jueves, 28 de octubre de 2010

El método Estivill y el colecho son la misma cosa

Me desmarco de mi linea habitual del blog (amor y cocina cotidiana) con un post sobre crianza. Prescindo hoy de la cocina, pero no del amor, que es lo que subyace en la crianza de nuestros hijos, más o menos acertada, porque en todos los casos (al menos en la mayoría) ésta suele estar guiada por el amor y no por la falta de interés por el bienestar de nuestros hijos.

¿Por qué un post ahora sobre esto?...bueno, estoy criando a mi nena, ya de 6 años, y esperando como sabéis a la siguiente ¡¡¡qué largo se me está haciendo y qué ganas tengo de verla!!
Y como visito post de padres en edad de criar como nosotros, pues hay veces que dejo comentarios taaaaaaaan gigantes, que pienso ¡si esto es un post! Así que eso hago. Traer aquí mi opinión sobre el tan manido y controvertido tema del sueño de los niños, del colecho sí, colecho no, Stivill monumento, o Stivill hoguera.

Pues bien, mi opinión principal, en el título la traigo: El método Estivill y el colecho, son la misma cosa. O al menos, ambos sirven para lo mismo: que padres e hijos duerman, descansen y disfruten felices y sin ojeras unos de otros. ¿En qué me baso, y cuales son mis argumentos?

Leyendo bien el libro de Estivill, y asegurándonos SIEMPRE que no hay razón para llorar (enfermedad, hambre, nerviosismo por cambios externos) tal y como él propone, funciona.

Todos los niños todos, todos, se despiertan varias veces por la noche.
Muchas veces.
TODOS LOS NIÑOS.
SIN EXCEPCIÓN.

Para dormirse de nuevo necesitan consolarse, necesitan saber consolarse. Si normalmente se duermen con la mano de mamá...cada vez que me despierte, necesitaré la mano de mamá: pues lloro y viene mamá.

Si yo he aprendido a dormir con el tete, y con un oso, siempre el mismo, cuando me despierte, lo veré, me sentiré bien de nuevo al ver que el oso sigue ahí, y podré volver a dormirme. No es enfermedad, no es soledad, es el hábito de lo que necesito para dormir.

Es cuestión de con qué enseñamos a dormir a nuestros hijos.



Creo que esta preciosidad se llama Aimar, lo encontré en la red aquí en este blog




Si esto no lo hicimos desde el principio (crear un entorno seguro, y predecible y una manera siempre igual de dormir: oso, mi cuna, mi móvil...que me permita volver a dormirme sólo por muchas veces que me despierte) pues tendremos que enseñárselo, o permitirles tener toda la noche con lo que se han acostumbrado a dormirse: TÚ. Lo que se viene llamando colecho.

Y Estivill propone la manera de corregir el desajuste que tiene el niño cuando ni se da colecho (padres) ni se da sustituto. Y hace falta no un corazón duro, sino entender esta teoría: voy a sustituirme a mí misma en las 1000 veces que un niño (TODOS) se despiertan sin motivo durante la noche, por algo que le haga sentir igual de bien los 3 segundos que dura ese despertar.
En realidad, el tiempo que tienen que emplear en reclamarnos, despertarse, espabilarse y llorar porque nos necesitan para volverse a dormir, no sólo perjudica a los padres, les está perjudicando enormemente a ellos, que transforman los 3 segundos que emplearían en volverse a dormir si al abrir los ojos, vieran que todo sigue igual (su oso, o su mantita, su chupete, o lo que sea) en un rato inevitablemente más largo mientras ven que no estás, te llaman llorando y vas.

La demostración de esto, de que necesitan lo mismo para volverse a dormir...es que cuando duermes toooooda la noche con ellos, ¡eso no pasa! ¿por qué? Porque abren los ojos un segundo, y tú, tu objeto para dormirse, ¡está ahí!
No es difícil entender entonces la necesidad de introducir, si no lo hicimos desde el principio algo constante y consistente que le haga dormirse seguro y que esté ahí todas las veces que se despierte.

