿de donde son?

-Que me las he encontrado-y no te bajabas del burro, nunca reconocías que sabías perfectamente que eran setas de cardo, que no tenían peligro, por supuesto que no.

-Allá vosotros-sentenciaba siempre mama, siguiendo la misma comedia, mirando por encima de las gafas de cerca mientras continuaba la labor.



Níscalos en salsa:



Picar cebolla, ajo, choricito rico, jamón y bacon si tuviéramos. Lavar lo justo los níscalos. Si los habéis encontrado, como sean, hay que cortarlos con cuchillo y dejar el pie en el monte para que se reproduzcan al año que viene, y los que nos llevemos, ha de ser en una cesta de la que pueda irse cayendo espora mientras paseamos, así favorecemos la reproducción. Si se compran, hay que procurar que sean pequeños mejor que grandes. Los pequeños son jóvenes y tienen más conservado y concentrado el sabor.





Nos sentamos la nena, el santo y yo a disfrutar del cambio de menú en la cena. Hemos salido de nuevo a por más pan caliente para poder mojar bien agusto en la deliciosa salsa que nos ha quedado. En la misma frutería hace un rato, con los níscalos, la nena me pidió caquis para llevar mañana de almuerzo al cole.



Me como el primer níscalo, y el sabor a bosque y a tierra me llenan la boca. Nada como un níscalo para sentir el sabor del otoño.
Pienso en ti, y la casualidad de comer hoy, justo, en tu aniversario, este plato que era tu principal delicatessen. La nena interrumpe mis pensamientos y me pregunta como se llama la fruta que hemos comprado, que no se acuerda:



-Caqui

-Papi, papi, ¿sabes lo que voy a llevar mañana de almuerzo al cole?

-¿El qué, hija?

- ¡CAQUI!

- Ta-termina él



La nena se ríe-nooooooooooo, papá, caqui-

-ta-completa él de nuevo



La nena cree que su padre la toma el pelo, o peor, que es tonto y no la entiende, e insiste:



-Caqui

-Ta-vuelve a terminar su padre, para su desesperación



Y ella insiste, e insiste, e insiste. Y hasta le silabea:




-Mira, papi, di: Ca

-Ca-repite mi santo voluntarioso

-Qui-marca ella, creyendo que toca el éxito


-Qui...ta-vuelve a terminar él

-Nooooooooooooooooo-se lamenta, frustrada y divertida la nena, pero no cejando en el empeño.



Se sofríen la cebollita picada y el ajo en aceite de oliva, y se añade en este orden el choricito, le damos una vuelta y añadimos el bacon, otra vueltecita, y el jamón. Poner un poquito de guindilla, o mucha si nos atrevemos. Doramos todo junto, añadimos una cucharada colmada de harina y pimentón de la vera si se quiere, aunque con el del chorizo va bien servido. Removemos y añadimos agua, poca, hasta cubrir, ya que los níscalos soltarán también la suya. Ponemos los níscalos, y dejamos cocer 10 minutos. Aunque parezca poco líquido, y los níscalos duros, enseguida cederán y menguarán, no añadir más agua. Retirar y servir. Imprescindible mucho y buen pan para pringar.



Y yo no dejo de reir viéndoles luchar, con el convencimiento de tu nieta de que doblegará a su padre. Caqui (ta)
Y veo tu guiño a través de los años. Y recuerdo que yo debía tener la misma edad más o menos que mi nena ahora, y tú y yo peleábamos de la misma manera:



-¿Y eso que te has puesto que es?

-Unos leotardos nuevos que me ha comprado mama - Y tuerzo las piernas coqueta para que los veas bien.

-¿Unos leopardos? vaya cosa más rara

-Noooooooooo, unos leotardos.

-Eso he dicho, leopardos

-Leotardos

-Leopardos

-No papa, le-o-tar-dos

-Eso, le-o-par-dos



Jamás en mis 25 años junto a ti te oí llamarlos de otra forma. Leopardos.



Río viendoles porque es realmente divertido, y sonrío porque sé que mi hija nunca olvidará este momento con su padre, y porque sé que jamás volverá a comer caqui, sino caqui(ta) aunque su padre no esté cerca para completarlo.



No lo olvidará, como yo no te olvido a ti.



Y vuelvo a sonreir.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Día internacional contra la Violencia de género

Por vosotras, las que desgraciadamente no conoceréis los pequeños pasitos en los que vamos avanzando.

Que se respete la vida de personas como tú, mujer, que te fue sesgada por una falsa pasión, por un falso amor, por un verdadero abuso de poder y superioridad, sobre todo física.

Ninguna lucha es válida del todo, si no se empieza por respetar la vida...

martes, 23 de noviembre de 2010

Crema de calabacín ¡o me encanta mi panza!

Es gigante, escandalosa, gloriosa ¡la voy a echar de menos! pero apenas nada, porque tengo unas ganas enormes de ver a su habitante.

En todo caso, esto, aún parida, tardará en bajar...ya lo veréis. Y menos con la dieta que manejo en algún rato tonto.

El primer trimestre fue el de los pepinillos
El segundo trimestre el de las napolitanas de chocolate
El tercero está siendo el de los polvorones en fin de semana (ligeramente solapado con napolitanas entre semana ¡¡ups!!)

Como las porras que se mueven a mi alrededor vaticinan que yo no cumplo la semana 40...estoy preparando comida en el nido: ayer hice gran perol de crema de calabacín, del que ya he congelado parte, y mañana pongo cocido-cocidazo, que me da mucha alegría encontrarmelo luego en el congelador ¡hum!

Receta de la crema de calabacín (para muuuuucha crema):

-5 calabacines grandes
-5 patatitas pequeñas
-7 quesitos (chiste: ¿qué hay detrás de la vaca que ríe? pues el toro que...la piropea ¡ejem!)

Pelar y poner patata y calabacín en trozos a cocer con no demasiada agua, apenas una cuarta parte de lo que ocupen los trozos en la cacerola, ya que el calabacín soltará mucho líquido. Cuando la patata esté cocida, añadir los quesitos (pelados) y dos vasos de leche (si eso, desnatada, para compensar) y pasar por la batidora. Añadir leche si lo queremos más fino, o copos de puré de patata si quisiéramos espesarlo.

Corregir de sal ¡Delicioso!

Una matrona me ha dicho que no tengo pinta de pasar de la próxima luna llena. Ahora que sé que mi niña cada vez está más madura, y va ganando cada vez más peso...el pensamiento de verla antes me hace especialmente feliz, y me hace de nuevo caminar sobre nubes....

No tengo foto de la crema de calabacín. Pero esta foto, me gusta mucho más:



¡Abrazos!

sábado, 20 de noviembre de 2010

¿Buscabas porno infantil? III Cibercampaña 2010 contra la Pornografía Infantil

Pederasta, te equivocaste de sitio.


Para todos los demás, uníos hoy a esta campaña contra esta lacra. Hoy es el día internacional del niño, y tenemos que conseguir sembrar los buscadores con entradas falsas de lo que andan buscando LOS CERDOS.

En youtube, en este enlace, puedes darle a "compartir" y añadirlo a tu Blogger para que se publique

¡Uneté!





La pornografía infantil en la Red es una lacra imparable que ensucia nuestras vidas cada día. La presión policial con macrorredadas no es suficiente para detener las malas prácticas de estos individuos --que actúan desde el anonimato que pueden brindar Internet y las redes sociales-- golpeando las vidas de cientos de niños, incluso bebés, en busca de un deseo sexual depravado y enfermizo. Por eso entre todos los internautas debemos ponernos manos a la obra y volver a meter el máximo de ruido en el ciberespacio.

El objetivo de esta III Cibercampaña 2010 contra la Pornografía Infantil es que el próximo 20 de noviembre del 2010 --Día Universal del Niño-- miles de internautas escribamos un texto con el título «Pornografía Infantil NO» para sembrar los buscadores de Internet de severas críticas a esta vergüenza humana y social. De esta forma conseguiremos que las ciberbúsquedas de las palabras Pornografía + Infantil al menos golpeen la conciencia de tanto depravado.

