Intento, cronológicamente, explicitar la banda sonora de mi vida...
De bebé la nana del gallito que se perdió
Después de bebé y en la primera infancia las canciones que le gustaban a mi madre de un disco que se llamaba 25 años de éxito: Mi limón, mi limonero...Blanca y radiante va la novia, Without you de Nilson y otras muchas que con los años de mayor me di cuenta que me sabía de memoria, aún en inglés.
Con 5 años Marco
Con 6 años Heidi
Con 7 años Alabaré a mi señor
Con 8 David el gnomo y silbando verano azul todo el idem.
Con 10 Mocedades (Solo fui tu secretaria, me daba tanta pena...) porque le gustaba a mi madre
Y Manolo Escobar que le gustaba a mi padre
Con 11 más o menos Made in Spain cantándola en la calle mientras la Década prodigiosa la cantaba en Eurovisión mientras nosotros NO la estabamos viendo.
Grabar en la grabadora del casette: Les crismas ai geivyu mai jart but de veri nest dei yu geivit aguay...una y otra vez...porque me encantaba y no sabía de quien era la canción...
Con 12 El final de la cuenta atrás, de Europe. Qué rico pa comer me parecía Joey Tempest. Ahora un perroflauta de piel nacarada cualquiera!! Una cinta vieja que me regaló una prima ya ¡adolescente! y un poster con las marcas de las anteriores grapas y celos. Primeros afiches de adolescente. Recuerdo mi cuarto azul compartido con mi hermana. Cuando me monté vestida de novia en el coche que me llevaba a la iglesia sonaba también esta canción...siempre me pareció que me la pusieron a posta. Lo niegan...
Con 14 Modern Talking, que ya no estaban de moda pero me molaban. Brother Loui me recuerda a un viaje en autobús a Andorra.
En la puerta del sol como el año que fue de Mecano...fue número 1 de los 40 principales en junio de 1989 cuando estábamos de viaje de curso de 8º. El mismo viaje en el que por no sé quien escuchamos Los Calis cientos (no exagero) pero cientos de veces "Ayudenos ¡mi cuchara está impregnada de heroína! Tenía casi los 14.
El sitio de Zaragoza, en rondalla cuando al cambiar de pueblo a la terrible edad de 14 años, me metí en ese grupo para conocer gente de mi edad. España Cañi. Clavelitos.
Marta tiene un marcapasos. Mis compañeros la cantaban todo el rato, la odié, y eso que Hombres G me encantaron durante un tiempo ¡no soy perfecta!
El 7 de septiembre de Mecano. Tenía 15 años y me parecía taaaaaaan bonita. Y yo era taaaaaan adolescente...
Shinny Happy People. Losing my Religion. R.E.M mi adolescencia pura y dura. La sidrería, inolvidable antro lleno de mierda, punto de encuentro imprescindible, y su máquina de poner ¡videos musicales! el más repetido Believe de Cher. No puedo escucharlo sin trasladarme a esos años.
Espiral. Mis primeras discotecas, los ojos cerrados, tratando de retener ese momento de juventud, eterna, para siempre. Lo conseguí. El recuerdo, no la juventud. Luego hicieron un remake que se llama Infinity 2008. No está mal, me sirve para recordar. Y el chiquitaunchiquititantantan quetumbaban quetumbanquetequete de Chimo Bayo. Esta me la aprendí sin querer, pero me ralló bastante el Esta sí, esta no....
Enya, vacaciones y una cinta olvidada en un hotel en Benidorm...una pena, aún me acuerdo.
Queen...Fredy se moría, y The Show must go on me levantaba la piel a tiras. Descubrí tantas canciones de Queen que me gustaban y no sabía que eran suyas...imperdonable, pero siempre unidos, estábamos predestinados. Como con el santo, otro Cuinero. Queen nunca falla entre nosotros. Siempre es bien recibido.
U2 With or without you del final de mi adolescencia. U2 me parecía (y me parecen algunas canciones) música del universo. Es aquella que flota en el universo a la espera de que algún "músico-compositor" la cace al vuelo y la transforme para el oido y disfrute del resto de los mortales. Es música que siempre ha estado ahí...lo notas, no puede ser de otra manera. Es como la novena de Bethoven. Yo las tenía a la misma altura antes de que un estudio de hace pocos años dijera que tenían los mismos parámetros de calidad. No sé que parametros son esos, pero a mí me suben la patata en el cielo!!
Rosana. La odio a muerte a la pobre, y no es culpa suya (aunque su cadencia me irrite indescriptiblemente). De la época en la que yo hacía de promotora tocapelotas ¿quiere probar un pincho de cepillos de raices? Están buenísimos y de oferta. Rosana se hizo famosa, y le debió gustar al que ponía la música en el centro comercial. Juro por lo más sagrado que escuchamos a Rosana Cara A y Cara B horas y horas y horas y horas y horas....y más horas seguidas, sin descanso, sin piedad. La aborrecí.
When a man loves a woman pasó por nuestra canción mucho tiempo, aunque su letra no nos gustaba nada. Más tarde por común acuerdo nos quedamos con Sin miedo a nada, de Alex Ubago y Amaia Montero.
No more lonely nights de Paul McCartney...definía tan bien las ganas que teníamos de vivir juntos y no pasar ni una sola noche más separados...La pusimos en nuestro video de bodas. Me importa un bledo si queda hortera.
El año que decidimos casarnos fue el de A dios le pido que si me muero sea de amor y si me enamoro sea de vos..., y aquella de Shakira que hablaba de lavarle los pantalones a no sé quien...¡me parecía una señal horrorosa en el año de nuestra boda!
El universo sobre mí, de Amaral cuando fui madre de la nena. La primera vez. Aún la canción no estaba compuesta, pero su título fue para mí al recordar a la nena recién nacida, sobre mí. No había nada más.
Halo, de Beyoncé. A veces las canciones vienen a poner música a algo que estás viviendo y que no imaginas que podía sonar así. Halo es para el santo. A él no le gusta mucho, y menos después de que yo la haya escuchado dos millones de veces. Pero a mí sí, porque lo siento así.
Alguna me dejo en el tintero, seguro...pero esto ya es demasiado largo...
Esto no se queda aquí...y de esto hago un meme-musical, y nomino para que lo contesten cuando buenamente puedan y quieran desperezar su memoria también a:
Uma
Pseudosocióloga
Pilar
Bet (especialista en estas lides)
Mariluz
O.C
Elly
No pringo a nadie más...si aceptáis el reto, seguro extenderéis la semilla del recuerdo entre los demás...
Y esta es la receta de hoy...música o alimento para el alma.