martes, 26 de noviembre de 2013

De por qué la niña chica come favoritos

En cada casa hay un lenguaje inventado. Y es normal ¿no? al fin y al cabo cada cultura nomina y busca la manera de compartir con su entorno, su propio entorno compartido ¿cómo no iba a ser en cada familia igual?
 
En nuestra casa a veces se comen favoritos. A la nena chica le gustan especialmente, para lo chica que es. En los cumples hay favoritos. El domingo le compro un super-favorito de Minnie. Cuando ya no llevaba pañal, pero seguía haciéndose la caca en las braguitas, yo le daba un favorito de premio cuando lo hacía en el baño...no es muy sano, pero 2 favoritos fueron suficientes para comprender el mensaje. Cuando se dejó curar una herida infectada por su pediatra, también le prometí un favorito ante la extrañada mirada de ésta, y la mirada de felicidad de la niña chica, que le hizo aguantar como una campeona que le drenaran la herida.
 
Cuando nació la niña chica, nos dieron el alta a los 3 días. Nos volvimos a casa, donde al fin nos reunimos todos ya con la niña grande, y la yaya que nos mantenía el castillo, el estómago y el corazón calientes. Los amigos empezaron a llamar para venir a conocer a la recién llegada princesa, y también comenzaron los gritos, y los golpes.
 
Los vecinos del descansillo, los del frente, discutían. Mucho. Más de lo normal. Alguien estaba perdiendo el control, y comenzaron los golpes.
 
Se me acelera el corazón, y miro a los demás, deben sentir lo mismo, no es posible que una discusión de ese calibre acabe bien. Nunca les había oido discutir así. Bueno, así, ni de ninguna manera, porque están separados. Los vecinos de al lado dicen que es lo normal, y que les oyen a menudo. Nosotros no, tenemos paredes y descansillo entre medias.
 
Esto está muy subido de tono, y el santo, grandote, más que él, decide llamar a la puerta a ver si por lo menos, al oir el timbre, apacigua los ánimos y les hace ver a ambos que no está sola. Abre él congestionado.
 
-¿Todo bien chicos?
-Todo bien
 
Miramos por la mirilla ¿qué hemos de hacer? enseguida se abre la puerta de ellos, ella sale corriendo despavorida, y él detrás la persigue e intenta agarrar del pelo. Gritamos y el santo sale corriendo de casa detrás de él por la escalera para impedir...yo que sé ¿Y si hubiera ido armado? ¿qué hubiera pasado? En la carrera él sale fuera, y ella vuelve con la cara tapada e ignora al santo, se mete de nuevo en casa donde su hijo llora gritando.
 
Él vuelve, y siguen los gritos. Llamamos a la policía y que ponga fin a esto, porque no sabemos quien se está llevando los golpes, si ella, los muebles, o ambos.
 
El despliegue policial es absolutamente brutal, todos los cuerpos habidos y por haber en un pueblo despliegan todo su potencial de efectivos, luces y sirenas. Como si vinieran a una redada. Esperábamos discreción, y van tocando todas las puertas, ya que la suya, efectivamente, no la abren.
 
La cosa queda en nada, supongo que no habiendo lesiones visibles, ni denuncia, todo queda ahí. El santo baja a la calle, donde él se permite increparle delante de los guardias, que cuando nosotros discutamos, también llamará a la policía.
 
Me parece fenomenal -cacho cabrón- sobre todo si oyes que me pone la mano encima.
 
El saldo de la hostia que le metió en nuestras narices es un nuevo coche que estrena ella a las pocas semanas; y la ignorancia más absoluta hacia nuestra recién llegada princesa, y nuestra princesa mayor, que ya por fin es hermana grande. Nos retiran el saludo, al menos cuando van juntos. Cuando van separados no, ella dice un pequeño "hola".
 
Yo quiero decirle que no está sola, y que puede llamar a nuestra puerta siempre que quiera y lo necesite, pero su castigo a nuestra indiscreción, su indiferencia es tan hiriente, que no me atrevo, aunque espero que por nuestros actos le hayan quedado pistas de que, efectivamente, no está sola.
 
La madre de ella vive un poco más abajo, en la misma calle. Ella sí nos hace fiesta siempre, y le hace carantoñas a mis princesas, y siempre, siempre, siempre tiene una palabra amable. Ella sabe de sobra, porque aquella noche ella y el niño fueron para su casa. Y yo siempre intento decirle con mi sonrisa a esta madre, que su hija no está sola, y que, aunque nos castiguen, seguiremos llamando a la policía una y mil veces.
 