En el texto podéis colar términos de búsqueda empleados por los pederastas y pedófilos como "angels", "lolitas", "boylover", "preteens", "girllover", "childlover", "pedoboy", "boyboy", "fetishboy" o "feet boy" para llegar adonde queremos llegar.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Pe-lechuga (u operación P-olvorón)

Jueves 22.25 de la noche.
Comienza la operación P de Polvorón, en la que dos individuos, quiero decir, individuo e individua atan los últimos cabos.

Contrariamente a lo que se pueda llegar a pensar por el título, dicha operación no tiene nada que ver (por desgracia para sus maquinantes) con orgías, sexo o todo junto. El bichín se mueve tanto...que tres son multitud ¡qué mal rollo!



Continuamos...22.25. Sujeto masculino masculla "Mañana es viernes"
Sujeto femenino responde: "Comienza fin de semana"
Sujeto masculino informa: Día de polvorones
Sujeto femenino confirma: ¡Día de polvorones!
Sujeto masculino pregunta: ¿Qué tenemos para mañana?
Sujeto femenino contesta: Hay pechugas descongeladas
Sujeto masculino adelanta: Te las preparo ricas ricas para cuando llegues
Sujeto femenino intuye pechugas hipercaloricas y deliciosas, y, teniendo en cuenta este imprevisto en la operación polvorón, corrige planificación:

-¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!! ¡Para correcta preparación operación polvorón, sólo pechuga y lechuga!

-Pe-lechuga
-Pe-lechuga, eso.




Pues eso, que ya están aquííííí....y añoro aquellos largos años en los que no sólo no comía ningún dulce de navidad, sino que me preguntaba quien demonios los compraba y hasta los zampaba. Si en todas las casas había una bandeja con turrón cortado y polvorones que tal y como se ponía el 20 de diciembre, parecía que se retiraba en las mismas condiciones el 7 de enero.

En todas las casas se ofrecía. Y nunca nadie comía.

¡Ay! ahora cuando los veo a finales de octubre...me da en el mismo segundo un pinchazo de alegría, y otro de horror. Intenté esquivarlos una semana. Pasé por su lado torciendo la cabeza y poniendo una mano para no mirar. La segunda semana, la primera de noviembre, fue superior a mi debilitada voluntad de embarazada voluble. Compré polvorones. De los de papel blanco. Y turrón duro de Alicante, nuestro favorito. Y nos duraron al santo y a mí el increíble...rato...de ¡¡¡3 horas!!???? Tal vez fueron 6. El caso es que el domingo no había.

Y esto no puede ser. Y si hubiera un saco, un saco caía. Así que, visto que estamos aún en noviembre, y que yo no puedo, ni debo, engordar 25 kilos en 2 meses a base de manteca de cerdo envuelta en papel blanco...pues decidimos comprarlos sólo en fin de semana.

Pues eso, que se acerca el finde y con él de nuevo ¡¡¡la operación polvorón y pe-lechuga para compensar!!

Aunque a lo mejor este finde, caen dos bolsas, para celebrar. Hoy fuimos a la ecografía de diagnóstico prenatal, que es más extensa y profunda, para analizar bien el "quiste". No afecta a nada, no está pegado a nada, ni a la bebé, ni a la placenta, ni al cordón umbilical. Tiene pinta de que fue un hematoma que se ha quedado así, como en una burbuja, y ahí está...sin estorbar a nadie. Tan bonito ha dicho el ecógrafo que es (al menos las mil fotos que le ha hecho) que dice que las van a usar para publicaciones científicas. Mira, me alegro que al menos el disgusto por su presencia hasta saber que no es nada, le sirva a alguien; ya que como sabéis, mi principal preocupación fue aquella frase del primer gine que lo vió: es que es raro...nunca lo había visto en la placenta por fuera, por dentro sí, pero por fuera, nunca.

Pues mira, para otra que le pase, ya hay literatura científica.

Una pelotita que tiene ahí para jugar mi bebé, que tiene el increíble, inimaginable, y tranquilizante peso de ¡tachán! 2 kilazos, aproximado y que puede variar ¡pero como consuela!

¡Si es que no hay nada como un buen polvorón!


Pd. Jueves noche, en algún lugar de la Comunidad de Madrid. La operación pe-lechuga, diseñada para neutralizar los efectos de la operación P-olvorón se ve amenazada por Gooooogle. Al buscar foto representativa se encuentra página de pedidos directamente a fábrica de Polvorones y Mantecados San Enrique, propietarios de la foto, y que amenaza seriamente la promesa de llevar a cabo la operación P-olvorón en fin de semana ¡Jiuston, jiuston, güi jav a P-roblem!

martes, 2 de noviembre de 2010

Las apariencias engañan (o acelgas extremeñas de gala)

¿Cuántas veces lo hemos oido? Cienes y cienes de veces, que las apariencias engañan, y que no hay que juzgar a un libro por sus tapas.


Pero nos tira también el "cuando el río suena agua lleva" y una cosa nos lleva a la otra, y el juicio, o ni siquiera eso, sin ninguna maldad, la verdad para nosotros está servida, y nosotros la damos por buena, sin más. Descubrir lo contrario suele dejarnos con la boca abierta por nuestro propio convencimiento, esa "economía cognitiva" le llaman con la que tratamos de organizar nuestro mundo.


¿Por qué digo todo esto? Llevo días pensándolo. Mucha gente está contenta, verdaderamente contenta viendo mi barriga crecer. La mayoría sabían del intento fallido anterior. Alguna mamá de compañeros de mi nena hasta se emociona tocándola por lo gorda que va, alegrándose sinceramente de que así sea.


Por otro lado trabajo rodeada de mucha gente. La conozco a toda, a algunos los veo más, a otros menos. Muchos se están sorprendiendo de este embarazo, y más todavía cuando les digo que es el segundo, y que ya tengo una nena de 6 años. Su cara es un poema...así que directamente les aclaro mi edad. Sé que es, porque ya me pasó con alguien que lo verbalizó, porque por lo visto aparento menos edad de la que tengo (ahora 35) Aquella persona, un día al ver la foto de mi nena, que entonces tenía un año, no podía creer que fuera mi hija. Y casi con pena dijo:


-¿Tan jovencita y ya tienes una niña de un año?

-Bueno...-respondí yo-en realidad mi madre piensa que ya está bien con 30 años, que ya era hora.

-Ay perdona, ¡es que me parecías tan jovencita!


Yo me puse más ancha que larga, la verdad. No me importa cumplir años (siempre es mejor que no cumplir) mientras siga aparentando 10 menos ¡por lo menos!


Así que gracias a la sinceridad de esta persona, al menos sé interpretar esas miradas de pena...de saberme madre "cuasi adolescente" por segunda vez, y con una niña de 6 años nada menos.


Y pienso entonces en qué otras cosas de mi vida, pongasé por caso, pueden llevar a confusión. Y observo los objetos que llevo en mi coche día tras día, el que aparco en la puerta del trabajo, y que todo el mundo puede ver. Llevo colgado del retrovisor de dentro un rosario que fue de la fallecida abuela de mi santo, muy antiguo, muy usado y muy rezado pues era muy devota. Y como mi coche fue antes el de mi santo, el rosario vino en el paquete, ninguno de los dos quiso moverlo de ahí...pura superstición, o cariño. Cualquiera podría pensar viendo mi coche que soy católica practicante, pero no es cierto. Soy cristiana muy muy creyente que sigue buscando su propio camino hacia Dios, y que se niega a que la actual iglesia católica adoctrine a mi hija en el colegio. Su padre y yo preferimos darle nuestra versión. Rara que es una....


También llevo en el mismo retrovisor un manto de la Virgen del Pilar, de la bandera de España que mi suegro nos trajo de Zaragoza, y que tampoco pienso quitar, pese a que alguien pueda llegar a pensar que por llevarla soy fascista. No lo soy, ni he votado nunca a la derecha, con todos los respetos para el que lo haga. Afortunadamente, la Roja, por una vez, ha hecho que esa bandera además, sea la de todos.


