Esta foto tan rica no es mía...pero las que yo he hecho sí han salido así de bonitas. Esta foto la he robao, así sin permiso ni nada de este blog, que además es de recetas sin gluten, por si hay algún celíaco/a.
Pero la receta, no, la receta la he cogido de este pedazo de cacho de trozo de blog, En Serio y En Broma que además de alimentar el cuerpo, alimenta el alma, y el buen humor, y por el que os recomiendo que paséis. Ahora, si de verdad queréis comer bien y en condiciones, mejor en el de su "contraria" Adi ¡¡¡Es broma, Pedro!!! La verdad es que recetas de él ya he replicado dos, y de Adi...solo la limpieza de la bayeta....¡¡Aún no he ido al CRADOMANE a por la sal para marinar pescado!!
Hoy en casa hemos inaugurado una nueva costumbre revolucionaria para celebrar el día de Todos los Santos. Mi nena pidió tortitas (un poco sargento: "Cuando me levante de la siesta, me tienes tortitas preparadas, vale maaaama") Toma ya. Esto hay que detenerlo cuanto antes. Pero mientras me he ido calmando haciendo las tortitas con la receta de Pedro.
En mi pueblo íbamos, bueno, al ser pequeñas acompañábamos a hacer el arreglo de las tumbas, limpiando y poniendo flores (¡ay ese Almodóvar, que ya lo inmortalizó para siempre en Volver!), y yendo a misa en el cementerio el mismo día 1 (y también tener que escuchar a las cotillas ¡uy mira que no venir los de éste, o los de aquel...si es que pillar pillaron y nunca más se supo, o mira como tienen la tumba...si es que guarra, guarra ha sido siempre...) Que no aguanto, claro, y que me pone peor cuerpo si cabe. Hoy ya me ha terminado de encender el comentario que se ha permitido la enviada especial de A3 a un cementerio: Hay gente que no quiere a sus muertos ¡¿Cómo se atreve?!
Bueno, yo sigo….Tras la misa en el cementerio, nos íbamos corriendo a casa antes de que anocheciera. Antes de llegar, parábamos a comprar churros. Esto era muy especial, ya que la churrería del pueblo sólo abría por las mañanas hasta las 10.00. Y sólo abría por la tarde el día de Todos los Santos para tomarlos en casa, en familia, con chocolate caliente, para luego pasar el resto de la tarde comiendo castañas asadas hasta no tener hambre de cenar.
Pero la receta, no, la receta la he cogido de este pedazo de cacho de trozo de blog, En Serio y En Broma que además de alimentar el cuerpo, alimenta el alma, y el buen humor, y por el que os recomiendo que paséis. Ahora, si de verdad queréis comer bien y en condiciones, mejor en el de su "contraria" Adi ¡¡¡Es broma, Pedro!!! La verdad es que recetas de él ya he replicado dos, y de Adi...solo la limpieza de la bayeta....¡¡Aún no he ido al CRADOMANE a por la sal para marinar pescado!!
Hoy en casa hemos inaugurado una nueva costumbre revolucionaria para celebrar el día de Todos los Santos. Mi nena pidió tortitas (un poco sargento: "Cuando me levante de la siesta, me tienes tortitas preparadas, vale maaaama") Toma ya. Esto hay que detenerlo cuanto antes. Pero mientras me he ido calmando haciendo las tortitas con la receta de Pedro.
En mi pueblo íbamos, bueno, al ser pequeñas acompañábamos a hacer el arreglo de las tumbas, limpiando y poniendo flores (¡ay ese Almodóvar, que ya lo inmortalizó para siempre en Volver!), y yendo a misa en el cementerio el mismo día 1 (y también tener que escuchar a las cotillas ¡uy mira que no venir los de éste, o los de aquel...si es que pillar pillaron y nunca más se supo, o mira como tienen la tumba...si es que guarra, guarra ha sido siempre...) Que no aguanto, claro, y que me pone peor cuerpo si cabe. Hoy ya me ha terminado de encender el comentario que se ha permitido la enviada especial de A3 a un cementerio: Hay gente que no quiere a sus muertos ¡¿Cómo se atreve?!