Hace un par de meses ella llama a nuestra puerta (hace ya casi 3 años desde que nació la niña chica...), y le pide al santo si les hace el inmenso favor de cambiarles la rueda del coche de su madre, tiene que ir a acompañar a un familiar al hospital urgentemente, y necesitan cambiarla ahora mismo. El santo se remanga y baja.
 
Al día siguiente ella vuelve a llamar a nuestra puerta y nos da un regalito, por el gran favor que le hizo ayer el santo..."es que no te imaginas qué favor nos hizo"
 
Yo me lo imagino porque ella jamás nos lo habría pedido a nosotros. Pero su madre sí.
 
Abrimos el regalito, y era una inmensa caja de:
 
 
La niña grande los abre, alborozada ¡qué ricos! y la niña chica mira todo lo que su tata hace, que parece que ha visto a Dios.
 
Y la niña grande:
 
-Uy, mi favorito
 
Señala, coge y come
 
Y de nuevo:
 
-Hummmm ¡otro favorito!
 
Y señala, y coge, y vuelve a comer
 
Y otra vez más
 
-Y éste...¡éste es mi más favorito de todos, mamá!!
 
 
Y esta es la historia de como la niña chica comenzó a llamar a los bombones, "favoritos". No es chocolate, no son bombones, no son chocolatinas. Son favoritos.
 
Y colorín colorado, que cerrar los ojos a la violencia de género con nuestras vecinas, se haya acabado.


24 comentarios:

  1. Qué difícil posición la vuestra (peor la de ella, claro está), qué otra cosa podíais hacer??

    Pedazo de post.

    Y me uno a los favoritos de tu niña chica, me pierde el chocolate...

    Un abrazo!

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    1. Después de mucho pensarlo después, Anita (porque llegué a arrepentirme...claro, porque no pasó nada...) hemos llegado a la conclusión de que muchas muertes se producen porque "no queremos interferir" en la vida de las parejas.

      Un abrazo

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  2. ¡Qué bien describes la vida cotidiana! ¡Qué bien has contado esa escena tan común de violencia machista!
    Y ese triste balance final: El saldo de la hostia que la metió en nuestras narices es un nuevo coche que estrena ella a las pocas semanas".
    ¿Qué hacer en casos así? Llamar al 016 siempre. Reclamar a la policía una actuación profesional. Pero, sobre todo, inculcar a las criaturas propias y ajenas que un hombre o una mujer nunca es propiedad de nadie, que ambos tienen el mismo derecho a decidir con quién quieren vivir en el supuesto de que quieran vivir con alguien. Y que nadie, ni chico ni chica, tiene derecho a poner la mano encima de su pareja. Y que cuando se falta al respeto, la única salida es dejarlo.
    ¡Qué suerte tienen tus niñas, la Chica y la Grande!, díselo de mi parte, por favor.

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    1. Contadora, la escena es realidad cotidiana, pura y dura. No sé si de haberles oido más veces hubiéramos reaccionado diferente. Los vecinos de ambos lados lo dieron por normal.

      Espero que mis hijas no se entreguen incondicionalmente a ningún hombre, a ningún precio. _Que valen mucho mis niñas!!! ¡¡Como todas las niñas, las de ahora, y las que lo fueron!!

      Un abrazo

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  3. Mi padre me contó que una vez vio como un hombre pegaba a una mujer embarazada. Quiso intervenir, y ella le pegó a mi padre... Es difícil, muy difícil

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    1. Ana, es tan corriente eso...queremos defender nuestra intimidad, aunque en ella vaya la propia vida...

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  4. Buf Tita, menuda papeleta! Es tan duro....a mi no me ha tocado ni vivir, ni presenciar ni por supuesto sufrir una escena de estas pero sí que tengo una amiga a la que se que su marido de vez en cuando le mete una bofetada, ostia o como lo quieras llamar. Ella nunca me lo ha contado pero lo sé por otras fuentes y por los ramalazos que le dan al marido de vez en cuando. ¿Y qué voy a hacer sí ella no me dice nada? Mirar y callar...
    Recuerdo cuando me casé que una tía mía me dijo : "Ains Mari luz, que suerte habéis tenido todas las primas, que vuestros maridos son buenos, trabajadores y nunca os pegan.." No es suerte, es como debe ser.

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    1. Pues sí, Mariluz, pero yo creo que antes como ahora, había hombres a los que no les cabía en la cabeza pegar a su mujer. Y también, que sigue saliendo para vergüenza ajena, en películas en cine de barrio de Paco Martínez Soria: "Si le hubieras dado una mandanga a tiempo, para que supiera quien manda..." está en nuestra cultura, arraigado. Así como el de que entre parejas que nadie se meta...en fin.