El otro día por sincera creo fui malinterpretada. Conversación con otras madres, una de ellas embarazada de nuevo. Describían el embarazo como un estado ideal, una experiencia irrepetible e indescriptible. Opinión que no dejo de compartir en los breves períodos en los que no estoy preocupada por llevarlo a término y en las mejores condiciones. Pero es que en ese momento me salió del alma decir que es un estado que ojalá se pasara lo antes posible, y tuviera ya a mi beba en los brazos, sana y salva.


Me miraron un poco raro, la verdad. Menos mal que saben que es un embarazo deseadísimo, porque debieron pensar que era una insensible. Es difícil explicar que me resulta difícil relajarme y disfrutar del camino, cuando otros caminos fueron tortuosos y terminaron mal. Así que alterno los miedos por las malas experiencias, con los buenos augurios, porque con mi primera nena al final todo fue bien. Va con la persona. Soy optimista por naturaleza, pero la edad también me va poniendo mis pesas de realismo...


Estoy un poco oscura, pero tras una etapa de luz, las sombras vuelven con un quiste en la placenta. La buena noticia es que es de la placenta, no es nada de la niña, y por lo visto no le afecta a su desarrollo. La mala es que es raro porque está fuera de la placenta y no dentro, y que tampoco nos dicen nada más, sólo esperar. Los fetos se alimentan de las placentas, y las placentas, a mi escaso entender, deberían ser perfectas ¿no? Pues esta tiene falla, así que no estoy tranquila.


Dentro de unos días vamos a que nos den una segunda opinión. Cada semana es una semana ganada, una semana en la que nuestra bebé crece más. Ya sólo quiero que se termine este largo, larguísimo embarazo observado desde antes de producirse, para tenerla entre mis brazos.


Nada podría asegurar que una vez nacidos los bebés todo vaya bien...pero al menos la sensación de impotencia, supongo, es algo más llevadera que cuando no ves nada...


En fin. A comer, que no se diga que a este blog se viene a comer y no se come. Que he puesto acelgas, pero para que esta palabra tan insípida: acelga (¿nadie ha oido la expresión "tener cara de acelga"?) no tenga connotaciones de sosez, pues me di una vuelta por el mundo virtual y encontré esta maravillosa receta, algo calórica pero bien rica: Acelgas a la extremeña. Pinchando podréis ver la receta original, yo la hice así (la foto es mía):




-Hervir las acelgas limpias y cortadas en agua y sal. Escurrir

-Mientras freimos en una sartén como para una tortilla, cebolla picadita y patatas cortadas en cuadraditos. Cuando están fritas y crujientes, escurrimos y reservamos.

-En una sartén grande doramos ajo picado, añadimos pimentón y enseguida antes de que se queme (apartamos del fuego un segundo) añadimos las acelgas y la patata frita y le damos unas vueltas para que se mezcle todo.


Una delicia ¿quién lo diría de unas acelgas?

jueves, 28 de octubre de 2010

El método Estivill y el colecho son la misma cosa

Me desmarco de mi linea habitual del blog (amor y cocina cotidiana) con un post sobre crianza. Prescindo hoy de la cocina, pero no del amor, que es lo que subyace en la crianza de nuestros hijos, más o menos acertada, porque en todos los casos (al menos en la mayoría) ésta suele estar guiada por el amor y no por la falta de interés por el bienestar de nuestros hijos.

¿Por qué un post ahora sobre esto?...bueno, estoy criando a mi nena, ya de 6 años, y esperando como sabéis a la siguiente ¡¡¡qué largo se me está haciendo y qué ganas tengo de verla!!
Y como visito post de padres en edad de criar como nosotros, pues hay veces que dejo comentarios taaaaaaaan gigantes, que pienso ¡si esto es un post! Así que eso hago. Traer aquí mi opinión sobre el tan manido y controvertido tema del sueño de los niños, del colecho sí, colecho no, Stivill monumento, o Stivill hoguera.

Pues bien, mi opinión principal, en el título la traigo: El método Estivill y el colecho, son la misma cosa. O al menos, ambos sirven para lo mismo: que padres e hijos duerman, descansen y disfruten felices y sin ojeras unos de otros. ¿En qué me baso, y cuales son mis argumentos?

Leyendo bien el libro de Estivill, y asegurándonos SIEMPRE que no hay razón para llorar (enfermedad, hambre, nerviosismo por cambios externos) tal y como él propone, funciona.

Todos los niños todos, todos, se despiertan varias veces por la noche.
Muchas veces.
TODOS LOS NIÑOS.
SIN EXCEPCIÓN.

Para dormirse de nuevo necesitan consolarse, necesitan saber consolarse. Si normalmente se duermen con la mano de mamá...cada vez que me despierte, necesitaré la mano de mamá: pues lloro y viene mamá.

Si yo he aprendido a dormir con el tete, y con un oso, siempre el mismo, cuando me despierte, lo veré, me sentiré bien de nuevo al ver que el oso sigue ahí, y podré volver a dormirme. No es enfermedad, no es soledad, es el hábito de lo que necesito para dormir.

Es cuestión de con qué enseñamos a dormir a nuestros hijos.



Creo que esta preciosidad se llama Aimar, lo encontré en la red aquí en este blog




Si esto no lo hicimos desde el principio (crear un entorno seguro, y predecible y una manera siempre igual de dormir: oso, mi cuna, mi móvil...que me permita volver a dormirme sólo por muchas veces que me despierte) pues tendremos que enseñárselo, o permitirles tener toda la noche con lo que se han acostumbrado a dormirse: TÚ. Lo que se viene llamando colecho.

Y Estivill propone la manera de corregir el desajuste que tiene el niño cuando ni se da colecho (padres) ni se da sustituto. Y hace falta no un corazón duro, sino entender esta teoría: voy a sustituirme a mí misma en las 1000 veces que un niño (TODOS) se despiertan sin motivo durante la noche, por algo que le haga sentir igual de bien los 3 segundos que dura ese despertar.
En realidad, el tiempo que tienen que emplear en reclamarnos, despertarse, espabilarse y llorar porque nos necesitan para volverse a dormir, no sólo perjudica a los padres, les está perjudicando enormemente a ellos, que transforman los 3 segundos que emplearían en volverse a dormir si al abrir los ojos, vieran que todo sigue igual (su oso, o su mantita, su chupete, o lo que sea) en un rato inevitablemente más largo mientras ven que no estás, te llaman llorando y vas.

La demostración de esto, de que necesitan lo mismo para volverse a dormir...es que cuando duermes toooooda la noche con ellos, ¡eso no pasa! ¿por qué? Porque abren los ojos un segundo, y tú, tu objeto para dormirse, ¡está ahí!
No es difícil entender entonces la necesidad de introducir, si no lo hicimos desde el principio algo constante y consistente que le haga dormirse seguro y que esté ahí todas las veces que se despierte.

Dos opciones para que duerman sin espabilarse en todos esos despertares (malo es para un adulto la falta de sueño...pero para un niño que crece durante éste, y organiza su desarrollo neuronal...es mucho peor) Dos opciones digo:

-O duermes todas las noches con él (colecho) de forma que repito, no llorará porque las 1000 veces que se despierte, tú estás y se duerme automáticamente sin necesidad de llorar y espabilarse.



-O le enseñas (Estivill te ayuda) a dormirse con un sustituto seguro que siempre esté, se despierte las veces que se despierte. Repito como el ajo: oso, chupete, mantita, muñeco etc "Toma cariño, aquí te dejo tu oso, que estará cuando te despiertes para que te puedas volver a dormir, mira, le dejo muchos besitos para ti"....¿que llora? Vuelves a entrar, ¿estás bien? ¿si? mira, ahora vas a dormir, con tu oso...

El colecho para dormir todos (especialmente los niños) funciona. Es el mismo principio, la misma lógica. Las ventajas del colecho son evidentes. Las desventajas, también (en la foto del colecho, no sé qué hicieron para traer hermanitos para el mayor ¡no quiero pensarlo!) amén de que uno tendrá que ser consecuente con el tiempo que puede dilatarse éste, y/o cuando ponerle fin si es que el niño no reclama cama para él solo ni a los 9 años...