Bueno, yo sigo….Tras la misa en el cementerio, nos íbamos corriendo a casa antes de que anocheciera. Antes de llegar, parábamos a comprar churros. Esto era muy especial, ya que la churrería del pueblo sólo abría por las mañanas hasta las 10.00. Y sólo abría por la tarde el día de Todos los Santos para tomarlos en casa, en familia, con chocolate caliente, para luego pasar el resto de la tarde comiendo castañas asadas hasta no tener hambre de cenar.
Durante todo el día quedaban encendidas lamparillas flotando en aceite, una por cada difunto amigo o de la familia, y si se apagaba alguna ¡no se volvía a encender! porque era que el muerto no quería luz. Y nunca debía ponerse una lamparilla "por el que no tuviera a nadie para ponérsela" puesto que ése, era el diablo ¡qué cosas!
Para mí es una fiesta triste y lúgubre, de reflexión sobre los que nos faltan (que no día de limpiar la tumba por cojones, aunque lo hagamos días antes o después) y que no me ha gustado nunca por lo mismo, y por los que critican a los que no lo hacen (o hacemos o dejamos de hacer) Por lo mismo, por esta educación en la lugubridad, no soporto muy bien lo que me parece superficialidad en Halloween, y digo que reconozco que es por mi educación, que ando a caballo entre las dos, apreciando y despreciando a las dos por igual. Tiene lo mismo de superficial disfrazarse en este día para mí triste, que limpiar y visitar una tumba por hipocresía y convención social (y que conste que le he dejado flores a mi padre, y sobre todo a mi abuela, porque sé para ella era muy importante)
Pero si volviera a nacer, si tuviera que quedarme con alguna de las dos maneras de celebrarlo, y dado que de mis muertos me acuerdo más de una vez al año....indiscutiblemente me quedaría con HALLOWEEN, que tan divertido es para mi hija y mi marido (hoy no quiero llamarle mi santo…¡¡que yuyu!!)
El chocolate no faltó este finde, que celebramos con mi madre, como debe ser, y con las niñas, que tuvieron su chocolate caliente (con pan…el viernes no había churrero vespertino)
Y desde hoy, inauguramos en casa la celebración de Todos los Santos con Tortitas con Nata y chocolate (o lo que se tercie). Aunque, igual que me acuerdo varias veces de mis muertos…pues probablemente repitamos las tortitas.
Abrazos perezosos de domingo (que no menos sentidos)
Nosotros el día de los santos nos juntabamos en el pueblo de mis abuelos...(era el unico sitio donde teniamos difuntos) con todos mis primos...nos daban la paga y repartiamos el tiempo entre la tienda de chuches y el cementerio...Hablabamos con los vecinos de tumba y visitabamos a otros familiares más lejanos, escuchabamos misa y lo pasabamos genial...Las connotaciones negativas vienen después...cuando empiezas a conocer a los muertos y a echarlos de menos...ya no me gusta esta fiesta y me da igual lo que digan de mi las malas lenguas que tan bien describes!!!
ResponderEliminarQUIERO TORTITAS!!!
besos
En mi casa nunca se ha seguido la tradición de ir al cementerio, y cuando digo nunca me refiero a hasta dónde me alcanza la memoria, claro. Mi abuela siempre defendió que los afectos se demuestran en vida, no a una tumba, y yo soy más que fiel seguidora de su doctrina. Creo que cada uno tiene su forma, absolutamente personal y privada, de honrar y recordar a sus muertos. Para algunos eso incluye subir al cementerio con frecuencia, para otros sólo el 1 de noviembre, para otros nunca. No creo que eso tenga la menor importancia.
ResponderEliminarSiempre recuerdo a mis seres queridos que ya no están, raro el día. Pro lo de ir al cementerio, imposible, no soy capaz.
ResponderEliminarCada cual que haga lo que crea conveniente.
Yo de momento me apunto a las tortitas.