Dos opciones para que duerman sin espabilarse en todos esos despertares (malo es para un adulto la falta de sueño...pero para un niño que crece durante éste, y organiza su desarrollo neuronal...es mucho peor) Dos opciones digo:

-O duermes todas las noches con él (colecho) de forma que repito, no llorará porque las 1000 veces que se despierte, tú estás y se duerme automáticamente sin necesidad de llorar y espabilarse.



-O le enseñas (Estivill te ayuda) a dormirse con un sustituto seguro que siempre esté, se despierte las veces que se despierte. Repito como el ajo: oso, chupete, mantita, muñeco etc "Toma cariño, aquí te dejo tu oso, que estará cuando te despiertes para que te puedas volver a dormir, mira, le dejo muchos besitos para ti"....¿que llora? Vuelves a entrar, ¿estás bien? ¿si? mira, ahora vas a dormir, con tu oso...

El colecho para dormir todos (especialmente los niños) funciona. Es el mismo principio, la misma lógica. Las ventajas del colecho son evidentes. Las desventajas, también (en la foto del colecho, no sé qué hicieron para traer hermanitos para el mayor ¡no quiero pensarlo!) amén de que uno tendrá que ser consecuente con el tiempo que puede dilatarse éste, y/o cuando ponerle fin si es que el niño no reclama cama para él solo ni a los 9 años...

Si el Estivill, después de 3 días no funciona, es porque no se está haciendo bien, y habrá que pedir ayuda para aplicarlo correctamente si se quiere no ya solo descansar, sino que lo hagan los niños en condiciones y su crecimiento y desarrollo sea correcto.
Andar a caballo entre ambos “métodos” o “corrientes” es inconsistente y perjudicial para nuestros hijos. Hay que decidirse por una opción, o por otra.
¿Por qué?
Porque cuando un niño duerme la noche entera, ya sea por colecho (despertar-veo a los papás con los que me dormí-me duermo) o por Stivill (despertar-veo al oso con el que me dormí-me duermo) me permite distinguir perfectamente si mi hija está enferma, o está nerviosa por cambios en su vida, en su guarde, en su cole, etc.
Porque si mi hija duerme bien todas las noches, porque sabe cómo dormirse…las pocas veces que llore, lo hará con razón.

¿Cómo se puede distinguir cuando un niño llora porque necesita el objeto-persona con el que se durmió de cuando está enfermo o te necesita por otra razón?

No se puede distinguir, si el niño no tiene ese hábito correcto de sueño (ya sea por compañía de padres o de sustitutivos). Por lo que se impone la necesidad de enseñarles a dormir, o continuar como hasta ahora, levantándoos siempre porque siempre os quedará la duda.
Yo apliqué el Estivill suavemente desde el principio (siempre la misma rutina de sueño y objetos) así que siempre que mi hija lloró (con los 10 dedos de la mano me sobra) fue porque me necesitaba de verdad.
Que en esa enseñanza del hábito de dormir, vosotros decidáis ser su objeto seguro (colecho) o se elija un objeto sustituto (Estivill) es una decisión totalmente personal. Pero hay que tomar ya una de las dos, no estar entre ninguna.


Cuando me refiero a que Estivill y el colecho dicen lo mismo me refiero a la forma, es decir, a que los niños necesitan para volver a dormirse lo mismo con lo que se durmieron la primera vez. El fondo del colecho es que los niños han de dormir acompañados siempre, como todos los mamíferos. El fondo de Stivill, si mal no recuerdo de su lectura, obvia esta filosofía para centrarse en el mecanismo del sueño, que a mi modo de ver, lo describe muy acertadamente y cuyo método bien aplicado para los padres que no quieren colecho, es muy eficaz y no priva a los niños de su merecido descanso, así como tampoco les priva de su compañía. Quien diga que el método Estivill permite o predica que hay que dejarles llorar por horas...no lo ha leido o no lo ha entendido.
¡Abrazos para todos!


martes, 26 de octubre de 2010

Estrés y compras I (hoy ¡¡La Leche!!)

Inauguro esta sección de Estrés y compras con este post, que tenía escrito hace mucho, mucho tiempo, antes incluso de tener blog, en una galaxia no tan lejana. Pero vaya, que es atemporal, y sirve tanto para hace 3 años como para ahora mismo.