Si el Estivill, después de 3 días no funciona, es porque no se está haciendo bien, y habrá que pedir ayuda para aplicarlo correctamente si se quiere no ya solo descansar, sino que lo hagan los niños en condiciones y su crecimiento y desarrollo sea correcto.
Andar a caballo entre ambos “métodos” o “corrientes” es inconsistente y perjudicial para nuestros hijos. Hay que decidirse por una opción, o por otra.
¿Por qué?
Porque cuando un niño duerme la noche entera, ya sea por colecho (despertar-veo a los papás con los que me dormí-me duermo) o por Stivill (despertar-veo al oso con el que me dormí-me duermo) me permite distinguir perfectamente si mi hija está enferma, o está nerviosa por cambios en su vida, en su guarde, en su cole, etc.
Porque si mi hija duerme bien todas las noches, porque sabe cómo dormirse…las pocas veces que llore, lo hará con razón.

¿Cómo se puede distinguir cuando un niño llora porque necesita el objeto-persona con el que se durmió de cuando está enfermo o te necesita por otra razón?

No se puede distinguir, si el niño no tiene ese hábito correcto de sueño (ya sea por compañía de padres o de sustitutivos). Por lo que se impone la necesidad de enseñarles a dormir, o continuar como hasta ahora, levantándoos siempre porque siempre os quedará la duda.
Yo apliqué el Estivill suavemente desde el principio (siempre la misma rutina de sueño y objetos) así que siempre que mi hija lloró (con los 10 dedos de la mano me sobra) fue porque me necesitaba de verdad.
Que en esa enseñanza del hábito de dormir, vosotros decidáis ser su objeto seguro (colecho) o se elija un objeto sustituto (Estivill) es una decisión totalmente personal. Pero hay que tomar ya una de las dos, no estar entre ninguna.


Cuando me refiero a que Estivill y el colecho dicen lo mismo me refiero a la forma, es decir, a que los niños necesitan para volver a dormirse lo mismo con lo que se durmieron la primera vez. El fondo del colecho es que los niños han de dormir acompañados siempre, como todos los mamíferos. El fondo de Stivill, si mal no recuerdo de su lectura, obvia esta filosofía para centrarse en el mecanismo del sueño, que a mi modo de ver, lo describe muy acertadamente y cuyo método bien aplicado para los padres que no quieren colecho, es muy eficaz y no priva a los niños de su merecido descanso, así como tampoco les priva de su compañía. Quien diga que el método Estivill permite o predica que hay que dejarles llorar por horas...no lo ha leido o no lo ha entendido.
¡Abrazos para todos!


martes, 26 de octubre de 2010

Estrés y compras I (hoy ¡¡La Leche!!)

Inauguro esta sección de Estrés y compras con este post, que tenía escrito hace mucho, mucho tiempo, antes incluso de tener blog, en una galaxia no tan lejana. Pero vaya, que es atemporal, y sirve tanto para hace 3 años como para ahora mismo.

Este un post chorra, pero que a mí me desestresa...ya sé que no se debe ser desagradecido, y que ojalá en todas partes del mundo tuvieran el mismo problema que aquí expongo, pero vaya, cuando el demonio no tiene nada que hacer...con el rabo mata moscas.

¿Cual es el alimento que os trae fritas/os? A mí la leche. Consumimos tanta leche que no he abierto un puñetero brick, cuando ya tengo que abrir otro.


Probé con el envase de 2 litros, y sólo dura unos minutos más....Es un aburrimiento ir siempre fuera de la compra grande a por más leche, con lo pesao que es el paquete...¿No podían vender garrafones de 5 litros para grandes consumidores? Siempre digo de coña que podíamos poner un tanque en la cocina, con grifito, y que viniera un camión a rellenarlo, así, como el gasoil de las calefacciones ¿no sería genial?

No tendríamos que amontonar litros y litros en antiecológicos bricks (¿lo reciclarán seguro?), ni abrir 3 ó 4 diariamente, ni coger el coche para ir a por otro cargamento de leche, ni comprar poco para poder traerlo de la mano y andando.

Recuerdo cuando era pequeña y mi madre me mandaba a la lechería, que teníamos al lado, a coger 4 litros diarios en la lechera ¡la vida sin bricks! y el gusto de dar vueltas a la lechera sin tapa como una noria, sin que cayera una gota (si mi madre me hubiera visto....)

Se hervía, y hala, en una cacerola grande a la nevera ¡el tanque! del que te ibas sirviendo con el cazo, apartando unos y cogiendo otros esos enormes pedazos de nata espesa, verdadera, suave y auténtica.

Luego llegó sanidad y dijo que eso era una guarrería, y ¡venga! a matar vacas, (claro, con el mismo litro de antes ahora deben hacer 3 ó 4, y las vacas sobran) y todos a beber pasteurizado y de brick, y allá te mates tú con los diferentes sistemas para abrirla.

El punteado abrefácil que nunca puedes abrir con los simples dedos. Que llega uno y lo corta con el cuchillo...la cagaste, ahí tienes las catarátas del Niágara. Y otro que coge las tijeras y corta una puntita, de la que sale apenas un chorrito fino como de botijo y tardas 10 minutos en poner media taza de leche.

Porque del dispensador de plastiquito blanco, ni hablamos, claro. Tiras de la lengüeta de aluminio (o vete tú a saber) y es una lotería sacarla entera. Lo normal es que se rompa a la mitad, y ahí el chorro saldrá con más afluentes que el Amazonas, o no arrancas ni la mitad, y tienes que picar con el cuchillo, con el consiguiente riesgo de encontrarte un trocito en el café (verídico). Ahora algunos venden bricks con taponcillo de rosca, que incrementa tranquilamente el precio de la leche ¿25 céntimos? ¡Viva el lujo!




Y por último está el cartón-trampa. ¿Qué es el cartón-trampa? Mi santo es de esos santos que hacen sin chistar y sin preguntar todo lo gordo que toque de la casa. Ahora, eso sí, como buen chicarrón, obviará insignificantes detalles como no esparcir objetos personales minúsculos por la encimera (llaves-cartera-móvil) zapatos a la entrada, y por supuesto, lo no menos común ¡tirar envases vacíos!


Y eso es el cartón-trampa: tú vas a ponerte el desayuno 2 horas después de que él se haya marchado, porque se levanta primero, y coges el cartón abierto...y vacío...y tú ves a cámara lenta cada paso que tienes que hacer para llegar hasta el armario único de la leche que comparte con el aspirador, porque era el único sitio donde cabe la torre de leche que acumulas, y los movimientos para apartar el tubo de la aspiradora y que no te dé en la cabeza, a al vez que se alternan con fotogramas de gorrinos, calaveras y todos esos símbolos que se ponían en los tebeos cuando alguien se cagaba en fino en todo lo cagable; y cruzando los dedos para que haya caja abierta y encima no tengas que pelearte con el cartón que envuelve los 6 bricks ¿qué me fastidia más? ¿encontrar que tengo que ir a la selva de la leche, o que haya dejado el cartón vacío con una ¡o ninguna! gota de leche?


No sé si es cachondeíto, o es un optimismo innato y natural del género masculino pensar que por generación espontánea, si dejamos los envases vacíos sobre la encimera, o peor aún, en la nevera o en la despensa...¡se van a rellenar sólos! Sin duda su naturaleza tal vez no haya alcanzado a distinguir plantas que año tras año dan frutos, de bricks vacíos ¡chicos, el siguiente paso de la evolución es el reciclado! El producto de los envases jamás-repito-jamás volverá a re-llenarse como si fueran manzanas de un manzanero...


En fin, serafín, que volviendo a la leche, o me pongo un tanque y que me lo venga a rellenar un camión cisterna (aunque sea pasteurizada y requetechucutuflada), o me compro una vaca. Aunque no sé yo si la pobre en el balcón y con un tiesto de perejil que es lo que me viene a caber, me dará su mejor leche.


Y a vosotros ¿qué os estresa de la compra, o de la cocina?


¡Besos!


sábado, 23 de octubre de 2010

La historia del redondo de ternera III (o Lasaña Jardinera güena güena)

Los hijos, para ser normalmente del mismo padre y de la misma madre, son (somos) extraordinariamente diferentes. Los mismos genes, colocados de diferentes maneras, o predominando unos sobre otros...qué cosa la genética. Resulta que los que no se manifestaron en nuestro hermano, quizá si lo hagan en sus hijos, y sean más parecidos a nosotros de lo que lo son a ellos; recordándonos, en fin, que pertenecemos a una y varias familias, que se entremezclan...