Besos
Yo recuerdo cuando era niña, que la noche de Todos los Santos, mi madre encendía lamparitas por el pasillo para guiar a las almas.
ResponderEliminarEsta noche pasad de Todos los Santos, llamaron a la puerta y cuando la abrí, me encontré con un montón de niños gritando como locos TRUCO O TRATO QUEREMOS CARAMELOS!!!
huy lo que me han dichooooooo, huy lo que me han dichooooooooooooo a mi me vienen con pijotadas de estas???? arghhhhhhhhhhh lo llevan claro, han ido a para a la casa de la bruja mala! jajajaja
Vaya tortitas...han de estar de muerte.
ResponderEliminarEn mi tierra lo celebramos comiendo "panellets" que estan hechos de pasta de mazapan y piñones por encima, esos son los mas típicos, tambien se comen castañas y boneatos asados con una copita de "ratafia" (es pecie de moscatel)
Veo que tu niña disfruta con Haloween, pues eso es lo que importa.
Pantaloncillos!!!
Pues sí, Uma, cuando ya crecemos y vamos conociendo a los muertos, que tuvimos vivos...la historia cambia...¡en fin! que diría mi abuela...
ResponderEliminarLamamma: Tu educación si te ha dado más libertad. Me alegro por ti. Mi madre es muchísimo más respetuosa con las creencias de cada uno, no así mi familia del pueblo, muy arraigada a estas tradiciones.
Curra: No eres la única que no puede ir al cementerio. Yo de hecho no pienso ni enterrarme, me horroriza.
Mariluz: jajajaja ¡qué mal llevas tú Jalogüin también no??? Pobres niños, ¡se llevarían el susto de su vida!
Pluvis: La verdad es que la variedad gastronómica en este día es increíble...será para consolarnos, digo yo. Prefiero que mi niña se disfrace y haga el moñas, a llevarla a un cementerio a explicarle...¿el qué? No no, el respeto a la memoria de tus muertos es otra cosa, el duelo es otra cosa...
¡Besos para todas y gracias por venir, comeos una tortita!
No me gustan las despedidas y menos las que son para siempre. Quiero recordar a las personas tal y como fueron, tal y como las viví. Ni siquiera quiero verlas en los tanatorios por no quedarme con esa última imágen.
ResponderEliminarLas acompaño hasta su última morada, pero dejando allí solo un cuerpo, procurando que sigan vivas en mi memoria.
En mi familia nunca seguimos la tradición de ir a los cementerios, pero sí recuerdo que mi madre ponía las lamparillas encendidas durante todo el día. Día vivido con respeto.
Con otra mentalidad general, con otro concepto de la vida y la muerte, creo que es acertado celebrar el Haloween.
En cuanto a lo de las tortitas ( Hummmm qué ricas) me has llevado hasta la adolescencia y a la compañia de una amiga muy especial.
Abrazos apretaos.
Tita, recuerdo de pequeña que me daba un poco de miedo. Mi madre encendía esas lamparitas, y como no se si es así o sensación, entonces hacía mucho frío ya por estos dias, me resultaba mucho más lúgrube. Al cementerio iba con mi madre, días antes o después (casi siempre antes) desde que que faltó mi abuela, que es la primera que tuvimos enterrada en esta tierra, y que me hizo sentir el dolor de la muerte a la edad de catorce años, porque la quería mucho.
ResponderEliminarMi madre tenía costumbre de encenderle una vela para los Santos, y también para el aniversario de su muerte.
Ahora la que va al cementerio soy yo. Y me duele el circo que montan. Siempre pienso que los que van en ese plan es porque los muertos que tienen allí no les duelen realmente. Este año, no he podido ir antes, iré después. A mis padres les da igual. Les llevo dentro. Iré con la tranquilidad de cualquier mañana de domingo soleada. Ya lo tengo todo a punto.
De mi no se tendrán que preocupar, ME NIEGO a que me metan en esos nichos horribles cuadrados. Yo quiero ser ceniza y mezclarme con la tierra, en algún lugar que aún no he decidido. Donde huela a mar.