Este un post chorra, pero que a mí me desestresa...ya sé que no se debe ser desagradecido, y que ojalá en todas partes del mundo tuvieran el mismo problema que aquí expongo, pero vaya, cuando el demonio no tiene nada que hacer...con el rabo mata moscas.

¿Cual es el alimento que os trae fritas/os? A mí la leche. Consumimos tanta leche que no he abierto un puñetero brick, cuando ya tengo que abrir otro.


Probé con el envase de 2 litros, y sólo dura unos minutos más....Es un aburrimiento ir siempre fuera de la compra grande a por más leche, con lo pesao que es el paquete...¿No podían vender garrafones de 5 litros para grandes consumidores? Siempre digo de coña que podíamos poner un tanque en la cocina, con grifito, y que viniera un camión a rellenarlo, así, como el gasoil de las calefacciones ¿no sería genial?

No tendríamos que amontonar litros y litros en antiecológicos bricks (¿lo reciclarán seguro?), ni abrir 3 ó 4 diariamente, ni coger el coche para ir a por otro cargamento de leche, ni comprar poco para poder traerlo de la mano y andando.

Recuerdo cuando era pequeña y mi madre me mandaba a la lechería, que teníamos al lado, a coger 4 litros diarios en la lechera ¡la vida sin bricks! y el gusto de dar vueltas a la lechera sin tapa como una noria, sin que cayera una gota (si mi madre me hubiera visto....)

Se hervía, y hala, en una cacerola grande a la nevera ¡el tanque! del que te ibas sirviendo con el cazo, apartando unos y cogiendo otros esos enormes pedazos de nata espesa, verdadera, suave y auténtica.

Luego llegó sanidad y dijo que eso era una guarrería, y ¡venga! a matar vacas, (claro, con el mismo litro de antes ahora deben hacer 3 ó 4, y las vacas sobran) y todos a beber pasteurizado y de brick, y allá te mates tú con los diferentes sistemas para abrirla.

El punteado abrefácil que nunca puedes abrir con los simples dedos. Que llega uno y lo corta con el cuchillo...la cagaste, ahí tienes las catarátas del Niágara. Y otro que coge las tijeras y corta una puntita, de la que sale apenas un chorrito fino como de botijo y tardas 10 minutos en poner media taza de leche.

Porque del dispensador de plastiquito blanco, ni hablamos, claro. Tiras de la lengüeta de aluminio (o vete tú a saber) y es una lotería sacarla entera. Lo normal es que se rompa a la mitad, y ahí el chorro saldrá con más afluentes que el Amazonas, o no arrancas ni la mitad, y tienes que picar con el cuchillo, con el consiguiente riesgo de encontrarte un trocito en el café (verídico). Ahora algunos venden bricks con taponcillo de rosca, que incrementa tranquilamente el precio de la leche ¿25 céntimos? ¡Viva el lujo!




Y por último está el cartón-trampa. ¿Qué es el cartón-trampa? Mi santo es de esos santos que hacen sin chistar y sin preguntar todo lo gordo que toque de la casa. Ahora, eso sí, como buen chicarrón, obviará insignificantes detalles como no esparcir objetos personales minúsculos por la encimera (llaves-cartera-móvil) zapatos a la entrada, y por supuesto, lo no menos común ¡tirar envases vacíos!


Y eso es el cartón-trampa: tú vas a ponerte el desayuno 2 horas después de que él se haya marchado, porque se levanta primero, y coges el cartón abierto...y vacío...y tú ves a cámara lenta cada paso que tienes que hacer para llegar hasta el armario único de la leche que comparte con el aspirador, porque era el único sitio donde cabe la torre de leche que acumulas, y los movimientos para apartar el tubo de la aspiradora y que no te dé en la cabeza, a al vez que se alternan con fotogramas de gorrinos, calaveras y todos esos símbolos que se ponían en los tebeos cuando alguien se cagaba en fino en todo lo cagable; y cruzando los dedos para que haya caja abierta y encima no tengas que pelearte con el cartón que envuelve los 6 bricks ¿qué me fastidia más? ¿encontrar que tengo que ir a la selva de la leche, o que haya dejado el cartón vacío con una ¡o ninguna! gota de leche?