Cada ve nos faltan menos semanas, sólo unas 10 u 11 para conocer a nuestra segunda hija, la que da patadas como una posesa en mi vejiga tarde y noche (tanto trasnochar hace que luego se pase pase la mañana dormidita y calladita)
Mientras nuestra nena grande nos pregunta si dejaremos de quererla cuando nazca su hermanita, yo no dejo de preguntarme si querré a nuestra nueva bebé tanto como a ella ¡qué cosas!

Seguro que son tonterías de madre primeriza de su segundo hijo, seguro
¿Me gustará? Claro que te gustará, tampoco a la Nena la conocías, y bien que te gusta, aunque naciera peludita como un mono, y bien que la quieres, más que a tu vida.

¿Por qué tengo la sensación de que estos 6 años de idilio entre los tres están a punto de terminar? ¿Por qué me cuesta tanto alcanzar a creerme nuestra propia explicación a la nena, que el amor no se divide, sino que se multiplica?

¿Tal vez porque confundo amor con atención? Evidentemente, los segundos y sucesivos, pobrecicos, nacen ya con menos atención de la que tuvieron los primogénitos ¿será eso? Me da mucha pena "destronar" a mi Nena. Y me muero por conocer a nuestra chiquinina.

¿Y qué tiene que ver esto con el redondo de ternera y su III parte? pues porque los platos, como la genética de los hermanos salen absolutamente diferentes aún utilizando los mismos ingredientes.

Es tan básico como que ningún café con leche y azúcar será nunca exactamente igual a otro café con leche con azúcar.

El otro día nos quedamos con un trozo de carne asada por un lado, y una salsa estupenda de manzana y zanahoria por otro.

Todos los fines de semana tengo la tentación de poner lasaña ¡me encanta!, pero no sucumbo en todos para no cansar al personal, y que sigan adorándola por muchos años.

Esta lasaña no es como esta otra. En esta me dejé llevar por la inspiración.

Ingredientes para tres y repetir, o para 6 y quedarse con ganas:

- 3/4 de carne picada
- Verduras variadas que nos gusten, incluido ajo y cebolla
- Bechamel (ver aquí como la hice otra vez)y salsa de tomate frito
- Dos bolas de mozarella fresca
- Placas de lasaña

Se rehoga en AOVE (aceite de oliva virgen extra) un ajo y una cebolla bien picadita. Yo añadí pimiento rojo, pimiento verde picado y zanahoria rallada. Añadir cuantas verduras picaditas, champiñones y otras setas varias nos apetezcan para darle autoridad a dicha "jardinera". Rehogar la carne picada entre todas las verduras ya pochadas, pero no dejar hacer mucho para que no quede seca, ya se terminará con la salsa y el horno.

Y aquí viene el truco del almendruco: en vez de utilizar tomate frito para la carne, ese día utilicé la salsa de manzana y zanahoria que había hecho para el redondo (por eso convenía hacer más ¡qué buen apaño hizo)



Elaborar una bechamel abundante y clarita (ver aquí) y casi al final, teñir de rosa con un chorrete abundante de tomate frito y corregir de sal.
Mientras tanto tendríamos que tener cocidas las placas de lasaña para ir montándola.

Comenzar con una capa de la bechamel rosa, seguir por placas, carne y mozarella fresca cortada en rodajas y orégano fresco si tuviéramos la fortuna de que un amigo nos lo mandara de su jardín. Cubrir con bechamel rosa, y montar de nuevo en ese orden más capas. Terminar con bechamel rosa, cubrir de queso rallado o polvo y gratinar:

Para muestra, un botón:



¿Verdad que está dando de sí el redondo? Pues aún queda más.

Espero ansiosa vuestras experiencias como padres/madres repetidores ¿qué sentísteis ante el nacimiento del segundo hijo o hija?

¡Muac!

martes, 12 de octubre de 2010

Wok (o comer fuera de casa III)


Tengo una hermana. Sólo una. Y mi hermana tiene un marido (a partir de ahora Cuñao) que come por 5, da gusto verle tragar por lo que es el sueño de cualquier madre, de cualquier edad, ya que es de los que se lo acaban absolutamente todo, y repite sin insistirle. Eso sí, no vayáis a pensar que es un zampabollos. Tiene que ser su hora, ya que no come ni cualquier cosa, ni en cualquier momento.

Mi hermana tiene dos hija (Sobrina y Ahijada a partir de ahora). Una es mayor que mi nena, y la otra más pequeña. Las tres juntas son el trío calavera, tan capaces de jugar 4 horas seguidas juntas sin oirlas, como imposible que duerman las tres sin terminar amenazándolas de muerte por el jolgorio y los golpes. En general no comen mal, aunque como madre y tía carnal, pues las tres podrían comer mejor. Menos Sobrina, que en cuanto a cantidad hay que cuidar que no se pase.

Luego está Santo. Mi marido, que tiene un apetito tan grande, que cuando lo conocí no daba crédito. Ni a él ni al de su hermano...Yo que había crecido en casa de chicas (hermana y madre) y mi padre, que era de comer ligerito...no sabía lo que eran capaces de comer un par de adolescentes ¡señor! Las familias con hijos varones deberían tener una subvención o algo. Las cantidades de comida que se manejaban en casa de mi santo yo sólo las había visto en BBC (Bodas, Bautizos y Comuniones)

Y eso que Abuela (mi madre) tiene buen diente, el mejor de mi casa, de mi casa de soltera digo. El cubo de la basura decía yo cariñosamente, porque no quedaba nada ni en su plato, ni en el de los demás, que todo nos lo rebañaba.

Todo esto...hasta que mi hermana nos presentó a Cuñado, claro. Es el ultracampeón de la familia.

¿Y por qué cuento todo esto?

Cuando nos juntamos estos 8 (con mi barriguita 8 y medio) casi siempre lo hacemos en dos sitios:
O en casa de Abuela donde aprovechamos para que nos haga casi siempre el mismo menú, porque sólo ella lo hace ciertos platos así de buenos; o en un WOK que tenemos cerca de mi casa.

Casi nunca cambiamos de sitio cuando salimos los 8 a comer fuera. Corrijo: NUNCA



Desde que les llevamos un día a probar, en cuanto podemos nos juntamos para ir allí. Y tiene su mérito, porque tanto a Hermana como a Abuela, les pilla a 50 km a cada una desde sus respectivas casas.

¿Qué tiene de especial Wok? Pues para bien o para mal, lo siguiente (las alterno):

-Que siempre tiene mucha gente, por lo que entonces todo está superfresco, y siempre reponiendo las cosas calentitas que están cocinadas.
-Que por lo mismo a veces hay que esperar cola para entrar. Pero...
-...se puede reservar mesa. Pero...
-...te puede tocar el chino que no habla muy bien, y le da tu mesa a otros, y para solucionarlo no te quiere dar una mesa que no será ocupada hasta dentro de 1/2 hora ¿¿??? ¿Por qué prefieres discutir conmigo, que estoy embarazada y hambrienta, en vez de con los que llegarán dentro de media hora, y a los que seguro podrás dar otra mesa desocupada? No es mala intención, seguro...sólo es cuestión de idioma...
-Se paga un precio único por persona, dividido en 3 categorías: Adultos, niños hasta 1,30 y menores de 1,30 (hay dos rayas en la puerta, en serio)
-Los fines de semana es ligeramente más caro, en todas sus categorías, pero...
-...los fines de semana incluyen Sushi ¡hummmmm!
-Te pones hasta las orejas, de lo que quieras, todas las veces que te apetezca, hasta reventar.
-Excepto de bebida, sólo entra una en el precio, y el resto aparte
-Las orejas de las niñas son de más fácil llenado que las adultas, así que nos sale lo comido por lo servido.
-Es ideal si te gusta la comida china, y asiática en general. Hay comida china en el buffet hecha, y también ingredientes crudos, de todo tipo (setas, hongos, verdura cortadita, calamares, pulpitos, langostinos, carne de pollo, ternera, cerdo etc) que tú eliges en las cantidades y proporciones que quieras, y te los cocinan delante de ti. Bien al wok con diferentes salsas, o bien a la plancha. Comida para todos gustos y dietas. Yo tengo debilidad por unos hongos que sólo se encuentran allí, y unos pulpitos pequeñitos que nos hacen con salsa de ajo..¡riquísimo! Sólo por eso ya merece la pena ir (y por el sushi, claro)

Las niñas disfrutan mucho con tanta variedad, aunque por ejemplo mi hija siempre acabe comiendo invariablemente un escurrido plato pequeño con 4 trozos de pechuga empanada y patatas fritas. Y un refresco. Y un helado (¿no quieres otro heladito, hija, o un flan, o unas natillas, o todo????) Mis Sobris tampoco comen mucho más. Lo mismo y tal vez unos poquitos tallarines, o una cucharadita de arroz 3 delicias y alguna croquetita. Todo en plato chico.

