Este fue mi regalo de San Valentín. Sólo quien me conozca mucho sabe lo que adoro los quesos, y la pena que me da que mi santo no los aprecie, pues se pierde una infinita gama casi inagotable de sabores y texturas. Creo que éste es el primer año que no le preparo nada por el día de los enamorados. No es que me guste comprar, no, ni celebrar especialmente ese día, pero como dije hace más de un año aquí mismo (¡ya ha pasado más de un año!) me parece que igual que hay días para recordar cosas feas que a ninguno queremos que nos pase, hay que hacer lo mismo con las bonitas, y pararse y reflexionar sobre nuestro contrario o contraria, no sea que se haya pasado el año sin decirle ¡Tesoro, que te adoro!
Mi santo me trajo dos días antes con todo su amor una tabla especial de quesos, tan fina ella, con instrucciones de gourmet detrás, con explicaciones de cada queso y el orden recomendado para comerlos si piensas catarlos todos. Buenísimos, y como siempre, mis favoritos los muy curados y fuertes, especialmente el ibérico que es como un jamón pero en leche ¡qué delicia! y con tinto, por supuesto.
Mis palabras se vuelven contra mí para decir que por supuesto no necesito regalo en San Valentín cuando mi santo va tras de mí y de mis miserias con ojos de enamorado y de preocupación a partes iguales, o cuando satisface hasta el más mínimo capricho, o deseo ¡sin protestar!
Y este año no le recorté mil corazones con recuerdos de nuestra vida juntos, ni inflé decenas de globos para él, ni escribí lo que sentía y siento por él. Porque cuando se pierde lo más importante que un hombre y una mujer han planeado hacer juntos, se te quitan las ganas de casi todo, y casi todo tiende a tener la justa importancia.
Él no lo sabe, y ahora que no nos oye-aunque lo sospeche, porque la vida en pareja tiene a bien ¡o a mal! desarrollar la telepatía y olfato de perro-he decidido regalarle lo que seguro más desea y más costoso en estos momentos es. Le he regalado mi esfuerzo por superar mi tristeza, y sumergirme en lo cotidiano como barrera para las lágrimas que ya recogió con sus dedos en su momento, pero que ahora ya no terminan de salir, ahogándome por el camino.
O lloras o te callas-pensé-así que igual que mi tristeza es su tristeza, y su tristeza la mía...la conclusión es bien clara ¡a barrer!
Reconozco y recomiendo también un consejo de una amiga que alivia bastante: "Come chocolate y ponte al sol"-me dijo.
Mi niña, que es muy lista, me mandó al hospital una caja de bombones (roja, porque sabe que el color rojo me gusta, y llena de bombones, porque sabe que el chocolate también me gusta ¿no es adorablemente aplastante su lógica?) que nos hemos zampado con otras tantas cajas, sin compasión.
El sol...el sol es otra cosa. En busca y captura le tengo.
Gracias por vuestros comentarios, ánimos y empujones. De aquí en adelante....¡todo es mejorar!
Querida Tita: te tengo en favoritos, así que al contrario de la frase, en cuanto te mueves sales en la foto...Tu silencio de estos días era bien elocuente, y veo que sales airosa de él.Ay amiga...¡el sol!,si aquí ,"donde vive el sol",¡¡ está escondido!!.Veo que dolores de amor, con amor se curan, y que estás "en train de"...¡¡Cuánto me alegro!!. ¡Un beso apretao!.
ResponderEliminarGracias JM por tu visita. El sol se dejará cazar, ya lo verás. Muchos besos ¡¡apretaitos!!
ResponderEliminarPues claro, Tita, al fin y al cabo la vida es superar los tropiezos y levantarse de las caídas, entre otras cosas.Y tú tienes muy buenos compañeros de viaje y a ti misma, ¡que no es poco!
ResponderEliminarOye, ya que adoras los quesos...¿has probado a hacer croquetas de cabrales? Ummmmmmm, son deliciosas.
Un abrazo y un achuchón.
Ay mi niña que me has hecho llorar de emoción, bufff, rebuffff.
ResponderEliminarNo sabes lo mucho que me alegra leerte y ver las ganas que le pones a salir del bache y sobre todo como siembras el amor en tu vida, no sólo a tu pareja, sino a los que te rodean.
Eres un saquito de terciopelo rojo lleno de ternura, cariño y suavidad, por decir algunos de los ricos ingredientes que contiene.
A partir de ¡¡¡ya!!! todo a mejor si señora
Un abrazo de nube y una caricia de brisa de mar
No me gusta que tu santo vaya detrás de ti y de tus miserias...esas hay que mandarlas fuera a la que ya! y si por ahora no hay sol aprovecha este mal tiempo para ahogarlas en la lluvia y que se las lleve el viento...
ResponderEliminarLo que no nos mata nos hace fuertes y lo que nos define es levantarnos de nuestras caidas, si no cayeramos no seriamos como somos...
yo tengo un truco para levantarme antes y es no reconocer que me he hecho daño, como todo el mundo lo asume como cierto tú tambien acabas creyendotelo y deja de doler y cura heridas...
Se que vas por el buen camino...eso si! No quiero que tardes tanto en volver a escribir!!
muchos besos
Con respecto a los quesos...soy fan como en el facebook! me parece un regalo estupendo!
Cuanta cosas bonitas tienes a tu alrededor, cuantas personas que te quieren y están pendientes de ti...entonces ¿porqué estás triste? Me alegro de que te esfuerces por salir de ese mundo gris y puedas ver la gama de colores que te rodea. Ánimo y muchos besos.
