miércoles, 4 de febrero de 2009

Huevos en Salsa


No, los míos no creo que me queden tan bonitos, porque los pienso cortar en cuartos y además la salsa que yo he hecho va cargada de champiñón, jamón y bacon...
Hoy una compañera, al mencionarlos, me los ha recordado. Mi madre solía hacerlos bastante, y desde adolescente no los he vuelto a comer. Supongo que desde que puedo decidir la manera de comer huevos, quise comerlos a ser posible siempre fritos, y comerlos en salsa me descuadraba la cuenta de los huevos semanales que como máximo, dicen que se pueden comer.
Mi madre siempre ha dicho que el límite de huevos la parece una solemne tontería...que ha comido a veces huevos casi toda la semana y su colesterol ni se ha inmutado. No creo que le falte razón, con la cantidad de guarrería enlatada, ensobrada y en forma de bollo que venden, ¡¡¡y le van a echar la culpa a los huevos!!!
Recuerdo la afición y fe de mi madre en el poder alimenticio del huevo. Y digo afición porque cuando éramos pequeñas y consideraba que no habíamos comido bien, nos zampaba un huevo crudo dentro de la leche, o del colacao, y lo removía ¡¡puaggggg!! Con toda su buena intención, que pensaba que íbamos nutridas perdidas, ahora sé que el huevo crudo es una única proteina (en la práctica es un óvulo, con lo cual es una única célula) la cual se transforma en alimento al ser cocinado y cambiar su estructura. Una amiga mía enfermera me lo explicó. Si lo comes crudo, pasa sin pena ni gloria por el aparato digestivo, no se puede aprovechar nada. ¡¡Vano esfuerzo de contención de arcadas infantiles!!!
Lo confieso. Si sé esto es porque lo comenté con mi amiga ante la posibilidad de enriquecer la leche de mi niña (que juzgué mucho tiempo erróneamente como malnutrida) ¡¡¡a punto estuve de mortificar a mi hija también!!!
Si es que viene en el manual de madres "¿Qué ha querido decir su hijo cuando dice ya no me pongas más, mamá?, pues que le eches otros dos cucharones"
El huevo cocido no es mi devoción, pero sí me encantaba la salsa de champiñón, jamón y guisantes, y así es como la he hecho. Además es ideal para dejar preparada para el día siguiente, con arroz o patatas fritas de acompañamiento.
Se pela y se pica finita una cebolla gorda, y dos dientes de ajo. Mientras estaremos dorando un ajo entero en un fondo de aceite de oliva en una cacerola (ha de ser ancha, para que luego los huevos cortados quepan holgados y sin romperse).
Se rehoga y se dora un poquito. Picar jamón y/o bacon al gusto y dorar. Se añade uno o dos botes de champiñones, al gusto y se remueve otro poquito. Cuando esté rehogadito, añadir una cucharadita de pimentón, remover y enseguida echar un chorro de vino ¡¡que no se queme el pimentón!! Dejar evaporar un poquito el vino, añadir una cucharada de harina para que espese y cubrir con caldo o agua, más o menos dos vasos grandes. Cuando cueza, añadir guisantes, los congelados salen estupendos.
Mientras estaremos cociendo los huevos, más o menos dos por persona. Cuando están, se pelan y se añaden a la salsa, para que den un hervor y servir acompañados de arroz blanco.
Y para terminar, unas curiosidades de los huevos:
¿Sabías que si dejas cocer un huevo hasta que se le consuma el agua y un poco más, saltará hacia arriba y se estampará en el techo (o campana extractora)? Demostrado, palabrita del niño Jesús.
¿Sabías que la numeración que traen impresa los huevos significa cosas (evidentemente)? Si empieza por 1, los huevos te han costado los idem, quiere decir que las gallinas corretean libremente comiendo y ponen sus huevos tan tranquilas mientras un esforzado granjero corre tras ellas tratando de pescar el delicioso tesoro. Una gallina feliz.
Si empieza por 2, la gallina está semiestabulada, no es una gallina feliz, pero se lo cree la pobre...hay un atisbo de libertad y aire libre.
Pero si empieza por 3....ay amigo, esta pobre gallina tiene menos vida que la percha del traje de novia, una vez usado y ya olvidado. Estas gallinas ponen huevos en cadena, encerradas en minijaulas, con una bombilla poniendo día y noche, sin ver luz natural, sin conocer el aire libre y muriendo prematuramente estresadas perdidas.
No, no vayáis corriendo a la nevera a comprobar la numeración. Tened buena noche (o buen día) y la próxima vez intentad buscar huevos de los caros ¡¡¡pero que tengan el número 1!!!

1 comentario:

  1. ¡¡¡Manda wovos!!!

    A mi me encantan, mi madre los hacia asi como tu dices y de mil maneras mas, los que mas recuerdo son los rellenos, los decoraba como muñequitos, con pimiento rojo, era genial.

    Eso del número...tendré que mirar...pobres gallinitas...

    Sigo pensando que vales mogollón para psi...

    ¡¡`¡Pantalones!!!

    ResponderEliminar

Gracias por pararte a escribirme algo