No sé si es cachondeíto, o es un optimismo innato y natural del género masculino pensar que por generación espontánea, si dejamos los envases vacíos sobre la encimera, o peor aún, en la nevera o en la despensa...¡se van a rellenar sólos! Sin duda su naturaleza tal vez no haya alcanzado a distinguir plantas que año tras año dan frutos, de bricks vacíos ¡chicos, el siguiente paso de la evolución es el reciclado! El producto de los envases jamás-repito-jamás volverá a re-llenarse como si fueran manzanas de un manzanero...


En fin, serafín, que volviendo a la leche, o me pongo un tanque y que me lo venga a rellenar un camión cisterna (aunque sea pasteurizada y requetechucutuflada), o me compro una vaca. Aunque no sé yo si la pobre en el balcón y con un tiesto de perejil que es lo que me viene a caber, me dará su mejor leche.


Y a vosotros ¿qué os estresa de la compra, o de la cocina?


¡Besos!


sábado, 23 de octubre de 2010

La historia del redondo de ternera III (o Lasaña Jardinera güena güena)

Los hijos, para ser normalmente del mismo padre y de la misma madre, son (somos) extraordinariamente diferentes. Los mismos genes, colocados de diferentes maneras, o predominando unos sobre otros...qué cosa la genética. Resulta que los que no se manifestaron en nuestro hermano, quizá si lo hagan en sus hijos, y sean más parecidos a nosotros de lo que lo son a ellos; recordándonos, en fin, que pertenecemos a una y varias familias, que se entremezclan...

Cada ve nos faltan menos semanas, sólo unas 10 u 11 para conocer a nuestra segunda hija, la que da patadas como una posesa en mi vejiga tarde y noche (tanto trasnochar hace que luego se pase pase la mañana dormidita y calladita)
Mientras nuestra nena grande nos pregunta si dejaremos de quererla cuando nazca su hermanita, yo no dejo de preguntarme si querré a nuestra nueva bebé tanto como a ella ¡qué cosas!

Seguro que son tonterías de madre primeriza de su segundo hijo, seguro
¿Me gustará? Claro que te gustará, tampoco a la Nena la conocías, y bien que te gusta, aunque naciera peludita como un mono, y bien que la quieres, más que a tu vida.

¿Por qué tengo la sensación de que estos 6 años de idilio entre los tres están a punto de terminar? ¿Por qué me cuesta tanto alcanzar a creerme nuestra propia explicación a la nena, que el amor no se divide, sino que se multiplica?

¿Tal vez porque confundo amor con atención? Evidentemente, los segundos y sucesivos, pobrecicos, nacen ya con menos atención de la que tuvieron los primogénitos ¿será eso? Me da mucha pena "destronar" a mi Nena. Y me muero por conocer a nuestra chiquinina.

¿Y qué tiene que ver esto con el redondo de ternera y su III parte? pues porque los platos, como la genética de los hermanos salen absolutamente diferentes aún utilizando los mismos ingredientes.

Es tan básico como que ningún café con leche y azúcar será nunca exactamente igual a otro café con leche con azúcar.

El otro día nos quedamos con un trozo de carne asada por un lado, y una salsa estupenda de manzana y zanahoria por otro.

Todos los fines de semana tengo la tentación de poner lasaña ¡me encanta!, pero no sucumbo en todos para no cansar al personal, y que sigan adorándola por muchos años.

Esta lasaña no es como esta otra. En esta me dejé llevar por la inspiración.

Ingredientes para tres y repetir, o para 6 y quedarse con ganas:

- 3/4 de carne picada
- Verduras variadas que nos gusten, incluido ajo y cebolla
- Bechamel (ver aquí como la hice otra vez)y salsa de tomate frito
- Dos bolas de mozarella fresca
- Placas de lasaña

Se rehoga en AOVE (aceite de oliva virgen extra) un ajo y una cebolla bien picadita. Yo añadí pimiento rojo, pimiento verde picado y zanahoria rallada. Añadir cuantas verduras picaditas, champiñones y otras setas varias nos apetezcan para darle autoridad a dicha "jardinera". Rehogar la carne picada entre todas las verduras ya pochadas, pero no dejar hacer mucho para que no quede seca, ya se terminará con la salsa y el horno.