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  5. Esta se va ha convertir en una de mis favoritas, porque ese estar ahí, aunque no se "aprecie" puede ser la diferencia entre una anécdota o un velatorio.

    Un beso de bombones

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    1. Tienes toda la razón, Pilar. Nos sentimos mal en su momento, porque no pasó nada, y quedamos como "exagerados" pero...y si no llegamos a intervenir...y la mata? ¿cómo si no, llegan otros a matar a sus mujeres?

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  6. Estas historias me ponen maliiiiiiiisimo cuerpo. Luego me imagino al vecino yendo a trabajar a una oficina como una persona normal y al anochecer a hostiar un poco a su santa. En fin que me ha gustado pero no me ha gustado.

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    1. Loqueleo, me alegro que te haya gustado no gustado. Imagino que te gusta mi forma de escribirlo (anda, adúlame un poco) pero no el tema.

      El tema no es de gusto, no.

      Vente a leer mis reseñas de hoy.

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  7. A una amiga medico le citaron a declarar por un parte de lesiones por un caso de violencia de genero, al final pareciera qe la mala era ella que quería destruir una familia...
    En fin ! hicisteis lo correcto! pero es dificil
    me uno a la peque! me encantan los favoritos...
    Nosotros hablamos de las lonchas de jamon "gratis" si son fuera del bocata...."una gratis mamiiiiii"
    Besos

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    1. Uma...es que es increíble...pero bueno, hay cosas que hay que hacer. Pero es un estigma aún, padecerlo, o ser denunciante.

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  8. Es difícil tita, mis primeros recuerdos siempre son los mismos, mi madre mi querida madre abrazada a nosotros siendo bebes y llorando después de una paliza.
    fueron años y años de sufrimiento por ella, solo podía trabajar parir y recibir golpes.
    cuando fuimos mayores mi marido, novio entonces sabia de la situación de mi madre. una tarde fueron mis hermanas a llamarnos estábamos en el cine, por que la estaba dando una tremenda paliza,
    no se dio cuenta de nuestra llegada de tan atareado que estaba el muy desgraciado.
    lo cojio mi marido por la pechera y solamente le dijo, que tantos golpes se enterara que le daba a mi madre el le daría de ostias.
    nunca mas volvió a ponerle la mano encima.
    pero durante años fuimos los malos de la familia como me llevo muchos años con las hermanas pequeñas enredo las cosas de manera que el siempre fue el mártir.
    pero como siempre el tiempo pone las cosas en su lugar.
    y el siempre quedara para todos nosotros como un asesino maltratador , por que mi madre murió reventada a trabajar y sin dejar de tener hijos y llena de golpes.
    descansa en paz mama te quiero.
    soledad.

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    1. Lo siento mucho, Soledad. Qué experiencia tan tremenda. Un abrazo

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    2. Soledad, si hay algo más oculto que la violencia de género, son los efectos en los hijos. Algo que está casi completamente ignorado y sin tratar. Lo siento... :( Un abrazo apretao

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  9. Es verdad, en cada casa hay palabras y guiños únicos y eso es bonito, menuda porqueria de mundo si todos vamos alienados! al igual, en cada casa se entiende la violencia de una forma e incluso ajustan a su manera el fiel de la balanza. En la mia, como en la tuya, entendemos que la violencia verbal y física NUNCA estará justificada y que no hay coche en el mundo que pueda comprar el respeto. Besos pelusones.

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    1. Pelusa, pues no, pero tienes razón, cada uno en su casa tiene ajustada la balanza a determinado punto.

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  10. Mis padres fueron testigos de las palizas que le daba el vecino de arriba a su mujer, gritos, portazos, un día un ojo morado, otro día persecución por la calle, otro día amenazas de querer saltar por la ventana, los municipales que venían cada dos por tres, era espantoso ... ya hace años que se fueron, se que él la dejó por otra y ella no se que habrá sido de ella, pero espero que después de tanto infierno haya conocido un poco de cielo.

    En cuanto a los favoritos, me muero por ellos jajajaja ...

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    1. Bet, cuando un maltratador deja a una maltratada, me alegro siempre..hasta que pienso en su nueva víctima....jo.

      Los favoritos ¡hummmmmmmm qué ricos!!!

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  11. hola.... gracias por tu visita al blog de Haizea, no tenemos tiempo de visitaros y nos hace mucha ilusión las visitas y los comentarios.
    besiiiiiitooooooo de Haizea y de su madre

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  12. Gallina de piel se me pone.
    Pero me alegra saber que seguís ahí y ella lo sabe.

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Gracias por pararte a escribirme algo