ResponderEliminarUn bello regalo, Tita. Sin ninguna duda sabrá apreciarlo.
ResponderEliminarHay un tiempo para cada cosa. También para la pena y la tristeza.
Por mucho esfuerzo que cueste hay que pasar página y seguir. Queda mucho camino por andar.
Me encantan los quesos, toditos, todos. Y ese sol que ultimamente tanto se resiste a aparecer (¡cómo le echo de menos!) y desde hace un tiempo, el chocolate ( ¡ porque yo me lo merezco!)
Vamos niña, dibuja una sonrisa en esa cara tan bonita, ilumina esos ojos y vuelve a soñar.
Un abrazo apretaito.
Sarah, por eso. Es hora de agradecer lo que tenemos, que ciertamente no es poco.
ResponderEliminarLas croquetas de cabrales no, pero las de roquefort me salen que te mueeeeres!!!
Pluvis no me llores no me llores ¡¡qué poco te falta para que se te caiga la baba!! Me ruborizan tus palabras, y me avergüenza que no sepáis el genio que gasto también!!
Uma, a mí tampoco me gusta que mi santo estuviera tan pendiente de mí...porque él no se ha permitido el lujo de dolerse de la pérdida también ¿sabes que todas las atenciones han sido para mí, y sólo dos personas le preguntaron que tal él, o me dieron besos para él? Antepone mi tristeza a la suya...así que por eso ¡¡ARRIBA!!
María Dolores: estoy triste por desagradecida, por eso. Pero me estoy quitando ¡¡Besitos!!
Carmen: Nunca le explicitaré mi regalo, porque es mi obligación reponerme del todo para cuidar de él, como él cuida de mí y poder cuidar los dos de nuestro principal tesoro ¡ay mi niña!
Sin duda soñaré, y cuando me dé la pájara del miedo, ¡os pediré socorro para que me ayudéis a sacudirmela!
Abrazos apretaitos
anda si han vuelto los comentarios para Cruela
ResponderEliminarHija lo dicho no desesperes que ya vendrá... y sabes que siendo triste todo sabe peor hasta el queso... un maravilloso regalo de alguien que te quiero y eso es una suerte
Besos
El mejor regalo que tú puedes ofrecerle es tu sonrisa, porque por muy fuerte que parezca, el también tiene que sobreponerse y sin tu ayuda será muy difícil...
ResponderEliminarAsí que...¡¡¡ARRIBA!!!
Un abrazo para los dos.
Tita: el dolor, que es una herida del alma, requiere de tiempo para cicatrizar. Tan artificial sería negarte a la pena haciéndote insensible, como abandonarte a ella cegándote a la fortuna que tienes.
ResponderEliminarEres una mujer con suerte: caminas por la vida acompañada del amor de tu chico y de tu niña.
El sol está dentro de tí.
Ya, puestos a filosofar, ¿No podrías colgar esa receta maravillosa de las croquetas de queso?
Besitos, guapa
Un blog sin los comentarios de Cruela, queda cojo ¡¡¡rebienvenida!!
ResponderEliminarPedro: Has dado en el clavo, que él también ha de sobreponerse, y me necesita a mí, como yo a él. Te cojo ese abrazo.
Tiza: Es cierto, hay que buscar el equilibrio: las heridas duelen, y hay que ir a curárselas, aunque escuezan, pero no pasar el resto del día contando los "puntos" y mirándosela uno.
Me parece estupenda tu filosofía ¡hecho! mi próximo post de croquetas de Roquefort
Un gran abrazo apretao, hoy os doy las gracias por la compañía que me han hecho estos días anteriores vuestros post en vuestros respectivos blogs.
También yo tengo debilidad por los quesos. Sobre todo los fuertes.
ResponderEliminarTe recomiendo para estos quesos un vino generoso, tipo Oporto, Pedro Ximénez, Madeira, cream, Marsala.....
Para mí el Stilton con Oporto es lo mejor de lo mejor.
Besos.
"Si lloras porque no viste el sol las lágrimas te impedirán ver las estrellas". Hoy ha salido el sol, pues a por él, a comer quesito y a disfrutar de esas fiestas pijama que te preparan.
ResponderEliminarSeguro que por San Valentín tuviste miradas especiales y mimos para entregar, eso es un gran regalo.
Besitos
Valdo, creo recordar una entrada tuya del Stilton y el Oporto, lo tengo pendiente ¡a ver si sé comprarlo!
ResponderEliminarAbrazos
Dibujo, además de miradas y mimos, tuvimos comida con la gente que más quiero ¡muac!
¡A ver esa sonrisa...!
ResponderEliminarPásate por mi blog y te contaré un cuento...
¡MUAC!
hoy luce el sol por la zona. La lluvia ha hecho un kitkat.
ResponderEliminarTe mando unos rayitos para los madriles. Espero que te lleguen y manden a las sombras al cuerno (iba a decir al carajo, pero ya ves que me reprimo)
Vuelves a sonreir -aunque llore el alma- y eso es importante. Es el primer paso.
Le seguirán otras muchas risas, cada vez más... que se retroalimentan trayendo más felicidad.
Te lo mereces. Os lo mereceis.
Un achuchón pelusón.
Vuelvo a sonreir, María...tu visita siempre es bien recibida ¡¡besazos y abrazos!!
ResponderEliminarTita, ¿todo bien? Se echan en falta tus posts. Besos, en todo caso...
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