Y aquí viene el truco del almendruco: en vez de utilizar tomate frito para la carne, ese día utilicé la salsa de manzana y zanahoria que había hecho para el redondo (por eso convenía hacer más ¡qué buen apaño hizo)



Elaborar una bechamel abundante y clarita (ver aquí) y casi al final, teñir de rosa con un chorrete abundante de tomate frito y corregir de sal.
Mientras tanto tendríamos que tener cocidas las placas de lasaña para ir montándola.

Comenzar con una capa de la bechamel rosa, seguir por placas, carne y mozarella fresca cortada en rodajas y orégano fresco si tuviéramos la fortuna de que un amigo nos lo mandara de su jardín. Cubrir con bechamel rosa, y montar de nuevo en ese orden más capas. Terminar con bechamel rosa, cubrir de queso rallado o polvo y gratinar:

Para muestra, un botón:



¿Verdad que está dando de sí el redondo? Pues aún queda más.

Espero ansiosa vuestras experiencias como padres/madres repetidores ¿qué sentísteis ante el nacimiento del segundo hijo o hija?

¡Muac!

martes, 12 de octubre de 2010

Wok (o comer fuera de casa III)


Tengo una hermana. Sólo una. Y mi hermana tiene un marido (a partir de ahora Cuñao) que come por 5, da gusto verle tragar por lo que es el sueño de cualquier madre, de cualquier edad, ya que es de los que se lo acaban absolutamente todo, y repite sin insistirle. Eso sí, no vayáis a pensar que es un zampabollos. Tiene que ser su hora, ya que no come ni cualquier cosa, ni en cualquier momento.

Mi hermana tiene dos hija (Sobrina y Ahijada a partir de ahora). Una es mayor que mi nena, y la otra más pequeña. Las tres juntas son el trío calavera, tan capaces de jugar 4 horas seguidas juntas sin oirlas, como imposible que duerman las tres sin terminar amenazándolas de muerte por el jolgorio y los golpes. En general no comen mal, aunque como madre y tía carnal, pues las tres podrían comer mejor. Menos Sobrina, que en cuanto a cantidad hay que cuidar que no se pase.

Luego está Santo. Mi marido, que tiene un apetito tan grande, que cuando lo conocí no daba crédito. Ni a él ni al de su hermano...Yo que había crecido en casa de chicas (hermana y madre) y mi padre, que era de comer ligerito...no sabía lo que eran capaces de comer un par de adolescentes ¡señor! Las familias con hijos varones deberían tener una subvención o algo. Las cantidades de comida que se manejaban en casa de mi santo yo sólo las había visto en BBC (Bodas, Bautizos y Comuniones)

Y eso que Abuela (mi madre) tiene buen diente, el mejor de mi casa, de mi casa de soltera digo. El cubo de la basura decía yo cariñosamente, porque no quedaba nada ni en su plato, ni en el de los demás, que todo nos lo rebañaba.

Todo esto...hasta que mi hermana nos presentó a Cuñado, claro. Es el ultracampeón de la familia.

¿Y por qué cuento todo esto?

Cuando nos juntamos estos 8 (con mi barriguita 8 y medio) casi siempre lo hacemos en dos sitios:
O en casa de Abuela donde aprovechamos para que nos haga casi siempre el mismo menú, porque sólo ella lo hace ciertos platos así de buenos; o en un WOK que tenemos cerca de mi casa.

Casi nunca cambiamos de sitio cuando salimos los 8 a comer fuera. Corrijo: NUNCA



Desde que les llevamos un día a probar, en cuanto podemos nos juntamos para ir allí. Y tiene su mérito, porque tanto a Hermana como a Abuela, les pilla a 50 km a cada una desde sus respectivas casas.