Así que da un poco de dolor los más de 30 euros que nos cobran por las 3 niñas (en cuanto crezcan llegará nuestra venganza jejejeje).

Hoy mi nena preguntaba en casa si la semana que viene, que nos juntaremos todos, iremos al Wok. Mi santo, muy cachondo, la dice mirando su plato en casa, aún medio lleno:

-Sí, pero practica ¿Tú sabes lo que tengo que comer en el wok para compensar lo poco que comes tú? jajajaja Y yo ya no tengo el cuerpo para esos trotes.

Y es que es verdad...mi santo ya no es lo que era a sus 17 años comiendo a dos carrillos, y aunque Cuñao y él dan un poco de vergüenza en estos buffets libres, cierto es que Cuñao es el que más se sacrifica por todos en el Wok ¡¡para que la cuenta salga equilibrada entre lo pagado y lo comido!!

Cuñao me fascina, porque en toda su grandeza (es grandísimo) y serenidad, es capaz de comerse lo de él y lo de 3 personas más, es decir, las niñas como si fueran adultas. Y cuando ya dice que está lleno, va a por el postre. Tres veces. Tres platos de diferentes postres, los tres llenos.

En el fondo este sitio de barato no tiene nada, ya que de tapas por ahí podríamos comer tal vez el doble por la mitad. Es sólo que la variedad nos pierde, y la comida china y al wok nos encanta...y casi todos son como nosotros: mesas llenas de papis, mamis, abuelas y abuelos con tíos, tías, hermanos, hermanas y sobrinos, que no te miran raro cuando le pides por décima vez a tu nena que ponga las rodillas bajo la mesa, y deje de bailar el tenedor delante de los ojos de su prima.

...Juntarse es lo mejor de todo, y también pienso que al no variar de sitios para juntarnos, estamos haciendo recuerdos entrañables e imborrables a nuestras nenas, que pronto serán cuatro...


Esta preciosidad de ilustración es de Mónica Calvo, a la que espero no importe aparecer en este pequeño blog.



¡Feliz día de la Hispanidad, y sobre todo del Pilar!
Especialmente a la Pilar más importante de mi vida.

domingo, 10 de octubre de 2010

La historia del redondo de ternera II y su Salsa de Zanahoria y Manzana (o la segunda de las mil y una recetas)

Como todos sabéis ya por entradas anteriores, mi madre es mi cocinera de cabecera. Así que esta receta viene a ser un poco, en parte de rebeldía, porque no recuerdo que ella hiciera nunca o ¿casi nunca? redondo.

Lo que sí hacía era aleta de ternera rellena, que a lo mejor algún día os cuento como la hace ella, porque yo nunca la he hecho.

Retomo en este post la continuación a éste, ya que el primer plato que saqué, antes de cocinar el redondo propiamente dicho, fueron los "Sansacobos extranjeros" o Cordon-bleu ¿por qué se llamarán así? Ambos, digo...

Lo importante del redondo de ternera no es el trozo de carne en sí (bueno, vale, sí es importante) Quiero decir que asar un redondo es facilísimo. Lo más elaborado será la salsa que lo acompañe.



-El juguito de rehogar y sellar salpimentado el redondo de ternera en una cazuela. En un chorro de AOVE (recuerdo: aceite de oliva Virgen Extra) se rehoga y se dora bien el redondo por arriba y por abajo, y por todos los lados que se deje. Sacar y reservar.
-En ese poquito de jugo, y si es necesario añadimos un poco más de aceite, rehogamos una cebolla grande bien picadita y 2 ó 3 dientes de ajo, picados o enteros pelados al fin y al cabo, se van a deshacer...
-Vamos incorporando al pochado de la cebolla 2 ó 3 zanahorias hermosas, eso sí, ralladas.
-Terminamos incorporando 2 ó 3 manzanas peladas y cortadas pequeñitas. Normalmente yo utilizo la Royal Gala, pero ahí va en gustos. La salsa ha de tener un ligero sabor a manzana.
-Rehogar otro poquito todo junto, y añadir bolas de pimienta (o pimienta molida si no tenemos) y un vaso grande con: 3/4 partes de vino y la última 1/4 parte, de agua. Enriquecer con un chorrito de Pedro Ximénez o moscatel si tenemos ¡Hummmm!
A continuación, con el horno precalentado arriba y abajo a 200, coloco en una fuente pirex el redondo, y alrededor (no encima) la preparación de la salsa para que se ase todo junto, y el jugo que suelte el asado pueda ser absorvido por la salsita (sustituto perfecto de las pastillas de caldo y similares) Hay gente que lo hace en olla, yo lo prefiero asado.
Aquí ya a ojo de buen cubero lo de asar el redondo. Según mi receta, ya va doradito. Se deja en el horno no mucho tiempo dándole la vuelta periódicamente para que se haga uniformemente. Podemos dejarlo más o menos crudo-rosita por dentro según nos guste. Remover también el rehogado de las verduras para que no se tueste.
Si preferimos el redondo muy hecho (que yo no recomiendo, porque nos quedará algo seco), sólo tenéis que pincharlo. Si sale jugo rosa, aún no está. Si sale blanco o incoloro, sí. Lo mismo sirve para calcular hasta donde queremos que se haga. Que lo queremos rosa por dentro, y hecho por fuera hasta unos 3 centímetros, pues metemos poco la aguja y comprobamos que sale caldito incoloro. Si la metemos más y sale rosa, recomiendo sacarlo ya, aunque como digo, va en gustos...y en hornos. Yo prefiero asarlo muy rápido, vigilando y dando vueltas, para que no se haga mucho.
Cuando ya decidimos sacarlo, retiramos el redondo y reservamos. Como a menos de que tengamos invitados, vamos a tener redondo para varios días, la manera de conservarlo es envolverlo en papel de aluminio, cual barra de fiambre e ir cortando los filetes según los vayamos a utilizar.
Volvemos a la protagonista: la salsa. Trituramos bien todos los ingredientes con la turmix, y corregimos de sal y de pimienta. Si quedara como puré, le podemos añadir un chorrito de agua de forma que quede consistente pero ni líquida ni espesota. Os garantizo que es deliciosa, y sirve para muchas cosas más, así que si os gusta, no dudéis en hacer el doble de cantidad y congelar para otros platos o como concentrado base.
Por último, cortar ya justo para comer los filetes (cuanto más finos, más ricos) del redondo (si están fríos ya, calentar la salsa en el micro y que sea ella la que transmita el calor, para que no se sequen ni se hagan de más)

Añadir la guarnición que buenamente nos apetezca más ese día. Yo le suelo poner patatas París rehogadas y doradas con aceite y orégano (aunque con mantequilla están de pecado mortal) que podéis hacer en sartén, o aprovechar los últimos 15 minutos de horno cuando el asado.



Las variantes son infinitas, y las salsas, como no, también. Podemos tener preparadas otras salsas diferentes para que así el redondo cambie totalmente de vestimenta y de apariencia ¡Espero vuestras ideas de salsas y acompañamientos!
Me voy a hacer unas albóndigas en salsa de tomate casera y patatas fritas ¡que hoy es domingo y hay que darse un capricho!

