martes, 17 de septiembre de 2013

Albóndigas de rape con gamba y recuerdoteca (o las sonrisas en la cola del hiper)

Hace unos días nos acercamos a un conocido hipermercado a terminar de comprar el material escolar. Gran parte ya lo habíamos comprado en el pequeño comercio de nuestro entorno, pero los folios a dos euros las 500 hojas es una tentación difícil de obviar.

Como también queríamos comprarle una cama a la niña chica, hacíamos el recado completo. Encontramos un super-carro, el sueño de los niños (y de los padres empujándolo con ruido de parque de atracciones)

La cama era bajo pedido, así que no necesitabamos un carro tan grande. Pero da igual, las niñas han disfrutado como locas.

En la cola de la caja yo estaba esperando a que nos cobraran. Ellos tres detrás, papá tras ellas, que iban sentadas juntas en el super-carro. Les hace cosquillas a las dos, a cada una con una mano. Se parten de la risa, es incontrolable, es preciosa, es contagiosa.


Los ojos les chispean, la cara y todo su cuerpo se retuerce, iluminado, se abrazan y se protegen mutuamente del ataque cosquillero diciendo la grande:

-Mi hermanita
-Mi hemmmmanita-repite la niña chica

Los dedos de papá vuelven a atacar en las axilas, en los costados de ambas, y vuelven a retorcerse muertas de la risa, risa grande, pura, les da igual que todo el mundo las mire.

Estoy tan hipnotizada que no quiero ni perder el tiempo en sacar el móvil y hacerles una foto o un video. Lo mismo, como otras veces, paran y me miran posando, o pidiéndome ver algo la pequeña.

Ríen muy alto, chillan de gozo, me da un poco de apuro la escandalera. Su padre está absorto atacando, la señora de atrás en la cola sonríe, su hija sonríe, el cajero me da las buenas tardes y está sonriendo también. Todos sonríen. Es imposible no hacerlo.

Aún lo recuerdo y me hace sonreir.

Dicen que los niños sonríen y ríen unas 300 veces al día, los adultos unas 10.

Así que hoy he descubierto por qué nos compensan los mocos, las noches en vela, las fiebres, las rutinas tediosas para conseguir llegar limpias y a tiempo al cole, rutinas tediosas para conseguir montarlas doscientosciencuentamillones de veces en el coche y ponerles los cinturones como si fueran pulpos, la preocupación perpetua por su salud, por su seguridad, por su felicidad, por su bienestar, por nuestro autoconvencimiento de que lo malo es necesario para crecer, para contenernos de crearles una burbuja que nunca les tocara, que nunca les rozara, que nunca les despeinara siquiera...

Hoy he descubierto, en la cola del Carrefour, que me hacen sonreir 600 veces al día: 300 cada una.

Y es cierto, que cualquier preocupación que sobrevuela se desvanece al mirarlas a los ojos y ver en ellos la inocencia y la pureza, el brillo de la alegría y de la ilusión por todo salvo por las arañas, los cangrejos y por el malvado Goblum -ver Heffalump en Halloween para conocerlo-

Y ésto, esta sensación maravillosa, no se puede grabar en video, ni capturar en una foto. Intento en vano atraparlo en palabras, y guardarlo en mi recuerdoteca, pública para que pueda ser consultada por cualquiera, por si algún día, Dios no lo quiera, mis sinapsis eligieran desvanecerse antes de que mi corazón se detenga.

Elegí entre los congelados colas de rape que me recomendó Contadora en esta entrada de nuestro amigo Valdomicer, y en la que, humildades aparte, me enlaza una receta que hace tiempo puse de albóndigas de choco y gamba. Contadora me proponía como variante el rape, y allá que vamos con la receta, inventada aunque con base de las anteriores. Podéis ver mi receta original aquí, en este caso he sustituido el choco o sepia por rape, y quedan muy suaves y ricas, ideales para que los niños coman fácilmente pescado...y marisco.

Vale como comida para todos, mayores y pequeños, es equilibrada, es barata, aunque eso sí ¡llevan bastante trabajo y cacharrerío!