¿Qué tiene de especial Wok? Pues para bien o para mal, lo siguiente (las alterno):

-Que siempre tiene mucha gente, por lo que entonces todo está superfresco, y siempre reponiendo las cosas calentitas que están cocinadas.
-Que por lo mismo a veces hay que esperar cola para entrar. Pero...
-...se puede reservar mesa. Pero...
-...te puede tocar el chino que no habla muy bien, y le da tu mesa a otros, y para solucionarlo no te quiere dar una mesa que no será ocupada hasta dentro de 1/2 hora ¿¿??? ¿Por qué prefieres discutir conmigo, que estoy embarazada y hambrienta, en vez de con los que llegarán dentro de media hora, y a los que seguro podrás dar otra mesa desocupada? No es mala intención, seguro...sólo es cuestión de idioma...
-Se paga un precio único por persona, dividido en 3 categorías: Adultos, niños hasta 1,30 y menores de 1,30 (hay dos rayas en la puerta, en serio)
-Los fines de semana es ligeramente más caro, en todas sus categorías, pero...
-...los fines de semana incluyen Sushi ¡hummmmm!
-Te pones hasta las orejas, de lo que quieras, todas las veces que te apetezca, hasta reventar.
-Excepto de bebida, sólo entra una en el precio, y el resto aparte
-Las orejas de las niñas son de más fácil llenado que las adultas, así que nos sale lo comido por lo servido.
-Es ideal si te gusta la comida china, y asiática en general. Hay comida china en el buffet hecha, y también ingredientes crudos, de todo tipo (setas, hongos, verdura cortadita, calamares, pulpitos, langostinos, carne de pollo, ternera, cerdo etc) que tú eliges en las cantidades y proporciones que quieras, y te los cocinan delante de ti. Bien al wok con diferentes salsas, o bien a la plancha. Comida para todos gustos y dietas. Yo tengo debilidad por unos hongos que sólo se encuentran allí, y unos pulpitos pequeñitos que nos hacen con salsa de ajo..¡riquísimo! Sólo por eso ya merece la pena ir (y por el sushi, claro)

Las niñas disfrutan mucho con tanta variedad, aunque por ejemplo mi hija siempre acabe comiendo invariablemente un escurrido plato pequeño con 4 trozos de pechuga empanada y patatas fritas. Y un refresco. Y un helado (¿no quieres otro heladito, hija, o un flan, o unas natillas, o todo????) Mis Sobris tampoco comen mucho más. Lo mismo y tal vez unos poquitos tallarines, o una cucharadita de arroz 3 delicias y alguna croquetita. Todo en plato chico.

Así que da un poco de dolor los más de 30 euros que nos cobran por las 3 niñas (en cuanto crezcan llegará nuestra venganza jejejeje).

Hoy mi nena preguntaba en casa si la semana que viene, que nos juntaremos todos, iremos al Wok. Mi santo, muy cachondo, la dice mirando su plato en casa, aún medio lleno:

-Sí, pero practica ¿Tú sabes lo que tengo que comer en el wok para compensar lo poco que comes tú? jajajaja Y yo ya no tengo el cuerpo para esos trotes.

Y es que es verdad...mi santo ya no es lo que era a sus 17 años comiendo a dos carrillos, y aunque Cuñao y él dan un poco de vergüenza en estos buffets libres, cierto es que Cuñao es el que más se sacrifica por todos en el Wok ¡¡para que la cuenta salga equilibrada entre lo pagado y lo comido!!

Cuñao me fascina, porque en toda su grandeza (es grandísimo) y serenidad, es capaz de comerse lo de él y lo de 3 personas más, es decir, las niñas como si fueran adultas. Y cuando ya dice que está lleno, va a por el postre. Tres veces. Tres platos de diferentes postres, los tres llenos.

En el fondo este sitio de barato no tiene nada, ya que de tapas por ahí podríamos comer tal vez el doble por la mitad. Es sólo que la variedad nos pierde, y la comida china y al wok nos encanta...y casi todos son como nosotros: mesas llenas de papis, mamis, abuelas y abuelos con tíos, tías, hermanos, hermanas y sobrinos, que no te miran raro cuando le pides por décima vez a tu nena que ponga las rodillas bajo la mesa, y deje de bailar el tenedor delante de los ojos de su prima.