¡Abrazos, buen puente y felicidades a las Pilares!

En este día también aproveché el horno para poner unos tomates cortados por la mitad, un poco de mozarella (fresca, rallada, o el queso que tengáis) con orégano.


Yo hago una variante de la que hacía mi madre para la aleta. Mi famosa salsa Z&M (Zanahoria & Manzana a la pimienta) adorada por igual por Grandes y Pequeños (en mi casa, claro, por mi santo y mi nena) Usaremos:


-Redondo de ternera, evidentemente. Tan grande como queramos. El último mío era un trozo que pesaba casi 2 kilazos, de donde, si recordamos, el carnicero en crudo me apartó 6 filetes para los "sansa"

miércoles, 6 de octubre de 2010

Eres la noche esposa, yo soy el mediodía

La he encontrado hoy...una de esas cosas maravillosas que la gente comparte, y que los demás vamos disfrutando
¿Y donde podía guardarla yo que no se me pierda?

Porque el video-montaje es bueno...y el cantante lo borda...pero el poeta ¡ay el poeta!

Así que aquí me lo pongo, en el blog, para no perderlo, y para que lo disfrute quien quiera:

HIJO DE LA LUZ Y DE LA SOMBRA (Miguel Hernández) - Joan M. Serrat

Eres la noche, esposa: la noche en el instante
mayor de su potencia lunar y femenina.
Eres la medianoche: la sombra culminante
donde culmina el sueño, donde el amor culmina.

Daré sobre tu cuerpo cuando la noche arroje
su avaricioso anhelo de imán y poderío.
Un astral sentimiento febril me sobrecoje,
incendia mi osamenta con un escalofrío.

Eres la noche, esposa
yo soy el mediodía.

La noche se ha encendido como una sorda hoguera
de llamas minerales y oscuras embestidas.
Y alrededor la sombra late como si fuera
las almas de los pozos y el vino difundidas.

Pide que nos echemos tú y yo sobre la manta,
tú y yo sobre la luna, tú y yo sobre la vida.
Pide que tú y yo ardamos fundiendo en la garganta,
con todo el firmamento, la tierra estremecida.

Eres la noche, esposa
yo soy el mediodía.

Caudalosa mujer, en tu vientre me entierro.
Tu caudaloso vientre será mi sepultura,
se quemarán mis huesos con la llama del hierro,
verían que grabada llevo allí tu figura.

Con el amor a cuestas, dormidos y despiertos,
seguiremos besándonos en el hijo profundo,
besándonos tú y yo se besan nuestros muertos,
se besan los primeros pobladores del mundo.

Eres la noche, esposa
yo soy el mediodía.



Y es receta.
A mí por lo menos...me llena el alma


miércoles, 29 de septiembre de 2010

Pinchitos (O comer contigo fuera de casa)

Amor:

Ayer fue nuestro aniversario de bodas. Ocho años de casados. Dieciocho juntos. Más de la mitad de nuestra vida hemos estado acompañados el uno por el otro.
Ayer nos escapamos corriendo de la mano, en día de diario en un descuido de la nena y su yaya "no te puedes venir, cariño, porque es una cita de novios de papá y mamá", y corrimos a ver los escasos dos puestos que vienen por las fiestas de nuestro pueblo, recordando que hacía 8 años en ese momento cenábamos con nuestros amigos pinchos y tapas aún vestidos de novios, después de nuestra boda mañanera.

Y ayer nos sentamos en ese bar remodelado, que tantos cafés de 90 pesetas y pinchitos de salchicha con bacon de 30 pesetillas nos vió comer en los ratillos que adolescentes, arrancabamos como ayer, en día de diario, para contarnos por horas nuestras cosas.

El bar no tenía nada que ver con el de antaño, pero ayer, como entonces, no corrimos más, y aceptamos lo que la carta traía. Nuevos pinchitos, más elaborados y en plato fino. Los que ahora, aún sin ser ricos, no podíamos ni soñar con nuestro bolsillo de paga semanal paterna adolescente. Aquellos pinchitos de 30 pesetas...Aquellos que aunque repitieramos en casa, no salían igual (Cortar salchichas gordas de paquete de una medida tan larga como el ancho de una loncha de bacon. Envolver el trozo de salchicha en bacon, pinchar con un palillo. Freir, encomendarse a San Colesterol bendito. Comer)

Ayer comíamos los nuevos pinchitos, mucho más sanos y sobre tostas y hablábamos. E hicimos un somero balance de este año. Muy breve. Muy corto. Me dijiste que no hacía falta. Que eres feliz y tu vida es plácida. Ya sé que no es tu canción favorita, pero yo no puedo evitar sentirme así, porque cariño, puedo ver tu halo, y sentir como me envuelve en todo momento, incluso cuando no estás a mi lado porque estamos haciendo eso que se llama vida cotidiana.



No pueden ser 18 años. Dieciocho años no son nada, no han podido pasar así de rápido. Dieciocho años. Es que fue ayer....Lo hemos pasado bien, lo hemos pasado mal, y también lo hemos pasado regular. Pero amor, no cambiaría ni un sólo día de estos 18 años contigo. No dejo de reenarmorarme de ti.
No puedo dejar de ver tu halo, y sentir tu abrazo.

domingo, 26 de septiembre de 2010

La historia del Redondo de Ternera I (o las mil y una recetas)


Tengo por costumbre comprar mucha carne en mi carnicería habitual y congelarla en paquetes que vamos sacando para consumir. Lo mejor siempre es sacarlo con tiempo para que se descongele sólo. Lo ideal, en la nevera...si hay prisa, fuera de ella. Y si nos ha pillado el toro: en el super-descongelador, o sea, el microondas. Tengo que decir que soy una estupenda descongeladora de micro. El truco está en ponerlo de pocos en pocos segundos e irle dando la vuelta y cambiarlo de posición para que no se haga ningún borde.

Cuando estuvimos comprando la última vez el carnicero me ofreció un estupendo redondo de ternera. Más de 2 kilos pesaba. Cierto es que luego merma, y no queda ni mucho menos en tanto, pero siendo nosotros dos adultos y nena, aunque de buen diente, se me hacía grande. Así que el carnicero me propuso cortarme unos filetillos de el principio para hacerlos aparte.

Perfecto pensé. Los estiraré en casa, y con ellos haré unos estupendos San Jacobos, bueno, quiero decir, Cordon-Bleu caseros para chuparse los dedos.

Y con este post inicio una larga saga de ellos, porque hay que ver como nos ha cundido el redondo, ya desde antes de salir de la carnicería.

La primera receta que saqué por tanto de este redondo fue Cordon-Bleu caseros. Yo hice 6, con los 6 filetes que me sacó el carnicero allí, aunque luego con el relleno quedan muy grandes y llenan mucho.

Los filetes han de ser finos, pero no demasiado. Yo los congelé, porque la carne del redondo es bastante prieta, que quería, que como el pulpo, rompiera algo de estructura.

Días después los descongelé, les quité el reborde, que es un poco duro y me iba a impedir "amasar" la carne. Golpeé cada filete uno a uno. Si tenemos maza de cocina, con él, y si no, con el mismo rodillo con el que lo vamos a estirar con mucho cuidado de que no se nos abra ningún agujero en ella.

Lo siguiente es bien sencillo:

Colocamos una loncha pequeña, o media grande (que no sobresalga) de jamón serrano finito (sí, estoy embarazada, pero esto como se iba a freir juas-juas-juas) y un poco de queso mozarella o cualquier otro que tengamos en lonchas, y que funda. Poner si nos gusta un poco de orégano fresco, o cualquier otra hierba que nos guste en el queso. Cerrar en sobre (si lo enrolláramos sería tipo flamenquín, pero con carne no lo recomiendo) Como véis por la foto, a mí por la forma del redondo, al cerrarlo me quedó tipo triángulo-empanadilla que luego adoptó forma de corazón. Repito que lo importante es que no sobresalga el relleno. Sellamos con palillos. Yo siempre pongo la misma cantidad en todos, por ejemplo 3, aunque en alguno no hiciera falta, porque luego quedan muy ocultos con el empanado, y es fácil pegarle un bocado si el número de palillos a quitar por cada uno es variable.