26 comentarios:

  1. Yo también me guardo la cámara algunas veces, prefieo retener el instante en el lugar adecuado. Gracias por esa lágrimita de felicidad que me ha asomado tras la sonrisa.

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    1. Ana, me alegro de la sonrisa, y de la lagrimita si es de felicidad, claro!

      Besos

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  2. Leída esta entrada con ojos de abuelo (y las gafas puestas) tiene mas encanto todavía.
    A por las albóndigas de rape que voy.
    Un besino.

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    1. Valdomicer, dicen que ser abuelo es ya el sumun: disfrutarlos sin educarlos ¡qué gloria!

      Ya verás que de rape están sabrosas y suaves, ya nos contarás.

      Besos

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  3. si es que el movil no sirve para estos momentos, los estropea! esos momentos de risas con los ojos...de felicidad global son los mejores! esa sensacion de que todo el mundo observa y comparte la felicidad tb es genial!
    ya conté la complicidad y los momentos que se gasta la mia con su padre....
    y por otro lado la frase de "las sinapsis eligieran desvanecerse antes de que mi corazon se detenga"...me parece genial...
    las albondigas las dejo para otra vida, aunque la pinta es tentadora!
    besos
    PD: me tienes que contar el sueño y lo de las 7 revueltas.

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    1. La risa con los ojos no tiene pérdida ¿verdad? sabes que sonríen sólo con mirar esos ojos!!!

      Las 7 revueltas es la manera más bonita de ir a Segovia, pero no en invierno ¿eh? Cuando llegas por la A-6 a Villalba te sales por la salida 36 dirección Navacerrada. Disfrutáis del paseo en coche hasta arriba del todo, y cuando llegáis arriba del puerto, continuáis dirección Segovia por la carretera, bajando el puerto por el otro lado. Hay una zona donde las curvas son de unos 340 grados, sin exagerar, hasta te dan ganas de poner el intermitente, y se llaman las Siete Revueltas. Hay que ir con mucho cuidado, y sin hielo ni nieve. La zona es IMPRESIONANTE enseguida se llega a La Granja, o a Segovia, o Riofrío y el paseo es increíble, se pasa por una zona muy conocida, Boca del Asno y otro merendero del que no recuerdo el nombre...dignos de pasar el día allí...

      El sueño por correo

      ;)

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    2. MI DULCE GANBA ROJA ROSA NARANJA MUAK

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  4. Mai guaif y yo tenemos una frase "eso lo fotografiamos con la cabeza" que nos recuerda el viaje a Lanzarote que nos dejamos la camara!

    Esto son cocinicas de grado superior y yo todavia estoy en beginners!!

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    1. Loqueleo, yo también lo hago, lo de fotografiar con la cabeza, pero si no lo escribo, me da miedo no saber recuperarlo!!

      Las albóndigas no tienen mucho misterio, no creas. Con saber fregar depués, es lo más difícil de todo el plato!!!

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  5. Compensa, por supuesto que compensa.
    Yo tengo grabada su risa de ratita en el teléfono, mientras le hacía cosquillas.
    Las 7 revueltas con nieve y hielo TAMBIÉN, eso sí, sin niños.

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    1. Pseudo ¡Locaaaaaaaaaaaa! ¿con hielo y nieve también? no en la carretera, en los pinos sí

      ;)

      Besos!

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  6. Cierto Tita, la sonrisa de un niño es lo que nos hace vivir la vida con otra alegría. Servidora que es muy boba, en ocasiones de ver a NiñoNinja despiporrarse en plena batalla de "dedos cosquilleros" me pongo a llorar, sí como lo oyes.. a llorar… de felicidad.

    Besos y tomo nota de las albóndigas

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    1. Sinmás...hay una palabra que me encanta para describir eso: ¡gozo!

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  7. en casa todos somos adultos, así que reímos sólo 10 veces ¿nó? supongo que el día bueno, porque cuando viene cejadoooo... por eso tengo tantas ganas de ser abuela, para que lleguen niños y volvamos a reir mucho.
    La risa embellece el rostro, pero principalmente, el alma.
    disfrútalo! Pelusa.

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    1. Pelusa, creo que los adultos necesitamos seriamente ayuda para llegar a la couta de 10 risas al día. Por eso dicen que los niños traen alegría ¡cuánta verdad es!