...Juntarse es lo mejor de todo, y también pienso que al no variar de sitios para juntarnos, estamos haciendo recuerdos entrañables e imborrables a nuestras nenas, que pronto serán cuatro...


Esta preciosidad de ilustración es de Mónica Calvo, a la que espero no importe aparecer en este pequeño blog.



¡Feliz día de la Hispanidad, y sobre todo del Pilar!
Especialmente a la Pilar más importante de mi vida.

domingo, 10 de octubre de 2010

La historia del redondo de ternera II y su Salsa de Zanahoria y Manzana (o la segunda de las mil y una recetas)

Como todos sabéis ya por entradas anteriores, mi madre es mi cocinera de cabecera. Así que esta receta viene a ser un poco, en parte de rebeldía, porque no recuerdo que ella hiciera nunca o ¿casi nunca? redondo.

Lo que sí hacía era aleta de ternera rellena, que a lo mejor algún día os cuento como la hace ella, porque yo nunca la he hecho.

Retomo en este post la continuación a éste, ya que el primer plato que saqué, antes de cocinar el redondo propiamente dicho, fueron los "Sansacobos extranjeros" o Cordon-bleu ¿por qué se llamarán así? Ambos, digo...

Lo importante del redondo de ternera no es el trozo de carne en sí (bueno, vale, sí es importante) Quiero decir que asar un redondo es facilísimo. Lo más elaborado será la salsa que lo acompañe.



-El juguito de rehogar y sellar salpimentado el redondo de ternera en una cazuela. En un chorro de AOVE (recuerdo: aceite de oliva Virgen Extra) se rehoga y se dora bien el redondo por arriba y por abajo, y por todos los lados que se deje. Sacar y reservar.
-En ese poquito de jugo, y si es necesario añadimos un poco más de aceite, rehogamos una cebolla grande bien picadita y 2 ó 3 dientes de ajo, picados o enteros pelados al fin y al cabo, se van a deshacer...
-Vamos incorporando al pochado de la cebolla 2 ó 3 zanahorias hermosas, eso sí, ralladas.
-Terminamos incorporando 2 ó 3 manzanas peladas y cortadas pequeñitas. Normalmente yo utilizo la Royal Gala, pero ahí va en gustos. La salsa ha de tener un ligero sabor a manzana.
-Rehogar otro poquito todo junto, y añadir bolas de pimienta (o pimienta molida si no tenemos) y un vaso grande con: 3/4 partes de vino y la última 1/4 parte, de agua. Enriquecer con un chorrito de Pedro Ximénez o moscatel si tenemos ¡Hummmm!
A continuación, con el horno precalentado arriba y abajo a 200, coloco en una fuente pirex el redondo, y alrededor (no encima) la preparación de la salsa para que se ase todo junto, y el jugo que suelte el asado pueda ser absorvido por la salsita (sustituto perfecto de las pastillas de caldo y similares) Hay gente que lo hace en olla, yo lo prefiero asado.
Aquí ya a ojo de buen cubero lo de asar el redondo. Según mi receta, ya va doradito. Se deja en el horno no mucho tiempo dándole la vuelta periódicamente para que se haga uniformemente. Podemos dejarlo más o menos crudo-rosita por dentro según nos guste. Remover también el rehogado de las verduras para que no se tueste.
Si preferimos el redondo muy hecho (que yo no recomiendo, porque nos quedará algo seco), sólo tenéis que pincharlo. Si sale jugo rosa, aún no está. Si sale blanco o incoloro, sí. Lo mismo sirve para calcular hasta donde queremos que se haga. Que lo queremos rosa por dentro, y hecho por fuera hasta unos 3 centímetros, pues metemos poco la aguja y comprobamos que sale caldito incoloro. Si la metemos más y sale rosa, recomiendo sacarlo ya, aunque como digo, va en gustos...y en hornos. Yo prefiero asarlo muy rápido, vigilando y dando vueltas, para que no se haga mucho.
Cuando ya decidimos sacarlo, retiramos el redondo y reservamos. Como a menos de que tengamos invitados, vamos a tener redondo para varios días, la manera de conservarlo es envolverlo en papel de aluminio, cual barra de fiambre e ir cortando los filetes según los vayamos a utilizar.
Volvemos a la protagonista: la salsa. Trituramos bien todos los ingredientes con la turmix, y corregimos de sal y de pimienta. Si quedara como puré, le podemos añadir un chorrito de agua de forma que quede consistente pero ni líquida ni espesota. Os garantizo que es deliciosa, y sirve para muchas cosas más, así que si os gusta, no dudéis en hacer el doble de cantidad y congelar para otros platos o como concentrado base.
Por último, cortar ya justo para comer los filetes (cuanto más finos, más ricos) del redondo (si están fríos ya, calentar la salsa en el micro y que sea ella la que transmita el calor, para que no se sequen ni se hagan de más)