Las tortitas tienen muy buena pinta, pero yo soy muy sencilla para comer, por eso me quedo con los churros con chocolate!!!
Un abrazo Tita.
De niña me gustaba ir al Cementerio a la vez que me daba miedo,
ResponderEliminarAl hacerme mayor y perder a familiares y amigos me resulta doloroso y evito el ir, salvo cuando son personas muy allegadas y no queda mas remedio que acompañar hasta el final en los entierros.
Aquí se acostumbre comer Huesos de Santo, supongo que para endulzar el día,
En lo que a mi respecta, quiero ser incinerada y que las cenizas las echen donde mejor les venga.
Un abrazo
No engordan, verdad?.....besos
ResponderEliminarCarmen, me alegro que al menos el post te haya traido recuerdos agradables con amigas.
ResponderEliminarAzul, yo tampoco quiero nicho...al menos no en caja. Cenizas, que no me importaría que parte fueran con mis seres queridos que ya se fueron, y las otras en un rincón del bosque que hace mucho tiempo decidí (y que luego medio talaron para ampliar una curva, toma ya) Menos mal que no me he muerto antes, si no, ahora me pasaba una raya blanca por encima!!!!
Contra, a mí me pasa al revés. Suelo poder ir mejor cuando no hay tanta implicación. Cuando son o han sido muy cercanos, si he podido, he evitado acercarme lo máximo posible...negación supongo.
Lilas, no engordan, para nada. Son absolutamente "lait"
¡Abrazos para todas!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEstoy taaaaaan de acuerdo contigo... sobre todo en lo de las visitas al cementerio "porque sí", porque es tradición. Yo tampoco necesito ir al cementerio para honrar a mis muertos y me importa un pito si otros van o no van. Lo que no soporto es la hipocresía. A la gente hay que quererla cuando está viva y acordarse de ella con cariño y respeto cuando estén muertos (que tampoco todos los muertos se lo merecen)...
ResponderEliminarSabes qué festividad de los muertos me parece la más sincera? la mexicana: van al cementerio no solo a recordar a los que ya no están, también llevan cena y bebida y celebran toda esa noche allí comiendo y bebiendo y cantando en memoria de los difuntos. Con alegría y con pena al mismo tiempo, como es la vida.
A las tortitas también me apunto. Y al roscón de Reyes en pleno Agosto si hace falta. La verdad es que me la repampinfla bastante esto de las fechas asociadas a según que cosas y desde luego creo que las fiestas deben estar básicamente enfocadas a los niños y por tanto tienen que ser lo más alegres, cachondas y sin prejuicios que se pueda.
Un abrazo.
En casa a nuestros seres queridos los llevamos en el recuerdo, pero no somos de cementerios ni de manifestaciones públicas...¡Qué no, leches, qué no nos gustan los cementerios ni las tumbas!
ResponderEliminarRespecto a las comparaciones entre Adi y yo... ¡Te vas a enterar! ¡No hay comparación posible!
"ca" uno es y "ca cuala" es "ca cuala"
Llevo unos días un poco "alterado" en mi rutina por motivo de la visita de unos amigos ("alteración" que nos ha encantado)
pero una vez de vuelta a la rutina, comienzo a hacer visitas blogueras y a poner.....
¡El anagrama! que se publicará esta tarde s.D.q.
Así que te espero, provista de cartoncitos, para resolver lo que os tengo preparado y optar a los pendientes.
Un grossen bessen.
Como no he desayunado
ResponderEliminary ando un poco distraido
un "ca" uno me he zampado,
por eso no lo he "ponido"
¡Muac!
Adi, Pedro, qué bueno es entenderse aunque "cauno sea cauno"
ResponderEliminarPedro...¿y no es mejor unas tortitas que zamparse un "ca uno" jajajaja, qué soso tiene que estar eso así en ayunas, podió.
Espero tu anagrama...aunque soy más lenta que el caballo del malo
Besazos para los dos
Porfa, pásate por mi "blo"
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