      Más pronto que tarde serás abuela full time, fijo!!!

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  8. yendo por la pagina 80 que aun me queda un montón he visto una cosita factible..esperaba ver si algo se amoldaba más pero no quiero arriesgarme a olvidarlo:
    "cada una de las comidas de Alexander eran un acontecimiento.Para ellas habia que sentarse, tenia que haber mantel y buenos cubiertos.A los niños menores de 10 años no se les permitia el libre acceso a los botes de salsa y tenia que lavarse las manos.A los niños se les exigia que pidieran permiso para levantarse de la mesa.Alexander era de la opinion que una comida preparada sin cariño era mala"

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  9. ¡PREMIO PARA UMA!!!!!!!!

    Bravo, qué campeona!!! Cuando leí la importancia que Alexander le daba a la cocina, a la comida, al ritual para comerla...el amor necesario para prepararla, me sentí muy identificada.

    Y además...soy un poco loba, pero no me gusta los malos modales, o la falta de ellos en la mesa, soy muy intransigente con ello. Y no dejo levantarse a la niña grande sin pedir permiso...

    Te debo un post sobre como te conocí!!!!

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  10. Perdón, para quien no estuviera antes...Hace unos post, en éste http://amorycocinacotidiana.blogspot.com.es/2013/07/mucho-silencio-todo-va-regular-en-la.html retaba a quien quisiera leerse este libro, La mujer que vivió un año en la cama de Sue Towsend, a que encontrara un párrafo con el que identificaba este blog

    ¡UMA LO ENCONTRÓ!!!!!!!

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  11. jejeje LO SABIA!!!!!
    llevo toda la tarde pendiente de ver si contestabas y habia acertado o no! parezco tonta ¿verdad? pero cuanto más lo pensaba más segura estaba,...y desde luego tenia que ser algo dicho por Alexander, pq es el unico que tiene algo de luz...los demás...puf al menos por ahora.
    En fin!
    GANE!!!!

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  12. jajajajajajajaja Uma, no eres tonta!!!!

    Eso es ilusión, emoción, ¡pasión!!!

    Desde luego Alexander es la luz, lo que da miedo es lo fácil que se puede caer del otro lado no cuidando a los demás, y dando por sentado tantas cosas ¿verdad?

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  13. Tita :mis dos peques, que ya van a la Uni, así que de peques sólo les queda mi memoria, están horas y horas grabados en vídeo. Poníamos la cámara en una esquina, que pillara un ángulo lo más amplio posible, y la dejábamos ahí lo que diera la batería. No sabes, (bueno, como creo que sí lo sabes por eso te lo cuento - la risa/sonrisa de un niño quita TODAS las penas...), lo preciosísimo que es rescatar la cotidianidad , sin fiestas , sin motivo, simplemente verlos entretenerse con cualquier cosa, tomar su bibe y beber agua, merendar, un cambio de pañal en medio... te meterías literalmente en la tele y te los comerías a besos. Que fueron y son infinitos, que aunque vayan sin afeitar me los como cada día, pero ya digo, si no lo has hecho hazlo, que estás a tiempo. Besicos guapa!.

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  14. No hay música más bonita que la risa de los niños, escucharla es una sensación inexplicable. Y cuando la has provocado tú haciéndoles cosquillas te sientes como un mago todopoderoso porque tiene algo de mágico, ¿no?

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  15. Alejandra, grabamos bastante ¡aunque no tanto como tú! Besos

    Lamamma, su risa nos da la vida!!!

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  16. Gracias a tus niñas por esa sonrisa de regalo, la vuelta y el otoño se están haciendo especialmente duras, e imaginaros a todos en esa cola del super, ha sido un bálsamo refrescante.
    A veces es dificil recordar porqué te duelen los hijos como te duelen, a veces...

    Un beso

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  17. Hoy he intentado hacerle cosquillas a mi hija de 32 añitos.... ¡No ha sido posible! ¡Cómo se resistía la condenada!
    Pero he disfrutado con mi "niña", (porque siempre será mi niña)
    Un besote, "pequeña". Ja,ja,ja,ja...

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