Añadir la guarnición que buenamente nos apetezca más ese día. Yo le suelo poner patatas París rehogadas y doradas con aceite y orégano (aunque con mantequilla están de pecado mortal) que podéis hacer en sartén, o aprovechar los últimos 15 minutos de horno cuando el asado.



Las variantes son infinitas, y las salsas, como no, también. Podemos tener preparadas otras salsas diferentes para que así el redondo cambie totalmente de vestimenta y de apariencia ¡Espero vuestras ideas de salsas y acompañamientos!
Me voy a hacer unas albóndigas en salsa de tomate casera y patatas fritas ¡que hoy es domingo y hay que darse un capricho!

¡Abrazos, buen puente y felicidades a las Pilares!

En este día también aproveché el horno para poner unos tomates cortados por la mitad, un poco de mozarella (fresca, rallada, o el queso que tengáis) con orégano.


Yo hago una variante de la que hacía mi madre para la aleta. Mi famosa salsa Z&M (Zanahoria & Manzana a la pimienta) adorada por igual por Grandes y Pequeños (en mi casa, claro, por mi santo y mi nena) Usaremos:


-Redondo de ternera, evidentemente. Tan grande como queramos. El último mío era un trozo que pesaba casi 2 kilazos, de donde, si recordamos, el carnicero en crudo me apartó 6 filetes para los "sansa"

miércoles, 6 de octubre de 2010

Eres la noche esposa, yo soy el mediodía

La he encontrado hoy...una de esas cosas maravillosas que la gente comparte, y que los demás vamos disfrutando
¿Y donde podía guardarla yo que no se me pierda?

Porque el video-montaje es bueno...y el cantante lo borda...pero el poeta ¡ay el poeta!

Así que aquí me lo pongo, en el blog, para no perderlo, y para que lo disfrute quien quiera:

HIJO DE LA LUZ Y DE LA SOMBRA (Miguel Hernández) - Joan M. Serrat

Eres la noche, esposa: la noche en el instante
mayor de su potencia lunar y femenina.
Eres la medianoche: la sombra culminante
donde culmina el sueño, donde el amor culmina.

Daré sobre tu cuerpo cuando la noche arroje
su avaricioso anhelo de imán y poderío.
Un astral sentimiento febril me sobrecoje,
incendia mi osamenta con un escalofrío.

Eres la noche, esposa
yo soy el mediodía.

La noche se ha encendido como una sorda hoguera
de llamas minerales y oscuras embestidas.
Y alrededor la sombra late como si fuera
las almas de los pozos y el vino difundidas.

Pide que nos echemos tú y yo sobre la manta,
tú y yo sobre la luna, tú y yo sobre la vida.
Pide que tú y yo ardamos fundiendo en la garganta,
con todo el firmamento, la tierra estremecida.

Eres la noche, esposa
yo soy el mediodía.

Caudalosa mujer, en tu vientre me entierro.
Tu caudaloso vientre será mi sepultura,
se quemarán mis huesos con la llama del hierro,
verían que grabada llevo allí tu figura.

Con el amor a cuestas, dormidos y despiertos,
seguiremos besándonos en el hijo profundo,
besándonos tú y yo se besan nuestros muertos,
se besan los primeros pobladores del mundo.

Eres la noche, esposa
yo soy el mediodía.



Y es receta.
A mí por lo menos...me llena el alma