Hice un empanado doble por cada uno con huevo y pan rallado, y los freí durante unos minutos en AOVE para que cogieran el aceite justo.

¡Voilá!

Para una cena "tan calórica" hice la gracia completa con una enorme fuente de patatas fritas que hizo que los ojos de mi santo y de la nena hicieran chirivitas; pues los tengo a dieta de pescado y cenas sanas entre semana. A mi niña la perspectiva de comer "Sansa" (desde muy chica los llamaba sansacobos, unos de jamón york que compraba y que la encantan) le parecía maravillosa. Bueno, yo la dije que en este caso más que sansa, eran cordon-bleu

Cuando vió que dentro tenían carne, que sí, que eran caseros, caseros, aunque la gustaron, al final de la cena me preguntó ¿Y cuando vamos a comer sansacobos españoles mama?

Bueno, y hasta aquí la primera receta del Redondo de Ternera más largo del mundo.

No quiero dejar de poner una nota de agradecimiento a los carniceros, charcuteros, y demás empleados del supermercado donde compré y compro siempre esta carne por sus atenciones cuando me bajó la tensión allí mismo, y casi pierdo el conocimiento. Casi muero después de la vergüenza por llamar tanto la atención, pero ¡qué manera de cuidarme! Un encanto de personas. Entre todos con el aire, la silla, el fresquito para que se me pasara, y santa cocacola fresquita que me dieron, recuperé enseguida el color gracias a sus cuidados.

¡¡Gracias a todas esas personas que hacen la vida más fácil a otras!!

domingo, 12 de septiembre de 2010

Toxoplasmosis, atún y otros (o cosas raras durante el embarazo)




¿Qué es toxoplasmosis dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul?



¿Qué es toxoplasmosis? ¿y tú me lo preguntas?



Toxoplasmosis...eres tú:






Yo no digo que esta belleza tenga toxoplasmosis, pero sí es el máximo representante de lo que debe privarse una embarazada que no está inmunizada contra esta enfermedad, levísima en cualquier persona, pero muy grave para un feto en formación si la madre se contagia durante la gestación (y perdón por mal-usar a Bécquer para esto)

Nos prohiben tomar carnes crudas, o en su defecto, curadas como jamones o embutidos. Tampoc nada que haya estado en contacto con tierra sin un previo lavado especial. Por ejemplo, durante las vacaciones no he podido comer ensaladas fuera de casa, porque no llevaba el lavado en agua con un par de gotas de lejía, o tratamiento similar (que ahora se vende específicamente)
Los expertos no se ponen de acuerdo en si congelar estos productos curados mata el posible bicho o no. Y digo posible, porque muchos otros no creen que sea probable que te infectes durante el embarazo, y menos a través de un gato casero que no sale nunca (sí, también hay que tener cuidado con los gatos y sus deposiciones)
En 35 años (los míos) nunca me he contagiado de toxoplasmosis, lo cual me permitiría en este estado comer de todo. Pese a vivir en un pueblo. En contacto permanente con tierra de todo tipo, en las uñas, en la boca. Pese a comer moras directamente de la zarza. Pese a vivir con una media de 3 ó 4 gatos en nuestro patio, con tierra también y de comer toda la vida embutidos, jamón, lechugas y demás verduras crudas sin lavar con lejía. Pese a vivir después en piso con gatos también, que hacían deposiciones en una caja que yo misma limpiaba. Pese a comer los filetes de ternera semicrudos, además de meterle mano a la carne picada cruda y el huevo crudo con el "arreglo" de antes de hacer las albóndigas.
Es probable entonces que no me vaya a contagiar en estos 9 meses. Ojalá fuera más valiente para tener en cuenta este historial...pero no lo soy, y sigo escrupulosamente todas las indicaciones y "porsiacas".
Que digo yo ¿por qué no nos vacunan contra la toxoplasmosis cuando nos vacunan de la rubeóla?
Pero...¿a cuento de qué viene todo esto? Divago, para no variar. He pensado que de las rarezas y manías durante este embarazo se encuentra la "Semana de...."
¿Qué es la Semana de...? Dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul....

Pues a modo ECI, cosas que me pide el cuerpo (llámense antojos, o lo que sea) y que me hacen embutirme de lo que toca en esa semana. Por ejemplo. Desde las primeras semanas de embarazo me apetecen muchísimo anchoas y pescados azules en general. Así que tengo el congelador siempre lleno de latillas, porque al principio sobre todo, comí muchísimas. Después, aprovechando la temporada, llegó la semana del atún. Comimos atún de todas las maneras: en tomate, de lata en ensalada, a la plancha, con macarrones.

También tuve la semana de los encurtidos, sobre todo cuando más nauseas tenía, y que afortunadamente, sin fallar, se fueron a las 14 semanas. Debí comer unos 5 ó 6 botes de pepinillos en vinagre. Mi santo me dijo que por lo visto se retienen muchos líquidos y me contuve...
En realidad estos "antojos" no me duran una semana justo, sino que se extienden en el tiempo. El cuerpo me pide más huevos de lo razonable, así que cuando tocan ¡es fiesta!
Pero toda esta perorata sólo sirve para presentar mi receta de hoy, aptísima para dietas y que mejora cualquier "plancha"
Pues resulta que tenía yo unos lomos de atún (¿o tal vez era bonito?) hermosísimos. Y los iba a hacer de nuevo a la plancha, con una ensaladita de cangrejo.








Qué soso ¿no? Otra vez atún a la plancha. Así que lo vestí de fiesta.



La ensalada ya estaba hecha: lechuga (lavada con lejía ¡ar!), tomate en medias rodajas, muy finas, y unos palitos de cangrejo cortados.


Se me ocurrió acompañar el atún con una cuasi-reducción de cebolla con Pedro Ximénez, así que corté 2 cebollas finitas y las puse a pochar muy lentamente (es la parte más larga del plato, pero merece la pena el esfuerzo, para éste y para muchos otros) Es importante que la cebolla poche, pero no quede crujiente. Una vez pochada le añadimos un vasito de Pedro Ximénez, o en su defecto, un moscatel que ande por casa. Dejamos que reduzca unos minutos y evapore el alcohol. Normalmente el siguiente paso es pasarlo todo por el chino (¡no turmix!) y nos quedará un caramelo de cebolla delicioso, normalmente ideal para acompañar Foie, o tabla de quesos de untar, muy lucido.



Esta vez yo hice la reducción sin pasarla por el chino: quería la cebolla entera, y así la dejé.

Iba a servirla al lado del atún que ya estaba haciendo a la plancha con una gota de aceite de oliva virgen extra (a partir de ahora AOVE) muy caliente: un minuto por una cara, sin sal, y 10 segundos cuando les demos la vuelta, y aprovechemos para ponerles la sal justo antes de sacarlos para que no nos queden secos.



Y así lo iba a presentar, cebolla junto a atún, y la ensalada al centro para compartir, cuando recordé unos moldes para emplatar que habíamos comprado hacía ya meses, y aún yo no había utilizado.




De esta manera fui colocando los ingredientes que ya tenía preparados: una capa de ensalada, cortada finita y aliñada (AOVE, vinagre de jerez y sal), una capa de cebolla en reducción de vino, varios trozos-filetes de atún a la plancha y otra capa de cebolla. En la foto anterior el molde es cuadrado, y el resultado final es redondo...porque tengo de las dos formas, y probé con ambas. Para mi gusto quedó mucho más vistoso en redondo.



Ya lo véis: fácil, sano, bonito (nunca mejor dicho), aparente y apañao. Me faltaron los chorritos y las goticas esas que les ponen los chefs....pero no se me ocurrió con qué ¡Tal vez la próxima vez guarde un poquito del líquido de la reducción para hacerlo!

Y esto es todo de comer por hoy. Otras cosas "raras" que me están pasando son "la costilla flotante o el aro de sujetador fantasma"...pero eso es otra historia, para otra receta facilona (pero no tan de dieta)

Y lo mejor, es que mi jamoncita cada vez se hace notar más: sigue despertándose antes que yo, dando gloriosas patadas, y avisando que quiere desayunaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar!!!!

¡Muchos besos para todos!